"𝘚𝘶𝘴𝘱𝘪𝘳𝘰𝘴 𝘋𝘦 𝘈𝘮𝘰𝘳.." [Gadri]

06

Lloro tan fuerte como su garganta y pulmones le dieran la posibilidad, estaba muy asustado, tras de leonor estaban aquellos hombres de traje con armas, escucho los leves alaridos de Vinícius y por un momento deseo que pedri solo le abrazara.

Sintió las pisadas del Alfa tras de el y la sola presencia de este le transmitió paz, algo sorprendente porque acababa de golpear brutalmente a su ex..
Se giro para quedar frente al Alfa que lo miraba con ojos de tristeza, le abrazo escondiendo su cara en el pecho de pedro, el abrazo fue correspondido llenándolo de su aroma, leonor tenía una expresión de lástima.

Gimoteaba y suspiraba mientras descansaba su cabeza sobre el pecho del Alfa aferro sus brazos en el cuello del Alfa y respiro tartamudeando el poco aroma del Alfa.

–¿Ya había pasado esto antes?

–N-no, solo lo había detenido un par de veces reclamándole, pero nunca había llegado a los extremos, Gavi siempre se había defendido..

–Joder..

El Alfa dejó un suave beso sobre la cabeza de Omega, poso sus manos en las caderas de este y con poca fuerza lo alzó para que Gavi enrollara sus piernas en la cintura de Pedro.
Dejo que buscará refugio en su cuello y delicadamente camino hasta su auto, no sin antes mirar a sus hombres y asentir, hablar no fue necesario para que sacaran a Vinícius como si de un animal se tratara subiéndolo a un coche blanco donde 3 más subieron, Leonor miro por última vez como el Alfa subía con Gavi en brazos a aquel Ferrari.

Suspiro mientras acomodaba su mochila y la de Gavi, Pedro la vio una última vez y Leonor asintió tranquila mientras se alejaba de ahí.

Las aves sábanas acariciaban su mejilla, tallo sus ojos mientras se sentaba en aquella cama matrimonial desconocida para el, sus ojos ya se habian acostumbrado a la iluminosidad de la habitación y cuando recordó lo sucedido sintió una presión en su pecho, se dio el gusto de cureosar por la habitación, no había mucho, las paredes eran grises y la puerta de madera negra. Habían un par de mesitas de niche igual de color negro a los lados de la cama y una gran Alfombra blanca por el piso.

Se puso de pie agradeciendo que seguía conservando su ropa, se acercó a la puerta y dudo un momento para abrir. Grio la perilla saliendo de la habitación silenciosamente.

–¿Pedro?

Camino por el pasillo apreciando la cantidad exorbitante de cuadros y ventanales. Jarrones de porcelana y arreglo florales que parecían costar más que su celular.

Llego a lo que parecia ser la sala apreciando la decoración, los sillones de cuero y aquellos detallados tan sutiles y hermosos.
Había una chica que limpiaba aquel brillante piso, así que bajo las escaleras y se acercó a ella.

–Disculpa...¿Sabes donde esta Pedro?

–Hola chico ¿Tu debes ser Gavi verdad?– La dulce sonrisa de la chica lo hizo sentirse seguro.

–Así es un gusto.

–El gusto es mio, me llamo Aurora, el señor Gonzales salió ah hacer una diligencia.

–Aah, vale

–¿Gustas algo de comer?

–Umm si porfavor.

Sonrió tímido, aquella doncella dejo la escoba recarcagada en la pared, lo tomó de la mano y lo llevó hasta la gran cocina, habían más chicas y chicos ahí, pero dominaban las mujeres, todas y cada una le vieron con una sonrisa, eran jóvenes todas, excepto por un señor ya mayor con traje de cocinero, tal vez el Chef.

Aurora parecía ser la más joven, tal vez de su edad, aquella doncella le soltó y le presentó, todas dejaron de hacer sus labores y pusieron atención.

–Chicas, el es Gavi, el joven Omega del que nos hablo el señor Gonzales.

–Hola– Fue lo único que dijo mientras sonreía nervioso.

–Es más lindo de lo que nos contó el señor Gonzales.

–Sii, parece un niño pequeño.– Hablo una dulce anciana con una sonrisa.

Sus mejillas se tiñeron de un rosa y sus ojos brillaron. Sonrió dulcemente mientras recibía un plato de frutas, había de todo, fresas, mango, uvas y sandía, amaba las frutas.

Se sento en la mesa disfrutando del Ambiente en esta, las chicas reían y bromeaba con el como si fueran conocidos de años y eso le encantaba, termino las frutas, recogió su plato sucio llevandolo al fregador, lavo aquel plato mientras reía de algunas anécdotas graciosas de Pedro.

–El señor Gonzales adora pasar el rato con nosotras cuando sabe que nadie lo ve.

–El sigue siendo un niño pequeño

–El señorito Pedro es un joven dulce con nosotras, después de todo fuimos nosotras quienes lo criamos.

-Joven Gavi usted que es de el señorito Gonzales?

Sintió un escalofrio en su columna.

–-Supongo que estamos saliendo..El lleva un par de semanas cortejeandome.

–¡Que emoción, tendremos un cachorro por aquí!

Las mariposas de su estómago se alteraron y sintió su rostro arder, estaba como un tomate, río ante el comentario mientras las demás Señoras apoyaban a aquella Señora llamada Monica. Ahora estaba imaginándose un futuro con Pedro, suspiro de amor sonriendo inevitablemente..

Pero aunque sus suspiros ya eran de Pedro, su corazón aún no, tenía que luchar si quería ser el dueño de él.

:>

Chao Bacalao..🧸