Capítulo 45: Cultura demoníaca

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Un montón de personas temblorosas estaban apretadas frente a él... ah no, no personas, eran solo demonios. Aunque, solo por mirar su apariencia, no había mucha diferencia.

El que estaba adelante se estremeció de miedo. —Usualmente, solo... robamos

algunas pequeñas baratijas del mundo humano y las traemos de regreso para intercambiarlas por algunas cosas.

La raza demoníaca no tenía una moneda común y mayoritariamente intercambiaba. Si algo era agradable a la vista, entonces lo intercambiarían–si no, lo dejarían. En cuanto al nivel de artesanía y arte de la raza demoníaca, una pieza de bordado ordinario era equivalente a un trabajo manual de alta calidad, por lo que las diversas pequeñas baratijas del mundo humano eran entusiastamente recibidas. Las cosas de menor valor eran los diversos cristales especiales que se creían eran estrafalarios y omnipresentes en el mundo de los demonios.

¡Pero lo que el mundo de los demonios consideraba estrafalario y omnipresente era bien recibido en el mundo humano!

Shen Qingqiu cerró de golpe su abanico. Dijo seriamente: —En este lugar pobre, remoto, abandonado por Dios, la habilidad de producción está atrasada, la economía no es floreciente y la felicidad de la gente es inferior al nivel promedio. A pesar de esto, te aprovechas de la desgracia de otros y cometes el robo–en verdad, esto es algo que no debería ser hecho.

El pequeño demonio estaba enormemente confundido.

¿Cómo es que recordaba que cuando fue capturado, esta... gran persona también estaba en medio de robar... ah no, tomar prestado algo de ropa para usar?

Y este abanico plegable que era felizmente agitado por ahí, era lo mismo.

Shen Qingqiu pensó, fui forzado por las circunstancias–ciertamente, ¿no debería tener que seguir usando ropa excavada del suelo, vagando alrededor como un salvaje?

Pero esto abrió una nueva avenida de pensamiento. Si puedes darle a los pequeños demonios, anteriormente solo pequeños ladrones, un medio para adquirir estos pequeños bienes, ¿podría esto posiblemente establecer una próspera y pacífica comunidad agrícola, dándoles un nuevo terreno en una sociedad basada en cultivadores luchando contra demonios?

Shen Qingqiu, como un personaje irresponsable de novela de YY, pensó que si él tuviera que tomar a algunos subordinados bajo su ala, entonces primero debía entender la vida del lado opuesto. Preguntó amablemente: —¿Comes carne podrida?

Todos los pequeños demonios negaron con sus cabezas. Shen Qingqiu estaba a punto de soltar un suspiro de alivio cuando escuchó al pequeño líder demonio decir rotundamente: —Mi padre dijo que solo las personas ricas pueden darse el lujo de comer carne podrida...

Shen Qingqiu interrumpió. —Suficiente.

Es apenas una pregunta económica, ¡de acuerdo! Luo Binghe, después de ascender a su posición en el mundo de los demonios, es una gran persona, ¿verdad? ¡Cómo es que nunca lo ha visto disfrutar comiendo este tipo de cosas!

Una pausa. Cambió la pregunta. —¿Cuál es tu nombre? El primero respondió: —Seis Bolas.

Shen Qingqiu preguntó: —¿Qué significa eso?

Seis Bolas dijo: —Cuando nací, mi padre me abrazó y dijo que pesaba seis bolas.

Shen Qingqiu: —...

¿Qué tipo de bola? ¡¿Bola de lanzamiento o de ping-pong?! Este tipo de nombre es completamente absurdo.

El resto de ellos luchó para no ser el último en anunciar su nombre. Ninguno de ellos podía soportar ser el último escuchado. Parecía que consideraban esto como un gran honor.

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