Douma se encuentra repentinamente en un lugar desconocido, rodeado por una luz tenue y difusa que parece emanar de todas partes a la vez. Confundido, se levanta del suelo y observa a su alrededor, buscando alguna señal de dónde podría estar.Douma: (tocándose el cuello) Arg, donde estoy?
En ese momento, una figura imponente y majestuosa se materializa frente a él. Es el guardián del purgatorio, cuya mirada penetra en lo más profundo del alma de Douma.
Guardián del purgatorio: Douma, has sido llevado ante el juicio del purgatorio para ser juzgado por tus acciones en vida.
Douma asiente solemnemente, preparándose para enfrentar su destino.
Guardián del purgatorio: Tu alma está manchada por tus pecados, pero también veo arrepentimiento en tu corazón. Te ofrezco una elección: puedes seguir adelante hacia el castigo que mereces, o puedes vagar en el mundo humano como un espíritu errante hasta que tu amada este fuera del peligro que fuiste.
Douma siente un torrente de emociones abrumándolo. Por un lado, está tentado de aceptar su castigo y poner fin a su existencia atormentada, pero por otro, la posibilidad de esperar a su amada lo llena de esperanza y determinación.
Douma: Elijo vagar en el mundo humano. Protegeré a Shinobu, sin importar cuánto tiempo me lleve.
El guardián del purgatorio asiente con solemnidad, aceptando la decisión de Douma.
Guardián del purgatorio: Que así sea. Que tu alma encuentre consuelo en tu búsqueda y que el amor que compartes te guíe en tu camino, pero te advierto, una vez ella este a salvo, tu volveras aquí.
Con estas palabras, Douma se sumerge en una luz cegadora antes de desaparecer por completo. Su destino está sellado, y ahora vagará en el mundo humano, impulsado por el amor que siente por su amada, hasta que finalmente se reencuentren.
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Mi Protector
RomanceEn un mundo donde cazadores de demonios luchan contra criaturas oscuras, Douma, un poderoso demonio, cae ante la astucia y habilidad de Tomioka, un hábil cazador. La muerte de Douma deja a Shinobu, su amada y compañera cazadora, devastada por la pér...