En un bosque tranquilo mientras Douma, en forma de espíritu, camina junto a Shinobu, la luz del sol filtrándose entre las hojas de los árboles.
Douma: ¿Te sientes mejor ahora, Shinobu? Sé que has estado lidiando con mucho dolor últimamente.
Shinobu: (nerviosa, pero tratando de mantener la compostura) Sí, Douma, gracias. Estar contigo aquí me da cierta paz.
Douma: Siempre estaré a tu lado, Shinobu. Prometí protegerte, ¿recuerdas?
De repente, el sonido de un golpe cortante atraviesa el aire. Tomioka, el cazador, emerge de entre los árboles, con su katana en mano, su expresión seria y decidida. Shinobu se congela al verlo.
Shinobu: (con horror) ¡Tomioka!
Tomioka: (con voz firme) Lo siento, Shinobu. Pero como cazador, debo cumplir mi deber. Respiración del Agua, Decimo Primera Postura, Calma Cabal.
Con un movimiento rápido de su katana, paraliza a Douma y a Shinobu, Tomioka camina y con un solo corte, termina cortando la cabeza de Douma, para luego retirarse.
Shinobu: (arrodillándose junto a Douma, sollozando)¡No, no puede ser! Douma, mi amor, ¿cómo... cómo puedo seguir sin ti?
Douma: (sonriendo débilmente, desvaneciéndose lenta y dolorosamente) Shinobu, escucha... No llores por mí. Nuestro amor trasciende las barreras de la vida y la muerte. Siempre estaré contigo, en tu corazón. Eres fuerte, Shinobu. Debes seguir adelante.
Shinobu: (aferrándose a las últimas palabras de Douma, entre sollozos) ¡Te amo, Douma! ¡Siempre te amaré!
Douma se desvanece por completo, dejando a Shinobu sola en su dolor. El viento susurra entre los árboles, llevándose consigo el eco de un amor que nunca morirá.
Shinobu permanece arrodillada en el suelo, rodeada por la tranquilidad del bosque. Sus lágrimas siguen fluyendo mientras se aferra al lugar donde el cuerpo de Douma yacía antes de evaporarse. El sol comienza a ponerse, arrojando tonos dorados sobre el paisaje.
Shinobu: (entre sollozos) Douma... ¿cómo puedo seguir adelante sin ti? Eras mi fuerza, mi razón para luchar. Ahora que te has ido, siento un vacío en mi corazón que nunca podré llenar. (se toma un momento para respirar profundamente, intentando controlar su dolor.)
La brisa susurra suavemente entre los árboles, como si tratara de consolarla en su desesperación. Shinobu cierra los ojos y se deja llevar por el suave murmullo del viento, buscando algo de paz en medio de su angustia.
Shinobu: (con voz quebrada) Prometiste protegerme, Douma. Y aunque ya no estés físicamente a mi lado, sé que tu espíritu seguirá cuidándome. Te amaré por toda la eternidad, mi valiente guerrero.
La luz del atardecer se desvanece lentamente, sumiendo el bosque en la oscuridad. Shinobu permanece allí, recordando con cariño los momentos compartidos con Douma, sabiendo que su amor perdurará más allá de la vida y la muerte.
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Mi Protector
RomanceEn un mundo donde cazadores de demonios luchan contra criaturas oscuras, Douma, un poderoso demonio, cae ante la astucia y habilidad de Tomioka, un hábil cazador. La muerte de Douma deja a Shinobu, su amada y compañera cazadora, devastada por la pér...