Mi Protector

Cap 12 (El plan)

Douma: Reúnanse todos, tenemos un asunto urgente que tratar.

Todos los cazadores y pilares se congregan en la sala, notando la seriedad en la expresión de Douma.

Tomioka: ¿Qué pasa, Douma? Pareces bastante serio.

Douma: Shinobu ha desaparecido y estoy seguro de que Muzan está detrás de esto.

Un silencio tenso cae sobre la habitación mientras todos procesan las impactantes palabras de Douma.

Sanemi: ¿Estás diciendo que Muzan la secuestró?

Douma: Exactamente. No hay duda en mi mente al respecto.

Patrón: Si eso es verdad, entonces debemos actuar con extrema precaución. Muzan no es alguien a quien enfrentar a la ligera.

Mitsuri: ¡Oh no! ¡Shinobu está en peligro!

Douma: Por eso necesitamos formar equipos y rescatarla lo antes posible. No podemos permitir que Muzan le haga daño.

Rengoku: Estoy listo para ir. No dejaremos que Muzan se salga con la suya.

Douma: Así se habla. Organizaré los equipos y nos reuniremos aquí en una hora para coordinar nuestros esfuerzos. ¡Shinobu necesita nuestra ayuda!

Todos asienten con determinación, conscientes de la gravedad de la situación y listos para hacer lo que sea necesario para rescatar a su compañera cazadora de las garras de Muzan.

Mientras tanto...

Shinobu: Muzan... ¿por qué? ¿Por qué nos haces esto?

Muzan: Ah, mi querida Shinobu, ¿acaso no es evidente? Porque es divertido. Verlos sufrir me brinda un placer indescriptible.

Shinobu: No entiendo... ¿qué ganas con lastimarnos de esta manera?

Muzan: Oh, no se trata de ganar nada, Shinobu. Simplemente disfruto ver cómo se desmoronan tus débiles esperanzas.

Shinobu: No... no somos débiles. Douma... y yo...

Muzan: Douma... sí, el espectro que ahora parece estar locamente enamorado de ti. Qué patético. ¿Crees que puede salvarte? ¡Ja!

Shinobu: ¡No te atrevas a hablar de él así!

Muzan se acerca lentamente, con una sonrisa burlona en el rostro.

Muzan: Oh, pero es divertido, ¿no lo crees? Ah, antes de que me olvide...

Muzan le da un golpe brutal en el estómago, haciendo que Shinobu escupa sangre y se retuerza de dolor.

Shinobu: ¡Ahh...!

Muzan: Esa es la esencia. Recuerda, Shinobu, no hay escapatoria para ti. Ni siquiera tu amado Douma puede salvarte de tu destino inevitable.

Muzan se aleja, dejando a Shinobu sola en su dolor, mientras el abismo infinito se extiende ante ella, una metáfora perfecta de su desesperada