Capitulo 20

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A la mañana siguiente, tal y como Niall le había dicho, él mismo se encargaría de llevarla a Sunrise Press.
_______ se despertó cerca de las ocho y tras darse un baño y vestirse con una falda azul oscuro y una camisa a tono, salió de la habitación. Llevaba aún el cabello suelto y cuando Niall la vio pensó que sin duda era una mujer hermosísima, simple y naturalmente bella. No necesitaba ni siquiera maquillarse; su rostro aniñado y fresco resaltaba por sí mismo.
_______ se detuvo en seco cuando lo vio salir de la cocina, llevaba puesto solo los pantalones de su pijama y su torso estaba desnudo.
No era la primera vez que veía a un hombre semidesnudo pero no pudo evitar sentirse turbada frente a él. Sus ojos se sintieron atraídos por el magnetismo animal que despedía Niall. Contempló sus hombros anchos, el pecho bien formado cubierto con un poco de vello oscuro que bajaba por su estómago, plano y firme, y terminaba perdiéndose bajo la tela de su pijama. Alzó la vista y sin poder evitarlo los colores se le subieron a la cara cuando se enfrentó a su mirada. Algo en sus ojos había cambiado, había deseo en ellos y _______ sintió la misma sacudida que provocaba un choque eléctrico.
—Buenos días.
Su voz sonaba más ronca de lo habitual y aquellas dos palabras solo lograron agitarla aun más. Era un simple saludo de buenos días pero a _______ le pareció que le estaba pidiendo que hicieran el amor allí mismo.
—Bu... buenos días. —_______ se interrumpió y tragó saliva.
—Tienes el desayuno listo; yo, mientras tanto, me daré una ducha —le indicó con una sonrisa.
_______ asintió y desvió la mirada. Lograba estremecerla con solo sonreírle y aquello ya no era normal.
Sola en la cocina tomó una taza de café y se comió una tostada. Luego, salió a la terraza y encontró a Sam, que aún descansaba en su posición favorita, las patas delanteras a ambos lados de la cabeza y los mofletes pegados al suelo.
Cuando Niall salió de la habitación la buscó en la cocina pero no la halló. Fue hasta la sala y entonces la vio en la terraza apoyada sobre el balcón. Se quedó un momento contemplándola antes de anunciarle su presencia.
Le estaba dando la espalda y su mirada bajó hasta la falda estrecha que se ceñía a sus caderas y terminaba por encima de sus rodillas. Su larga melena castaña caía libremente sobre la espalda y el sol le daba algunos matices dorados. Ella volvió el rostro y los rayos de sol iluminaron su perfil casi perfecto. Unas pestañas largas y espesas, una nariz redondeada y aquellos labios carnosos que, cada vez que la tenía cerca, solo deseaba besar.
_______ se dio la vuelta y entonces lo vio. Sabía que él estaba allí, había sentido su presencia aún sin verlo y cuando lo vio avanzar hacia ella tuvo que sostenerse con fuerza del balcón para controlar el temblor que le recorría el cuerpo. Era demasiado apuesto y su sola presencia atentaba contra ella y su fuerza de voluntad. Le dedicó una fugaz mirada. Se había puesto unos vaqueros azules que resaltaban los músculos de sus piernas y una camisa blanca tan estrecha que _______ percibió la firmeza de su pecho debajo de ella. Él se acercó más y antes de que pudiera decir o hacer algo ella intervino.
—Si no nos damos prisa, llegaremos tarde.
Pasó a su lado y lo dejó solo en medio de la terraza. Niall no tuvo más remedio que correr detrás de ella para alcanzarla.
—Necesito volver a mi rutina, recuperar mi vida —le dijo ella, de repente, mientras iban de camino a la editorial.
—Te escucho —le respondió con atención.
—Lo de mi trabajo, ya te lo expliqué; hablaré con Jennie y ella sabrá qué hacer al respecto. Pero hay otras cosas —hizo una pausa—. Mis pinturas, extraño pasar las horas encerrada en mi taller, tal vez no lo entiendas, pero para mí significan mucho.
—Comprendo.
—Hay algo más. Estoy acostumbrada a salir a correr todas las mañanas. Ya hace tres días que no lo hago y mi cuerpo me lo está pidiendo.
Niall la miró; debían existir muchas otras cosas que su cuerpo le pedía y que ella le negaba.
_______ se movió inquieta y creyó que el bolso que sostenía en la mano se le caería al suelo.
—¿En qué piensas? —Se arrepintió enseguida de haberle hecho esa pregunta al descubrir la manera en que él la estaba mirando.
—Veamos; para lo del taller, creo tener la solución perfecta. Solo déjame arreglar algunos asuntos y haré todo lo posible para que puedas recuperarlo.
—Gracias. —Un destello de alegría encendió sus ojos castaños.
—Con respecto a lo otro, no puedo obligarte a que no lo hagas, pero tienes un gimnasio a tu entera disposición en la terraza.
—Pero me gusta correr, sentir la brisa que golpea contra mi rostro.
—No puedes salir sola todas las mañanas, es peligroso y lo sabes —la interrumpió.
_______ estuvo a punto de protestar.
—¡Está bien, está bien! Veo que es importante para ti. —Sonrió de oreja a oreja—. Yo mismo te acompañaré, pero, cuando no pueda hacerlo, no saldrás tú sola, ¿de acuerdo?
_______ ni siquiera dudó un instante en aceptar su propuesta. Volvería a salir y a respirar la libertad que sentía que le estaban quitando al menos un rato cada mañana.
—Empezaremos mañana.
—¡Genial! —_______ le indicó que faltaban tres calles para llegar a la editorial y cuando por fin el Mustang se detuvo frente al edificio lo miró y le dijo:
—Niall, prefiero que me esperes aquí. No es necesario que subas conmigo —dijo mientras apretaba su pequeño bolso sobre su regazo.
Niall supo que aquellas palabras en realidad tenían un significado diferente. No quiero que subas conmigo, no quiero que nos vean juntos, no quiero que nadie me acose a preguntas.
Él aceptó de mala gana y la observó mientras entraba al edificio en el que se encontraba la editorial. Tal vez _______ no quería que alguien en especial la llegar acompañada de él. No conocía nada de su vida privada, solo lo que había leído en los expedientes. _______ y su hermano habían perdido a sus padres a una temprana edad y desde entonces Harry, como su hermano mayor, se había hecho cargo de ella. Había tenido un novio y había roto con él antes de su secuestro. Además de eso, la vida privada e íntima de _______ Styles era un completo misterio para él. Nunca le había mencionado nada de ningún novio, pero no tenía por qué haberlo hecho, no era nadie en su vida como para tener que estar hablando de aquellos asuntos personales.

No me olvides (Niall Horan & Tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora