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El sol brillaba sobre el patio de la escuela, donde Chuuya estaba sentado contra el tronco, mientras Nikolai caminaba de un lado a otro, con gesto pensativo.

— ¿Qué te pasa, Nikolai? Te veo inquieto— comento Chuuya, notando la expresión preocupada de su amigo.

Nikolai se detuvo frente a él y suspiró. — Es sobre.... — se detuvo pensando en si contarle que estaba enredado en un dilema amoroso. Después de meditarlo pensó que lo mejor era contarle tal vez así le daría un consejo, después de todo era su mejor amigo ¿ Verdad? decidió confiar en el pelirrojo creyendo que no se burlaría de el.

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Grave error ahora Chuuya se encontraba tirado en el pasto teniendo un ataque de risa, por lo que le revelo. Desconcertado y avergonzado por la reacción del contrario, Nikolai lo miró con incredulidad — ¡¿Que es tan gracioso?! — preguntó, sintiendo que su confianza había sido traicionada.

– Chuuya como pudo se volvió a sentar y tratando de contener la risa lo miro — Es solo que... no puedo creer que te gusta el anémico ese. — después de decir eso volvió a reír, incapaz de contenerse.

Nikolai ya arto de su risa le miro indignado – ¿ Así? Pues al menos a mí no me gusta una persona que parece un momia mal envuelta — contraatacó, frustrado por la reacción de su amigo.

La risa de Chuuya se detuvo de repente, reemplazada por una mirada fulminante. — ¡Oye, con mi hombre no te metas! —exclamó, dando inicio a una acalorada discusión sobre quién era mejor: ¿Fyodor o Dazai?

La discusión continuó durante varios minutos, con intercambio de argumentos y réplicas, cada uno defendiendo con vehemencia a su interés amoroso. Finalmente, exhaustos y sin llegar a ninguna conclusión, los dos amigos se cansaron y se sentaron, mientras observaban a los demás estudiantes pasar.

Chuuya soltó un suspiro.— Bien, ¿Cómo aremos para poder acercarnos a ellos? Son tan populares y nosotros... nosotros somos solo unos chicos normales.

Nikolai frunció el ceño, tratando de entender lo que su amigo estaba tratando de decir. Antes de que pudiera formular una respuesta, Chuuya, visiblemente molesto por su falta de comprensión, le dio un golpe en la cabeza.

– No me mires así — gruñó Chuuya — Hablo de cómo vamos a acercarnos a Dazai y a Fyodor.

Nikolai se frotó la parte afectada de su cabeza y miró a Chuuya con indignación.— Con tu carácter de chihuahua rabioso, dudo que Dazai te haga caso.

Chuuya lo miró con furia, conteniendo a duras penas las ganas de lanzarse sobre él. Si cometía un crimen ahora, jamás podría casarse con Dazai, y estaba decidido a descubrir si en realidad todo su cuerpo estaba envuelto en vendas o si solo era la parte visible, era una duda que no lo dejaba dormir tranquilo.

Nikolai levantó las manos en señal de rendición. — Lo siento, Chuuya. Solo estaba bromeando. Pero tienes razón, necesitamos un plan si queremos tener alguna oportunidad con ellos.

Chuuya asintió, relajando un poco su postura. — De acuerdo. Necesitamos algo que llame su atención, algo que los haga notarnos.

Decididos a dar el primer paso hacia sus amores platónicos, Chuuya y Nikolai continuaron discutiendo planes y estrategias para acercarse a Dazai y Fyodor.

Nikolai frunció el ceño, perdido en sus pensamientos. — ¿Qué tal si organizamos una actividad impresionante? Podríamos demostrarles nuestras habilidades y tal vez así nos vean de manera diferente.

Chuuya consideró la idea por un momento antes de asentir con entusiasmo. — ¡Eso es genial! Podríamos destacar y captar su atención. ¡Vamos a hacerlo!

Travesuras Amorosas (Soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora