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Después de su primer encuentro, Chuuya no podía dejar de sonreír; estaba radiante de felicidad, convencido de que nada podría arrebatarle esa sensación. Al terminar las clases, continuaba perdido en sus fantasías. Nikolai, a su lado, compartía su alegría, aunque en ocasiones se le notaba un tanto afligido, procuraba darse ánimos. Sus pensamientos fueron abruptamente interrumpidos por la voz entusiasta de Atsushi, quien se acercaba corriendo con una sonrisa, seguido de cerca por Akutagawa, con su expresión seria de siempre, avanzando con paso lento.

– ¡Chicos! ¡Chicos! — exclamó Atsushi emocionado al llegar frente a ellos. — ¡Ya tenemos fecha para nuestra tan esperada salida! Así que vayan preparándose — anunció.

Chuuya entró en pánico al enterarse que solo tenía dos días para alistarse y no tenía ni idea de qué ropa usar. En ese momento Akutagawa intervino entonces, diciendo — Ahora, se dará inicio a la segunda parte del plan.

Esto llamó la atención de Chuuya y Nikolai. Aunque Chuuya estaba molesto con Akutagawa, no le quedó más remedio que escuchar atentamente el plan.

— Para el siguiente paso aprovecharemos esa salida, se juntaran en parejas esto les servirá de ventaja para que se conozcan mejor. Tienen que verse interesantes y les advierto que no hagan el ridiculo.— el pelinegro  hablo con un tono amenazante.

Chuuya y Nikolai asintieron repetidas veces. Akutagawa podía dar miedo en ocasiones.

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Mientras tanto, en otra parte de la institución, Fyodor y Dazai estaban teniendo una conversación tranquila, con Dazai llevando la mayor parte de la conversacion y Fyodor escuchando atentamente, asintiendo en ocasiones.

—¿No estás feliz? —preguntó Dazai, captando la atención de Fyodor.

Fyodor le dirigió una mirada aburrida, sin comprender de qué hablaba Dazai. Este continuó —Estaba hablando sobre esa salida. ¿No te emociona salir con Nikolai? Después de todo, te gusta mucho, ¿verdad?

Fyodor desvió la mirada hacia la ventana antes de volver a enfrentar a Dazai con una sonrisa enigmática — Lo mismo pregunto yo. Estoy seguro de que debes estar muy emocionado al salir con ese pelirrojo, ¿verdad?.

Dazai simplemente le devolvió la sonrisa y ambos dirigieron la mirada hacia la misma dirección donde los cuatro chicos seguían hablando animadamente.

En un susurro apenas audible, Dazai comentó — Lo estoy.

Fyodor escucho lo que dijo, el estaba igual de contento después de meses de observar al peliblanco y no tener el valor de acercarse por fin podría interactuar con el y hablar de las cosas que tienen en común. Pues se tomo la molestia de averiguar sobre el aun que era muy acosador de su parte hacer eso, era la primera vez que alguien le llamaba mucho la atención aunque  no es el único quien empezó a buscar información, Dazai también lo hizo. 

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Volviendo con el pequeño grupo de amigos Akutagawa finalizó de contar el plan muy orgulloso de si mismo, y Atsushi expresó su esperanza de que todo saliera bien.

—Confío en que saldrá excelente y si falla es tu culpa Emogawa —añadió Chuuya, con un tono acusador.

Estas palabras molestaron a Akutagawa, quien se sintió atacado. —¡¿Cómo puedes insinuar que algo saldrá mal?! —exclamó Akutagawa, visiblemente molesto—. Soy un experto en planificar, y si algo falla, no será culpa mía, sino por que ustedes son muy idiotas para hacer algo bien.

Chuuya se sintió insultado por la acusación y se preparó para confrontarlo, pero antes de que pudiera hacerlo, Nikolai intervino.

—Deberíamos mantener la calma —sugirió el heterocromatico, tratando de calmar los ánimos.

Chuuya respiró profundamente, intentando tranquilizarse.

