Travesuras Amorosas (Soukoku)

Fin

Después de mucho llego la ceremonia de graduación marcaba el fin de una etapa y el inicio de una nueva aventura para todos. Después de recibir sus diplomas y celebrar con sus familias, Atsushi y Akutagawa se acercaron a sus amigos para felicitarlos por este logro. 

–  ¡Felicidades, chicos! Han terminado con éxito esta etapa de sus vidas.

Akutagawa también se unió a las felicitaciones y se acercó a Dazai para expresarle sus buenos deseos. — Dazai-san , felicidades por graduarse. Ha trabajado duro.

– Gracias, Akutagawa-kun.

Luego, Akutagawa se dirigió a Chuuya con una expresión más seria. – Lamento no decir lo mismo de ti, estoy feliz de no verte, has echo de mi vida un infierno.

Chuuya, sintiéndose  ofendido  por las palabras de Akutagawa, se enfadó instantáneamente. ¿Qué diablos estás insinuando, Akutagawa?

Chuuya y Akutagawa estaban en su típica pelea, con Atsushi y Dazai tratando de separarlos antes de que las cosas se pusieran realmente feas.

– ¡Akutagawa, deja de molestar y ponte serio por una vez!

– ¿Y tú por qué no te preocupas de tus propios asuntos, enano?

En medio de la tensión, de repente, ambos se quedaron callados, mirándose el uno al otro. Chuuya sintió un nudo en la garganta y sus ojos se llenaron de lágrimas. — Akutagawa...

Dazai, notando la reacción de Chuuya, se acercó con preocupación. — Cariño ¿Qué sucede?

Akutagawa, sorprendido por la inusual muestra de vulnerabilidad de Chuuya.—  ¿Por qué estás llorando, nomo de jardin?

Chuuya se acercó a Akutagawa y lo abrazó con fuerza. — Voy a extrañar molestarte, Akutagawa.

Akutagawa se quedo un tiempo tratando de analizar lo que estaba pasando y después de un rato también abrazó a Chuuya, siendo incapaz de contener sus propias lágrimas.

– Y yo voy a extrañar burlarme de ti, Chuuya-san.

Entre abrazos y lágrimas, Chuuya intentó romper la tensión con un toque de humor.

–  Estoy seguro que tus cejas podrán crecer algún día.

Akutagawa, tratando de mantener el tono ligero, respondió con una sonrisa forzada.

–  Lamento no poder decir lo mismo de tu altura.

Y así, entre lágrimas y risas, Chuuya y Akutagawa encontraron un momento de conexión genuina en medio de su habitual conflicto.

Después de una emotiva graduación, todos se dirigieron a la casa de Dazai para celebrar el logro. La atmósfera estaba llena de emoción y nostalgia mientras compartían historias y recuerdos de sus días en la escuela.

Las risas resonaban en la sala mientras cada uno compartía sus propias anécdotas. Sin embargo, Atsushi se sentía un poco melancólico al darse cuenta de que ya no pasaría los recreos con sus superiores.

–  Es extraño pensar que no estaremos juntos todos los días.

Sin embargo, todos prometieron mantenerse unidos, lo que animó un poco a Atsushi.

Pero la celebración tomó un giro inesperado cuando Fyodor y Dazai sacaron algunas bebidas alcohólicas. Chuuya, que no tenía mucha resistencia al alcohol, se emborrachó rápidamente y comenzó a acercarse a Dazai.

–  Dazai, eres tan... tan...

Dazai empezó a reír — Cariño creo que es hora de que te sientes y descanses un poco.