🌇Capítulo: 57🌇

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JARETH

Tres semanas.

Tres semanas habían pasado, y Bella seguía en coma, esto ya había empezado a ponerme peor.

Las cosas lejos de cambiar, empeoraban.

Jake el día de ayer de enojó conmigo, quiere ver a Bella, pero no puedo decirle que mi novia, la chica que él considera su madre, esta en el hospital en coma.

No podría lastimarte de esa manera a mi propio hijo. No soy capaz.

Pronto habría tiempo para pensar y ver que le decía.

Por ahora, me centro en que desde hace tres semanas no he abierto el sobre, el que dice si Bella esta embarazada de mi o no.

Me ha dado temor, sí lo sé, soy un estúpido miedoso, pero no puedo evitarlo, simplemente, no sabría como sobrellevar la noticia (dependiendo de si este embarazada o no).

Las heridas de su cuerpo poco a poco han ido curándose, sus muñecas y sus tobillos ya casi no se encuentran lastimadas ensangrentadas como la vez que vino.

Su labio roto ya no está, se ha curado.

Salí de mis pensamientos y aguarde algunos folders que había sacado. Estaba en la empresa, de noche, no había ningún trabajador, solo seguridad. Pero ellos estaban en otras zonas, no en la zona de donde de encuentra mi oficina.

Volviendo a la realidad, suspiré antes de salir de la oficina y encontrarme con mi mamá.

—¿Irás a ver a Isabella? —inquirió mirándome a los ojos. No podía responderle, no cuando sé que mi voz no saldrá normal, saldrá rota —. ¿Estuviste llorando, hijo?

Asentí, sintiendo la necesidad de quee abrazada fuerte, así como cuando era niño. Y eso hizo. Me abrazo, y fue cuando por cuarta vez en el día me derrumbe, esta vez ante ella.

—Vamos mi niño, tienes que seguir siendo fuerte por Bella y por Jake, te necesitan. Verás que pronto Bella despertará —decía con un tono de voz suave.

—Yo necesito a Bella, necesito de ella y no está aquí conmigo, me jode mucho que esté en el hospital, en coma, todo en casa no es lo mismo sin ella. Solo ella hace que la casa y mi vida sean más brillantes.

—Hijo... —murmuró en un susurro, y yo la interrumpí.

—Fue mi culpa, es mi culpa, no debí dejarla ir sola, si tan solo hubiera cancelado aquella maldita junta ese día para acompañarla nada de esto hubiese pasado. Bella y yo estaríamos...

—No te eches la culpa de esta manera, mi amor, a Bella no le gustaría eso, quizá si tengas un poco de razón solo en el hecho de que hubiera alguien acompañado a Bella a su edificio antiguo pero... —guardó silencio un rato, en eso, deslizaba su mano por mi espalda de arriba a abajo, reconfortándome.

—No hay ningún pero que tenga validez en esta situación. Fue mi puta culpa y ahora sólo queda esperar a que Bella despierte.

Me di cuenta de mis palabras, más bien, de lo contrario a mis palabras y dolió, malditamente dolió mucho más.

—No puedo imaginarme una vida sin ella, no puedo. No quiero que algo le pase porque significaría lo peor para mí, ella es mi vida, es mi todo, ella es mi todo, y si algo le pasa... no sé que sería de mí, no sé qué sería de mi vida sin ella.

Ella suspiro, quizá estaba reteniendo sus lágrimas y su llanto, para ser fuerte por mí.

—Vamos, mi vida, no te pongas así, ella va a estar bien, seamos positivos ¿si? va a salir del coma y luego estarán bien, estarán mejor, luego podrán seguir siendo felices, se casaran si quieren, y formaran una hermosa familia.

Hasta que llegaste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora