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Capítulo 19: Enseñanza sincera

-Cuando se vive como un parásito en los Reinos Oníricos de otros, si uno cambia a menudo de anfitrión, su espíritu se debilitará y sufrirá daños durante los traslados, pero si se vive a largo plazo dentro del cuerpo de un anfitrión establecido, en lugar de ello se puede preservar y nutrir, estabilizando el espíritu -hizo una pausa-. Sénior Meng Mo, ¿podría ser que ya te acercas a tu límite, y es por eso que tienes que elegirme para ser el anfitrión que educarás?

Tras ser descubierto por él, Meng Mo no lo negó ni se enojó, sino que admitió pomposamente. -¡Así es! Quién hubiera pensado, chico, que en realidad eras tan bien versado y culto como para incluso saber algo como esto.

Meng Mo vio que su expresión era tranquila, e incapaz de reflexionar qué estaba pensando este chico, continuó: -Sin embargo, no asumas que este mayor debe tenerte sí o sí como anfitrión. Los demonios muy dotados son millones, ¡cuál no se arrodillaría y pediría este honor especial! Incluso tú deberías considerarlo detenidamente, si puedes permitirte perder esta oportunidad.

En realidad, durante estos años su espíritu se había deteriorado constantemente. Al principio, morando dentro de un artefacto demoníaco, había estado felizmente viviendo allí, y con ciento ochenta años de meditación, habría estado rebosante de energía otra vez, pero tenía que suceder que Sha Hualing, inconsciente de esto y en una serie de extrañas coincidencias, usara el artefacto como arma y lo descargara en Luo Binghe, y Meng Mo ya no tenía la fuerza para buscar otro anfitrión.

Pero en el camino a su muerte, había descubierto inesperadamente que enterrado dentro del cuerpo y la conciencia del chico en el que ahora moraba, un poder apenas perceptible e increíble yacía oculto, y se alborozó. ¿Cómo podía dejar pasar esto?

Ya había decidido que, sin importar cuán severamente se rehusara Luo Binghe, adularía y fastidiaría, amenazaría y prometería. Incluso si eso significaba agotar todos los métodos, lo convencería de aprender técnicas demoníacas de sí mismo para hacer de su cuerpo y conciencia una residencia aún más adecuada.

-Este mayor te dará tiempo, así que piénsalo detenidamente -dijo Meng Mo-. De lo contrario, atraparé tu consciencia y la de tu shizun en el Reino Onírico para siempre. ¡Este mayor es capaz de eso!

La cabeza de Luo Binghe se levantó de golpe, y en un instante, ante la luz fría que destelló en los ojos del joven, Meng Mo se congeló, intimidado.

El comportamiento gentil y humilde de Luo Binghe de antes se había ido por completo, su voz heladísima. -Ahora mismo discutes términos conmigo y eres libre de decir cualquier cosa. ¡Pero si dañas a Shizun, todo queda nulo!

Meng Mo estuvo congelado durante mucho tiempo antes de finalmente regresar en sí, atónito de que en realidad había sido aterrorizado por el poder de la presencia de un cultivador del Reino Humano insignificante y ordinario.

¡Por supuesto que no sabía que este tipo de presencia, en las generaciones posteriores, era llamada el aura de genialidad (exclusiva del protagonista)!

La cueva de repente explotó con una risotada.

-¡Chico, realmente tienes mal genio!

Después de que esa voz antigua terminara de decir esas palabras, Luo Binghe inmediatamente sintió que sus extremidades se volvían pesadas, el paisaje a su alrededor girando antes de sumergirse en la oscuridad. En un instante y con un sobresalto, Luo Binghe se despertó dentro de la leñera, su camiseta completamente empapada.

Y al mismo tiempo, Shen Qingqiu también saltó sobre la cama cual cadáver que cobra vida después de la muerte.

Con la cabeza y la visión mareadas y girando, jadeó por un rato, y solo entonces finalmente se relajó.