Capítulo 39: Fuga de la Prisión de Agua

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El interior de la cueva era oscuro y lúgubre, y cuando el viento helado soplaba, la ropa mojada se le pegaba a la piel, congelándolo hasta que Shen Qingqiu soltó un firme tiritón.

A un lado, la túnica exterior de Luo Binghe todavía yacía tirada en el suelo.

La mente de Shen Qingqiu no pudo evitar divagar. Cuando Luo Binghe había estado entrenando en la Cumbre Qing Jing, olvídate de su bipolaridad de ahora, jamás había hecho berrinches casualmente. Sin embargo, su aspecto mientras se sacudía las mangas y se marchaba enojado, eso inesperadamente hizo que Shen Qingqiu viera una pequeña sombra de la ovejita del pasado.

Volviendo de sus pensamientos, todo su cuerpo estaba destruido por el frío, encima quería estornudar. Sin otras opciones, las yemas de Shen Qingqiu se cerraron cautelosamente sobre esa túnica exterior negra, y vacilantemente, se cubrió con ella.  

Inevitable. En ese momento, no se trató de él mostrándose tsundere, sino que simplemente no pudo obligarse a hacer esto frente a Luo Binghe.

En la obra original, ¡¿Luo Binghe no les entregaba a las chicas esta misma túnica cada vez que tenían sexo?!

¡Cómo podría, justo frente al protagonista!

Shen Qingqiu descubrió que cada vez que intentaba meditar o despejar su mente, siempre había alguna forma de interrupción externa. Por ejemplo, en las Cuevas Ling Xi en aquel entonces, y ahora nuevamente en la Prisión de Agua.

El camino de piedra se levantó y la cortina de agua dejó de fluir. Gongyi Xiao se apresuró a cruzar el camino, y con solo una mirada a Shen Qingqiu, sus pies se resbalaron.

—Sé... sé... sénior Shen, tú... —tartamudeó.

Shen Qingqiu no creía que hubiera algo raro. —¿Qué conmigo?

Gongyi Xiao tenía una expresión extraña en su rostro, como si no supiera si debería o no girarse e irse. Dudó afuera de la plataforma de piedra sin continuar. Siguiendo su mirada, Shen Qingqiu bajó la vista.

—Esa túnica, acaso no es la de... —dijo vacilantemente.

Shen Qingqiu suspiró. La túnica exterior de Luo Binghe.

Gongyi Xiao al fin reaccionó. Tosió rápidamente. —Cómo ha estado el sénior Shen en los últimos dos días.

—Satisfactorio —respondió Shen Qingqiu. Si no fuera tan popular, sería aún mejor. En el lapso de dos días, tres personas ya lo habían visitado. Esta lujosa habitación individual VIP en la que se encontraba temporalmente detenido, debe haber sido un artículo súper popular desde el establecimiento del Palacio Huan Hua.

—Escuché que anoche Luo-shixiong... estaba terriblemente encolerizado cuando se fue. Este menor estaba preocupado de que pudiera haberle hecho algo al sénior Shen... —Mientras hablaba, sus ojos vagaron involuntariamente a esa túnica exterior negra.

Bajo su mirada fija, Shen Qingqiu no pudo evitar apretar más la túnica sobre su pecho.

¿Hecho qué? Luo Binghe solo había hecho un berrinche y agujereado todo el lugar, derrumbando la mitad de la cueva. ¡Qué es esa mirada en tus ojos!

Shen Qingqiu suspiró. —Luo Binghe es realmente como un pez en el agua en el Palacio Huan Hua.

Gongyi Xiao sonrió con amargura. —No solo eso. El poder espiritual de Luo-shixiong es espectacular, su conducta es inquebrantable y sus acciones rápidas y decisivas. Otras personas se quedan en el tintero, así que no es de extrañar que Shizun le tenga una estima tan alta. Si [Luo Binghe] no fuera tan insistente en no aceptarlo como su maestro, me temo que yo nunca tendría la oportunidad de convertirme en discípulo principal.

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