—Tienes razón, Nikolai. No vale la pena enfadarse por esto —dijo, aunque todavía se notaba un dejo de frustración en su voz. Después de un silencio Atsushi habló. — Akutagawa tienes buenas ideas.

Con una sonrisa de satisfacción, Akutagawa mencionó —Exactamente, solo alguien con mi nivel de perspicacia podría haber ideado algo tan útil — El pelinegro comenzó a alabarse a sí mismo, lo que hizo que los tres lo miraran con extrañeza.

Chuuya se acercó más a Nikolai y le susurró — ¿Viste cómo se llena de elogios a sí mismo?

Nikolai asintió y respondió en tono burlón — Sí, creo que el destino decidió no darle cejas para que se mantenga humilde, pero parece que no lo logra.

— Es por eso que tiene un peinado raro — agregó Chuuya.

Atsushi se tapó la boca para evitar reír, mientras que Akutagawa frunció el ceño molesto por lo que murmuraban — ¡Mis cejas no tienen nada que ver con el peinado! — exclamó, lo que provocó más risas entre sus compañeros.

Asi trancurrio el dia entre bromas y peleas.
Cuando sonó la campana anunciando el regreso a clases, ambos menores se despidieron de sus superiores y se dirigieron a sus aulas.

Mientras Chuuya y Nikolai se dirigían a su salón, Chuuya confesó que estaba nervioso y preocupado por quedar bien ante Dazai.

—No te preocupes, seguro que todo saldrá bien —respondió Nikolai, tratando de tranquilizarlo—. Y espero caerle mejor a Fyodor.

Chuuya asintió, agradeciendo el apoyo de su amigo.

—Entre los dos lo loraremos —dijo Chuuya, tratando de mantener la confianza.

Una vez que se despidieron, cada uno ingresó a su respectivo salón. Chuuya se acomodó en su asiento y pronto aparecieron Tachihara y Kajii, quienes lo saludaron.

Tachihara aprovechó para preguntarle a Chuuya si había estudiado para matemáticas.

Chuuya respondió con pánico —¡Oh no! ¡Me olvidé completamente de estudiar!

Tachihara levantó una ceja, sorprendido —¿En serio? ¿Y ahora qué vas a hacer?

Chuuya comenzó a hojear frenéticamente su libro de matemáticas —¡Tendré que repasar todo rápidamente antes de que comience la clase!

Kajii, con una sonrisa despreocupada, comentó —Yo tampoco estudié.

Esto desconcertó a Tachihara, quien lo miró con incredulidad. — ¿Y lo dices tan orgulloso?— cuestionó.

 A pesar del nerviosismo inicial, Chuuya se sintió algo reconfortado al darse cuenta de que no era el único en esa situación. Sin embargo, el desafío de repasar todo a último momento se convirtió en su principal preocupación mientras se preparaba para la clase de matemáticas.

Mientras tanto Nikolai estaba concentrado en su lectura cuando Sigma, un amigo suyo, lo interrumpió.

—¿Hey, Nikolai, podrías prestarme la tarea para copiarla? Me olvidé de hacerla —solicitó Sigma.

Nikolai frunció el ceño, procesando la petición de su amigo, y luego se dio cuenta de que también había olvidado hacer la tarea.

—¡Lo siento, Sigma! pero también olvidé hacerla. Deberíamos ponernos a trabajar en ella ahora mismo —respondió Nikolai, tomando su cuaderno y comenzando a hacer la tarea apresuradamente. Juntos, se dispusieron a completar la tarea lo más rápido posible para evitar problemas con su profesor. A medida que trabajaban juntos, la tensión inicial se transformó en un sentido de camaradería mientras se ayudaban mutuamente a recordar los conceptos y resolver los problemas. A pesar del contratiempo, Nikolai estaba agradecido por tener a Sigma como compañero para enfrentar el desafío de última hora.

Cuando dicen que los verdaderos amigos tienen cosas en común no esta muy alejado de la realidad, un claro ejemplo son esos dos. ¿Cómo les ira en sus asignaturas?

Travesuras Amorosas (Soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora