Cap 15 (Gyokko Vs Himejima)

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Gyokko: ¿Crees que puedes igualar mi poder, estúpido pilar? ¡Te mostraré la verdadera fuerza de un demonio superior!

Himejima: No subestimes el poder de un Pilar, Gyokko. Mi fuerza es inquebrantable, y no vacilaré en detenerte.

Gyokko: ¡Veremos si puedes soportar esto!

Himejima: (con calma y determinación) No me impresionas.

Gyokko: ¡Imposible! ¿Cómo puedes ser tan fuerte?

Himejima: (con una mirada serena) La fuerza verdadera proviene del corazón. Y el mío está lleno de determinación para proteger a los inocentes y derrotar a los demonios como tú.

Gyokko: (gruñendo de frustración) No importa cuánto resistas. Eventualmente te abrumaré con mi poder.

Himejima: (sonriendo con confianza) Eso está por verse, Gyokko. Mi determinación es más fuerte que cualquier poder demoníaco. Prepárate para ser derrotado.

Gyokko: (ríe malévolamente) Veremos quién ríe al final.

Himejima: Tus trucos no me detendrán, Gyokko. Mi deber es proteger a los inocentes, y lo cumpliré a cualquier costo.

Gyokko: (con una mirada desafiante) Entonces prepárate para caer ante mi furia. Mi poder es ilimitado y mi determinación implacable.

Himejima: (con firmeza) No te equivoques, Gyokko. La verdadera fuerza radica en la voluntad de proteger lo que amamos. Y eso es lo que me da la fuerza para enfrentarte hasta el final

Gyokko: ¡No puedes derrotarme estupido! Mi poder es eterno, imparable...

Himejima: Tus palabras no significan nada frente a la determinación de un Pilar. (avanza con paso firme hacia Gyokko, empuñando su espada con determinación)

Gyokko: ¡Detente! ¡No sabes con quién estás lidiando!

Himejima: Lo sé muy bien. Con un movimiento rápido y certero, Himejima corta la cabeza de Gyokko con un solo golpe de su espada

Gyokko: (el cuerpo de Gyokko se desvanece en un estallido de sangre negra) ¡No puede ser... derrotado por un simple humano!

Himejima: (observa con serenidad el lugar donde yacía el cuerpo de Gyokko) La verdadera fuerza no se mide por la sangre que corre por nuestras venas, sino por el corazón que late en nuestro pecho. Y el mío late por aquellos a los que juré proteger.

Gyokko desaparece completamente, su risa malévola se desvanece en el aire.

Himejima: (baja su espada y exhala un suspiro de alivio) Púdrete maldito bastardo.

El resto del grupo se reúne alrededor de Himejima, impresionados por su valentía y determinación.

Tomioka: ¡Increíble, Himejima! Has derrotado a uno de los demonios más poderosos con un solo golpe.

Rengoku: Tu fuerza y ​​tu coraje son verdaderamente inspiradores, Himejima. Has demostrado una vez más por qué eres uno de los Pilares más respetados.

Himejima: (asiente con humildad) Gracias a todos. Pero nuestra misión aún no ha terminado. Debemos continuar luchando hasta que hayamos derrotado a Muzan.

El grupo asiente con determinación, listo para enfrentar cualquier desafío que se interponga en su camino hacia la victoria.

Mi ProtectorWhere stories live. Discover now