Capitulo 12

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—Sí, sabes que amo mi trabajo como diseñadora, pero mi verdadera pasión es el arte.

—Lo llevas en la sangre. Recuerdo cuando mamá nos contaba que su abuelo era un reconocido artista en Inglaterra, incluso había trabajado para la Reina y había pintado unos cuadros que decoraban una de las paredes del Palacio Real.

_______ asintió. Ella misma había escuchado, cientos de veces, la historia del abuelo Henry Forrester, que había vivido en Inglaterra a finales del siglo XIX. Cansaba a su madre pidiéndole que se la contara y anhelaba poder visitar aquel lugar algún día y contemplar las pinturas de su bisabuelo en persona.

—Aún tienes pendiente ese viaje a Londres.

—Sí. Tal vez el próximo año pueda escaparme y cumplir ese sueño que tengo desde niña —dijo con la emoción instalada en sus ojos.

—_______, no quiero quitarte la ilusión ni mucho menos, pero —dejó el videos.univision.com/?ftloc=foros:urls">link N/A/rover/1/711-53200-19255-0/1?toolid=10029&campid=CAMPAIGNID&customid=CUSTOMID&catId=267&type=2&ext=231009945678&item=231009945678" target=_blank>vaso de refresco casi vacío sobre el suelo de madera— no podemos hacer como si nada hubiera sucedido. Lo de Ambar ha sido espeluznante, y las sospechas de la policía.

—¿Qué es lo que te han dicho?

—Cuando el detective Horan y tú se fueron ido a hablar en privado a la cocina he aprovechado para hacerle algunas preguntas a su compañera.

—Harry.

—Estaba preocupado por ti, _______. Debía saber lo que estaba sucediendo. —Había evitado hablarle del asunto pero como la hora de marcharse y dejarla sola se estaba acercando no le quedó más remedio que hacerlo—. ¿Por qué no me habías mencionado nada de los asesinatos?

_______ percibió el reproche en sus palabras.

—No quería alarmarte, Harry. Tal vez no tenga nada que ver...

—La policía piensa que sí —la interrumpió agitado.

No dijo nada, no había nada que pudiera decir para tranquilizar a su hermano si a ella también la asaltaban las mismas sospechas y el mismo miedo.

—¿Te quedas hasta que vuelva Emma? —preguntó y buscó su mano para aferrarla entre las suyas.

—Me quedo, sí. —Una sensación conocida ya para él lo embargó casi de inmediato.

Ambos se quedaron allí, con la mirada clavada en el firmamento, conscientes de que, tal vez, sería solo cuestión de tiempo antes de que todo volviera a ocurrir.

—Soy el detective Horan y esta es mi compañera, la detective Castro. —La recepcionista del Fresno Bee, uno de los periódicos más prestigiosos de la ciudad, los miró de arriba abajo mientras se preguntaba qué estarían buscando ese par de policías que parecían salidos de alguna serie de televisión que el canal local trasmitía cada jueves por la noche y que ella nunca se perdía. Debía reconocer que el hombre que estaba frente a ella, recostado sobre el mostrador, era más guapo que el protagonista de su serie favorita.

—¿En qué puedo ayudarles? —les preguntó a ambos, pero su atención estaba centrada en Niall.

Camila había pasado casi desapercibida para la mujer morena que lucía una camisa de color violeta exageradamente escotada.

—Buscamos a la señorita Emma Howard. — Niall le sonrió y provocó que la joven se ruborizara.

—Emma es la asistente del señor Phillips, su oficina está en el segundo piso —le informó.

—Gracias, preciosa.

Camila le dio un codazo mientras esperaban que el ascensor que acababa de bajar se vaciara.
Niall le respondió con una sonrisa. Sabía que a su compañera no le gustaba ser ignorada casi por completo, sobre todo porque cuando se lo proponía, podía parar hasta el tráfico.

—Ya nos tocará un recepcionista de sexo masculino —le dijo él mientras fingía pesar.

Cami no dijo nada pero el fuego que destilaban sus ojos lo decía todo.

—De vez en cuando deberías dejarme usar mi propio encanto —comentó Niall, mientras entraban al ascensor.

—Solo espero que lo uses en la dirección correcta —le espetó ella.

Niall supo de inmediato a qué se refería. Su compañera había percibido algo en su actitud hacia _______ Styles, y ese algo le estaba molestando. Trabajaban juntos desde hacía dos años y se conocían muy bien. Él sabía que si Felicity le decía aquello, era solo porque estaba preocupada por él.

Temía que perdiera objetividad y eso lo llevara a un punto del cual ya no habría retorno.

El viaje hasta el segundo piso se hizo en completo silencio; sin embargo ambos sabían que había un tema pendiente por tratar y que debían hacerlo lo antes posible.

Emma reconoció a Niall de inmediato y le hizo señas de que se acercara a su escritorio apenas lo vio.

—¡Detective Horan, qué sorpresa! —Se levantó de la silla y lo invitó a sentarse a él y a la mujer que lo acompañaba.

—Ella es Camila Castro, mi compañera.

—Un placer conocerla.

—Igualmente, señorita Howard.

—¿En qué puedo serles de utilidad? —Cerró una carpeta que estaba revisando antes de que ellos llegaran y les sonrió.

—Estamos aquí para hacerle algunas preguntas —dijo Niall y le devolvió la sonrisa.

—Adelante.

No me olvides (Niall Horan & Tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora