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Capítulo 34: Como una bestia malvada

¡Oh mierda está aquí!

En un instante, fue como si los sesos de Shen Qingqiu hubieran comenzado a hervir, incendiándose con un silbido.

¡Joder, "El aro" se estaba reproduciendo en vivo frente a sus ojos!

Agarró su abanico plegable, dio media vuelta y escapó ágilmente por la ventana.

¡Así que al fin se había arrancado esa máscara inductora de piel de gallina que había estado usando durante el día, y exponía su verdadera naturaleza! ¡Había venido para hacerlo pagar!

Huir fue un impulso totalmente subconsciente. El hábito de fingir indiferencia que había formado después de tantos años le permitía perseverar, así que incluso mientras escapaba, sus movimientos eran fáciles y gráciles. Aterrizó firmemente en el suelo, y con un golpecito de su pie, salió disparado como un pájaro volador.

La voz clara y brillante de Luo Binghe atravesó el aire, llegando a sus oídos mientras exudaba un vestigio de una risotada fría y flotante. —Durante el día, Shizun fue tan íntimo y amable con Gongyi Xiao, y esta noche enciendes una lámpara, esperando a Liu-shishu hasta altas horas de la noche, qué sincero cariño. ¿Por qué entonces, eres tan distante cuando se trata de este discípulo?

Joder, parece que acorta la mitad de la distancia con cada oración. ¡Esta velocidad no es científica!

Shen Qingqiu respiró hondo, pensando que sin importar lo que pase, primero debería encontrarse algo de apoyo, y gritó desde el fondo de su estómago, —¡Liu Qingge!

La voz de Luo Binghe se acercó aún más, y esta vez, ya no era tan amable. En cambio, llegó con una risa fría. —Liu-shishu está luchando en estos momentos, así que me temo que no tiene tiempo libre para venir. Shizun, si tienes órdenes, ¿por qué no me las das a mí?

¡No me atrevería!

Shen Qingqiu sabía que Luo Binghe debía haber utilizado algún método para retrasar a Liu Qingge. No se podía confiar en su ayuda. Inmediatamente vertió la energía espiritual de todo su cuerpo hacia abajo, con la esperanza de aumentar su velocidad.

¡Pero se tuvo que olvidar que, en este momento, estaba en medio del brote de Sin Cura!

Cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde. En un instante, fue como si toda la sangre en el cuerpo de Shen Qingqiu se hubiera solidificado, y de repente, todo su cuerpo se sintió pesado.

En el momento siguiente, una mano de repente se aferró a su garganta, y su espalda fue fuertemente estrellada contra una pared de roca fría y sólida. El dolor resonó desde su carne hasta su columna, su cabeza zumbando.

Luo Binghe ya estaba al alcance de la mano.

Había azotado a Shen Qingqiu contra la pared con una mano. Su nuca timbró con el choque, casi desmayándose, y se demoró antes de que pudiera volver a enfocar su mirada.

Bajo la luz de la luna, parecía aún más como si la silueta de Luo Binghe estuviera tallada en hielo y jade, incomparablemente hermosa.

Se presionó muy cerca, luego habló lenta y deliberadamente, —Después de tantos años de separación,, pero Shizun llama incesantemente a alguien más. Este discípulo de verdad está un poco herido.

Dice que está herido y afligido, pero hay una sonrisa en sus labios y sed de sangre en sus ojos. ¡Como sea que lo mires, miente descaradamente!

Shen Qingqiu sentía como si su cuello estuviera atrapado en un aro de hierro. Su garganta se contraía con dificultad y le costaba respirar, mucho menos podía hablar.