"𝘚𝘶𝘴𝘱𝘪𝘳𝘰𝘴 𝘋𝘦 𝘈𝘮𝘰𝘳.." [Gadri]

13.

[Pablo gavira, si no mueres hoy no se cuando lo harás]

No eran las mejores palabras de aliento.
Lo sabía.

Pero que más podía hacer cuando Pedro había puesto seguro a la habitación y lo miraba como si de un cordero se tratara.

¿Podía ser el final de su virginidad?
Tal vez.

¿Estaba feliz por eso?
Tal vez.

Trago en seco cuando miro un destello filoso en los ojos marrones del más alto, atinando a mover sus manos por el marco de la ventana.

_No te atrevas a salir Pablo, porque si no, ahora si estarás en graves problemas.

Se petrificó por completo ¿Porque carajo le gustaba que fuera dominante? A lo mejor estaba volviéndose loco, como no hacerlo, se estaba volviendo loco, loco por tener a pedro para el.
Las feromonas se dispararon tal como un arma, eso le asustaba, le asustaba porque aquella arma apuntaba a su cabeza.
Su lobo aullaba de felicidad, rasguñando y chillando por el Alfa que caminaba a él como un lobo cazando a su presa.

Sus piernas flaquearon cuando el aroma del hombre pasó de ser algo suave a uno fuerte, embriagador, uno que le gustaba y lo atontaba.

"Pedro!~

Ahí estaba de nuevo, su omega tomando el control, miró una última vez con la mirada brillante la sonrisa encantadora del hombre que ahora había perdido el Café en sus ojos remplazado por un dorado fuerte e intenso, uno digno de un Alfa como Él.

Ya no podía resistir más, no con la tentación encima de él, aplastando como una vil hoja frágil, pedro pudo apreciar el exquisito aroma dulzon del Omega, ese que adoraba con el alma, viendo el brillo encantaromente rojizo. Uno de celo.

_¿Seguro?

_Más que nunca...

Y esa fue su bandera verde, la que tanto necesitaba.

Apreso al castaño en sus brazos sin perder el tiempo capturando sus suaves labios en un beso desesperado y caliente.

El Omega recargada sus manos en el pecho del Alfa deslizándo sus suaves y tersas manos blancas por el abdomen trabajado y duro De su Pedro.

De su Alfa.

El oxígeno se volvió un problema obligándonos a separarse en busca de aire dejando un hilo de saliva conectados, uno que no duraría mucho porque nuevamente el Alfa atacaba su boca está vez aprovechando la despistes del castaño adentrando su lengua en la cavidad vocal de su Omega iniciando una batalla en la que terminaría ganando el Alfa.

Las manos de este apretaron las caderas del más bajo pegándose más para que aquel chico sintiera lo que le provocaba, aquella dureza que seguramente aguantaría toda la noche.

Los rayos del sol pegaron directamente en su rostro, despertandolo.

_Carajo...

Murmuró ronco, dandose la vuelta con cuidado, lo cual al parecer no fue una idea buena, parecía que lo habían golpeado en la cadera con un martillo.

[¿Porque me duele tanto la jodida cadera?]

Se cuestiono, estaba muy cansado, tallando sus ojos con flojera, no estaba preparado para un nuevo día, no cuando sentía que había corrido un maratón.

El gruñido de alguien a su lado lo paralizó, eso debía ser una broma, oh al menos eso pensó Pablo.

Miro a su lado con temor, encontrándose con el tranquilo y bello rostro de su amado, que dormía pacífico ajeno a él.
Regreso su mirada lentamente a la sabana que lo cubría y mecánicamente levantó la capa que lo cubría, enrojeciendoce al descubrir su desnudez.

_Ahora todo tiene sentido, la cadera, pedro a mi lado, estoy desnudo y me duele el cuerpo como si me hubiera arrollado un camión..

Yo, lo hice con Pedro...

No estaba tan mal, era pedro después de todo, volvió a recostarse mirando al techo con una sonrisa.

¿Porqué lo ponía tan feliz haber perdido su florecita con Pedro?

Negó con la cabeza y se dispuso a levantarse, tenía que ducharse, se sentía pegajoso, no sabe si por el sudor o por...

Bueno, dejemoslo como si solo el sudor estuviera en su cuerpo.

Se tambaleó un poco, dolía bastante, ahora si se arrepentía de haber dado su florecita.

_¡Joder! Duele muchísimo tío..

Miro con el ceño fruncido al calmado pedro que dormía con si nada en la cama, suspiro sin remedio alguno ayudándose de cualquier mueble o pared, dolía sostenerse por si mismo.

Llego al baño de la habitación, quejandose como niño chiquito, se paro en seco frente al espejo de ahí, admirando su piel blanca con marcas rojas, mordidas, chupetones y...

_Esto no se quitara hoy...Ni mañana...

Paso la llema de sus dedos por aquellas marcas, embobado en cada una de ellas, salió de su trabce recordando su objetivo, ducharse, cerró la puerta y abrió el grifo de la tiana, esperando a que se llenase.

:>

Chao Bacalao..🧸