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Capítulo 21: Conferencia de la Alianza Inmortal

Shen Qingqiu permaneció en silencio durante mucho tiempo antes de finalmente arrojar la invitación a los brazos de Ming Fan para que este la guardara.

Luo Binghe recibía todos los días la guía de Meng Mo dentro del Reino Onírico, y progresaba a la velocidad del rayo. Hace mucho tiempo que había asumido la responsabilidad de varias cosas. Shen Qingqiu a menudo le asignaba felizmente algunas de las triviales tareas internas de la Montaña Cang Qiong para que se encargara de ellas. Una vez que creció, también se le lanzaron misiones de eliminación de demonios o ayuda a otros fuera de la montaña para que no pasara cada día deambulando alrededor de Shen Qingqiu.

Aunque a Shen Qingqiu se le atendía cómodamente, no estaba seguro de si el crecimiento de este niño se había enchuecado o qué, pegándosele demasiado fuerte... Shen Qingqiu a menudo también reflexionaba: Acaso fue porque lo consentí demasiado; acaso debería calumniarse apropiadamente un poco y demostrarle al Sistema que era firmemente un villano. De lo contrario, si esto continuaba, temía que cuando llegara el momento, no sería capaz de endurecer su corazón y golpear a Luo Binghe al Abismo Sin Fin.

Sin embargo, aunque se decía esto, cada vez que terminaba de reflexionar, la próxima vez que se encontraba con Luo Binghe y veía esa cara pura e inocente, esa figura trabajadora, Shen Qingqiu siempre elogiaba por costumbre: "Terminaste de copiar los archivos/rescataste a la gente/encontraste las cosas/¿has terminado de cocinar? Nn, bien hecho". Después de elogiar, olvidaba sus planes originales...

Ming Fan guardó la invitación y vio que su tez no estaba muy bien. Pensó en cómo, después de que ese mocoso apestoso Luo Binghe descendiera la montaña, shizun había criticado sin parar la comida de la cocina y no había comido adecuadamente en todos estos días. -Shizun, ¿te gustaría que este discípulo prepare congee? -preguntó.

Shen Qingqiu realmente no tenía apetito; lo rechazó. -No es necesario. Puedes irte.

Ming Fan no se atrevió a decir más y se despidió obedientemente. Su corazón se inundó de lágrimas: En los últimos años, ese mocoso Luo Binghe se ha convertido por completo en el favorito de Shizun. ¡Ni siquiera puedo darle a Shizun un solo bocado de congee!

Por supuesto, no consideró que quizás fuera un problema con la habilidad culinaria.

Después de un período de tiempo desconocido, se acercaron más pasos.

-¿Que no dije que no era necesario? -dijo Shen Qingqiu.

-Este discípulo se apresuró para volver de una gran distancia desde las provincias periféricas, ¿y Shizun ni siquiera me dará un solo vistazo antes de negarse?

Esta voz fue gentil y clara, e incluso transmitía un indicio de consternación juguetona. Al escucharlo, Shen Qingqiu casi se cae al suelo junto con su silla. Giró la cabeza con brusquedad: un joven de diecisiete años, delgado, alto y elegante vestido con una túnica blanca, labios alzados con el vestigio de una sonrisa, lo estaba mirando con un par de ojos brillantes.

La larga espada en la espalda de Luo Binghe era "Zheng Yang", extraída de la Cumbre Wan Jian. Su nombre complementa bien el carácter actual de Luo Binghe. La hoja de la espada centelleaba con una luz sagrada, y también era una buena espada de alta calidad. Cuando Luo Binghe la había sacado de la pared de piedra, había obtenido numerosas exclamaciones sorprendidas y elogios de los miembros de la secta, pero en comparación con la verdadera espada personal de Luo Binghe, esta no estaba al mismo nivel.

Shen Qingqiu volvió en sí. -¿Por qué regresaste tan rápido esta vez?

Luo Binghe se sentó en un asiento junto a él y sirvió ininterrumpidamente una taza de té, luego la empujó hacia la mano de Shen Qingqiu. -No era un desastre difícil de manejar, y también extrañaba terriblemente a Shizun, así que me apresuré a regresar sin parar a descansar.