『 ISABELLA 』
Días después.
Únicamente habían pasado unos cuantos días, y por cierto, ya era 10 de junio. Este mes, para ser exactos el 15, mis padres cumplían seis meses de haber fallecido, y a decir verdad, aún no tengo el valor de ir a Francia a visitarlos al cementerio.
Esa era una razón (aún no tenia el valor para ir a ver las lápidas con los nombres de mis padres, aún no estaba lista) y la otra era porque me daba pánico y terror encontrarme con Robert.
Kris insiste en que hable las cosas con Jareth para arreglarlas, pero yo siempre le respondo con un:
—No hay nada que hablar.
Jayden me ha contado que ahora anda de peor humor, que sólo se le pasa cuando está con Jake, ¿Pero qué puedo hacer yo?
Exacto, nada.
Definitivamente creo que desde un principio debí poner mis límites más estrictos. Para que nadie los sobrepasara, incluyendo a Jareth.
Me deje llevar supongo.
Y creo que no lo he contado, pero Christian y yo hemos estado hablando demasiado, es decir, ahora que más o menos lo conozco puedo decir que es... amigable y simpático. Él tiene una manera distinta de ver las cosas.
Es decir, él ya se enteró de lo ocurrido con Jareth, no sé cómo, pero lo sabe. Al parecer no es tan mala persona como creí.
—¿Estás bien, Isa? —la voz medio alegre de Jay me sacó de mi trance.
Estaba sentada en el sofá viendo a través del ventanal, supuestamente viendo la ciudad.
Respondí luego de suspirar.
—Sí.
—¿Segura? —inquirió con el ceño fruncido.
—Sí, tranquilo.
—Ven aquí, anda.
Abrió los brazos, insitándome a ir a abrazarlo. Al instante me acerqué a él, dejándome abrazar por Jay.
—¿Y el abrazo por qué o qué?
—Pues aún no has aprendido a mentir, al menos no a mí.
Quise decir algo más, pero las palabras no salieron, en lugar de ellas escaparon sollozos.
—Oye —se apresuró a decir con voz suave —. Todo se va a solucionar, no te preocupes.
—No hay nada que...
—Isa, no quiero decirlo, pero creo que deberían hablar y no huir de esto por el cariño que se tienen.
—No. Ese día yo escuche como Olivia le decía a Jareth que lo amaba y que sabía que Jareth también la seguía amando.
—Bah, Olivia es una maniática que no supera a mi hermano, pero puedo jurarte que mi hermano sólo tiene ojos para ti.
—No lo creo, ellos se besaron, joder.
Aquello ardió en mi garganta antes de decirlo. Joder, a pesar de que han transcurrido días el dolor permanece ahí, incluso hoy es más agobiante.
—Olivia lo besó a él. Isabella, mi hermano te quiere demasiado, tanto que has logrado derretir los glaciares de sus adentros, has derretido su corazón, el cual estaba cubierto de hielo, con tu cálidez.
Sollocé.
—No hay nada más que hacer Jay, entiendelo.
—Ok, no diré más, sólo que lo pienses ¿Sí? mi hermano no haría eso, menos a ti, la chica que lo trae pensativo todos los días.
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Hasta que llegaste tú
RomanceÉl, un padre soltero de veintiún años con un niño de cuatro años. Dueño de una empresa, millonario, frio, tiene carácter, serio, pero con su hijo es todo lo contrario, les encanta jugar bajo la lluvia. Su padre acaba de fallecer, y no sabe que hacer...