Hasta que llegaste tú

🌻Capitulo: 9🌻

                    •Isabella•

—Buenos días —salude a mi hermana quien estaba cocinando.

Hoy no iré a trabajar, puesto que Jayden se quedará con Jake, les encanta pasar tiempo juntos, y eso es algo que he notado, eso es muy bonito. Al que si no he visto convivir demasiado es al señor Jareth, nunca lo he visto conviviendo con su hijo, pero Jayden asegura que si lo hace, pero sólo cuando no voy a trabajar.

Por lo que me ha contado, pasan jugando en el patio, o escuchando música en cualquier parte de la casa, y si nones ninguna de las anteriores, hacen salidas para comer helado.

He deducido que no le gusta mostrar su verdadero yo con gente de si alrededor que no tiene nada que ver con si círculo amistoso, o familiar, supongo que el padre de Jake es así.

No juzgo, yo también soy borde y muy fría con desconocidos, un ejemplo, soy graciosa, bromista, sonriente y de más, pero solo con Kris y actualmente con Jay y con Jake.

Y hasta ayer que me dio por contarle sobre mi país y ciudad de nacimiento al padre de Jake.

Fue raro.

—¿Viniste tarde anoche? —inquirió. Puse los platos sobre la mesa y serví el refresco.

—Si, Jake no podía dormir anoche y pues me quedé con él, e hicimos una carta —mencione.

—¿Para quién?

—Para su abuelo.

—Oh, ya veo.

—Mjm.

Su mirada se clavó en la isla de la cocina, sepa Dios que era lo que pasaba por su mente.

Tocaron la puerta, y mientras ella seguía con su vista clavada en un punto en específico, yo fui a abrirla encontrándome con Jayden, me sonrió e hice lo mismo.

—Hola Isa, ¿Cómo estas?

—Hola. Bien ¿Y tú?

—De maravilla, amm, ¿Se encuentra Kris?

—Sip, solo que... —me hice a un lado para dejarlo pasar, y eso hizo  —, se quedó ida —reí suavemente.

Enarcó las cejas.

—¿Por qué si se puede sab..?

—¡No me digas que él te trajo hasta acá! —exclamo saliendo de su estado de shock.

Jayden y yo dimos un respingo, mientras ella sonreía mostrando los dientes y al mismo tiempo se apoyaba en la isla.

—Oh, hola Jayden, ¿Qué tal? —dijo como si no hubiera asustado al chico.

—Hola, y estoy bien, gracias, ¿Y tú?

—Pues bien, a que Isa no te ha contado lo de anoche.

—Ahh, si, si, aunque no me conto ella, si no mi hermano, gracias por quitarle la seriedad por unos momentos eh.

—Oh wow, no te creo que eso sucedió.

—Si, si sucedió, tal cual y como te lo digo.

—OMG.

—Si, y si sigue así creo que va a entrar en lo más profundo del corazón de mi hermano, alias cubo de hielo —dramatizó.

Los dos se echaron a reír ante el comentario, yo solamente rodé los ojos y me senté en la mesa para comer.

—¿Quieres desayunar con nosotras? —ofreció mi hermana.

—Con gusto.

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