『 JARETH 』
—¿No le has hablado de mí a tu hermanito menor, no es así? —inquirió burlón.
Christian es mi medio hermano, y digo medio hermano porque solamente es hijo de mi padre con otra mujer. Es decir, somos hijos de diferente madre, pero mismo padre.
Nunca logré llevarme tan bien con él que digamos, él es más... problemático, sí eso, es más desafiante, es muy diferente a mi hermano Jay y a mí.
Y bueno, lo conocí cuando teníamos 15, él tiene la misma edad que yo, aunque es mayor sólo por 3 meses. Y a decir verdad nunca me sentí cómodo para tocar el tema y contarle ese secreto a mi madre y a mi hermano.
He ahí el porque se mi reacción cuando Jay entró. Gracias a Bella quien se dio cuenta de la situación se lo llevó, juro que de no ser esa chica quien me ayudó en las dos situaciones que han sucedido hoy... no sé que hubiera hecho la verdad.
Quizá estaría del puto mal humor.
—¿Qué haces aquí, Christian? —inquirí serio.
—Visitando a la familia, ¿Qué? ¿Ya te habías olvidado de tu hermano? —sonrió con aire egocéntrico.
Patético.
—Supongo que ya puedes irte ¿No? ya me viste y ya viste a Jay.
—Nah, aún no he conocido a mi sobrino ni a mí posible futura novia.
—¿A quién mierda te refieres?
Suspiró antes de responder algo verdaderamente estúpido, más bien, algo que me puso el humor de perros.
—A la chica rubia de hace ratos, ¿No es nada tuyo, o sí? porque si no es nada de ti deberías ayudarme a conquistarla ¿no?
Arrugé las cejas con claro desagrado.
—Ten más cuidado en la forma que hablas de Isabella, porque cuando menos te lo esperes haré que te trague todas y cada una de tus palabras —advertí, apretando la mandíbula.
Alzó las manos en forma de rendición. Elevó las comisuras de sus labios en una sonrisa que denotaba superioridad, aunque no fuera así.
—Uy, ¿No se supone que ella no es nada tuyo, Jareth? ¿Por qué razón la defiendes, eh?
—No te incumbe, pero desde este momento te lo advierto, sí te atreves a pasarte de listo con ella, no vivirás para contarlo Christian. Ahora vete si es que aprecias tu vida.
Hizo un levantamiento de cejas por unos segundos y sonrió mordiéndose la lengua, casi sintiéndose superior a mí.
Pobre idiota.
—Bien, de todas maneras ya me iba, pero prometo volver. Ah, espero que me hayas hablado de mí a nuestro hermano menor Jay. Por cierto, esa rubia va a ser mía.
Diciendo aquello se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, seguidamente salió y yo apreté los puños por lo último que dijo.
¿Qué se creé para insinuar que Bella sería de él?
Un idiota que no sabe que Bella me prefiere a mí antes que a otro.
O al menos eso creemos.
Agh.
Me pase las manos por la cara y pensé:
Bella no se fijaría en alguien como Christian, ¿Para qué preocuparme, no? ella me ha dicho que me quiere, y que se siente segura conmigo... Bueno, ya no hay de que preocuparse.
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Hasta que llegaste tú
RomanceÉl, un padre soltero de veintiún años con un niño de cuatro años. Dueño de una empresa, millonario, frio, tiene carácter, serio, pero con su hijo es todo lo contrario, les encanta jugar bajo la lluvia. Su padre acaba de fallecer, y no sabe que hacer...