VII

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El ruso, sintiendo el calor siendo extremadamente molesto y su ropa estorbando, él se la empezó a quitar con algo de desespero.

Su cuerpo perfectamente trabajado más las cicatrices que decoraban su abdomen era una vista impresionante. El estadounidense estaba tan rojo que sus lineas desaparecieron. El ruso sonrió ante la reacción de su amado que decidió provocarlo aún más.

Él se sacó sus pantalones de manera lenta y provocativa, mostrando poco a poco su gran y sobresaliente miembro notarse en los boxers de aquel toro. El estadounidense parecía que también había sido sedado con aquella droga por lo excitado que estaba ahora mismo.

El ruso, para la cereza del pastel, se sacó sus boxers y fue ahí donde pudo ver completamente el atrayente cuerpo del ruso. Parecía esculpido por los mismos dioses.

— ¿Pasa algo, vaquita? — preguntó mientras miraba con algo de preocupación.

— no, es que... — volvió a mirar a Rusia — es que quiero que seas gentil conmigo... — pidió con algo de vergüenza mientras desviaba la mirada.

Rusia soltó una risita al escuchar aquel tierno pedido de parte de su vaquita.

Si, SU vaquita.

— yo nunca te haría nada para lastimarte — dijo mientras acercaba su cara a la de su vaquita para luego darle un tierno beso.

Aquel beso no se mantendría en la categoría de tierno por mucho tiempo. El beso que empezó a ser uno más pasional que se podría considerar un "beso francés".

Mientras se besaban, las manos de Rusia, hambrientas de tocar cada parte de USA, bajaron hasta llegar a los pantalones del antes mencionado y los bajó rápidamente al igual que los boxers de la vaquita, dejando expuesta la parte íntima de su pareja.

El estadounidense tapó con sus manos sus partes, aún era algo tímido. El ruso tomó con suavidad las manos y las movía con delicadeza. Una vez sus partes fueron mostradas, él empezó a estimular el clítoris de au amada vaquita con suavidad y haciendo que USA sintiera temblores ante las estimulaciones en su parte íntima.

Las manos de franjas rojas agarraban la mano de Rusia para que continuarán dándole placer en su clítoris, haciendo que sus piernas temblaran más ante aquellos abrumadores estímulos.

Soltó un gemido al sentir los dedos dentro de su entrada.

El ruso movía con algo de rapidez sus dedos para poder hacer que prepare bien a su amado. Sus dedos hacían un sonido húmedo dentro de la vagina de USA, eso significaba que USA estaba a nada de estar listo para el acto.

El ruso quitó sus dedos de la entrada de USA y agarrando su miembro para luego alinearlo pero antes debía hacer algo.

— vaquita... — dijo entre jadeos el apodo a su pareja — ¿Ya puedo entrar? — preguntó mientras lo miraba con profundo deseo. Se contenía para no parecer desesperado.

— por favor... — dijo mientras abría sus piernas para poder hacer más fácil el acceso a Rusia entre sus piernas — quiero sentirte dentro mío... — dijo tímidamente mientras unos pequeños corazones aparecían en las pupilas de la vaquita.

El ruso, ya teniendo el permiso de su pareja, entró con suavidad dentro del estadounidense y haciendo que soltara un quejido al sentir aquel gran pedazo de carne entrar por su inexperimentada vagina.

El ruso se quedó quieto algo asustado al sentir los quejidos de dolor de su amado que se encorvo hacia adelante y le daba besos para darle la confianza suficiente para que se calmara y que el dolor disminuyera.

Después de un rato, un ligero movimiento de cadera fue lo suficiente para saber que su vaquita ya estaba listo para continuar con aquel acto tan carnal que calmaba sus más grandes deseos.

El ruso se movía lentamente su cadera de adelante y atrás con cuidado de no lastimarlo. Mientras se movía, se acercó a su amado y lo besaba apasionadamente mientras acariciaba todo su cuerpo hasta que sus manos llegaron a sus pechos y los acariciaba, sacándole algunos gemidos.

Él los agarró con suavidad para no apretarlos. Los pechos empezaron a ser chupados con algo de hambre por parte del ruso, sacándole algunos jadeos al estadounidense por el placer que estaba sintiendo.

De un momento a otro, USA soltó un gemido y el resultado de esto, fue que un poco de leche había salido de sus pechos. El ruso vió esto y decidió lamer cada gota de leche que se le había escapado.

Con el calor invadiendo su cuerpo, el ruso volvió a besar a USA mientras volvía a moverse con más velocidad, haciendo que la vaquita soltara jadeos ante eso. Los brazos de USA se envolvieron en el cuello de Rusia para que continuaran el beso.

El ruso sonreía entre el beso al sentir los labios de su pareja intentando seguirle el paso pero fracasaba tiernamente. Se notaba que nunca había besado antes y él saltaba de felicidad internamente al saber que fue el primer beso de USA.

Mientras sus deseos estaban subiendo más y más, ellos querían sentir al otro. El de franjas movía su cadera al son de los movimientos de Rusia para poder sentirlo aún más. El ruso, hambriento, bajó hasta llegar al cuello del estadounidense donde empezó a darle lamidas y chupetones. El de cincuenta estrellas lo disfrutaba tanto que sentía en el cielo mismo.

— Russie... — decía entre jadeos, se le dificultaba un poco el hablar por los movimientos de Rusia — te amo... — dijo, no lo había dicho inconscientemente.

El ruso escuchó eso, aquello hizo que le sonriera a su vaquita.

— yo... — empezó a hablar, lo miraba con amor para luego besarlo — yo también... — decía mientras aumentaba la velocidad de sus embestidas — te amo, te amo, te amo... — repetía aquella frase mientras embestía contra el estadounidense en una ola de placer.

Los movimientos eran tan placenteros que las piernas de USA abrazaban la cintura de Rusia y hacían que no se separara de él.

El chapoteo sexual se hacía presente en la sala que se podría escuchar desde afuera aquellos sonidos tan húmedos. El ruso sentía que un sensación de calor invadía su parte íntima, estaba a nada de hacerlo.

Él abrazó el cuerpo del estadounidense para embestir más profundamente, haciendo que su vaquita gimiera altamente. Y pasó lo que tuvo que pasar, se corrió dentro de USA y lo anudó, quedando conectados.

El ruso miró a su agotada pareja para luego darle besos tiernos y haciéndolo sonreír. Aún conectados, USA aprovechó eso y abrazó al ruso, escondiendo su cara en el hombro de aquel toro.

Un momento después, ellos se pudieron separar. USA volvió a abrochar los botones de su camisa para luego juntar sus piernas. Él quería admitirlo: le había gustado pero no quería debido a que fuese una victoria para esa loca que era la que los vigilaba y los escuchaba.

Rusia le dió su saco para que no tuviera frío para luego acostarse después de aquella locura. Él miró de nuevo a la vaquita para luego extender sus brazos y así unirse en un cálido abrazo.

"Mientras yo viva, nadie te hará nada... Ni a tí ni a nuestro bebé..."
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Fin del cap 7

Cap escrito por: lattemipatrona (yo)

Como les prometí, ya pudieron hacer el ñaca ñaca uwu

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