Kivi - I Belong Here (AU Instituto)

4 - Advertencia

Chiara se despidió de sus nuevos amigos y se dirigió a clase. Había congeniado muy bien con Martin y Ruslana y, aunque echaba de menos tener amigos en su misma clase, se alegraba mucho de haber encontrado un grupo en el que encajar.

Llegó un par de minutos antes que el resto y vio a Violeta entrar riendo con Denna y Salma. La segunda estaba bastante cerca de ella y Chiara no pudo evitar rodar los ojos algo molesta, no sabía cómo pero Salma siempre acababa siendo el centro de todo. Las tres amigas se despidieron para cada una sentarse en su sitio. Chiara no se había recompuesto todavía cuando Violeta se dirigió a ella.

- Te vi en la cafetería.

- Ah, ehm, sí - el comentario de su compañera le había pillado por sorpresa y no sabía muy bien cómo contestar.

- ¿Quiénes eran ese par con los que estaban? ¿Son amigos de la otra clase?

El brillo en los ojos de Violeta revelaba a Chiara su genuina curiosidad, así que le dijo la verdad.

- La verdad es que los he conocido hoy mismo, soy su mentora.

- Parecían muy majos. ¿Son de primero?

- Sí, Martin está en el módulo de artes escénicas y Ruslana en el de canto.

- Mi compañera de piso también está en el módulo de canto de primero - exclamó Violeta sonriendo y haciendo aparecer su hoyuelo de nuevo. - Podríamos quedar todas un día.

Chiara sintió como si su corazón se hubiese saltado un latido y tardó un segundo en procesar la oferta de Violeta.

- Por mi parte sería un placer - respondió al fin sonriéndole de vuelta.

- ¿Quiénes son tus amigos en clase? Podrían venir también - dijo Violeta ilusionada.

- La verdad es que no tengo muchos

- ¿Están en la otra clase entonces? Eso es genial, yo ya tengo ganas de conocer a...

- Violeta - interrumpió Chiara. - Yo no tengo amigos.

Violeta vio la sonrisa de Chiara tornarse en una mueca amarga. No podía creerse que una persona tan amable e interesante no hubiese forjado amistades con nadie.

- Yo quiero ser tu amiga - dijo con sinceridad.

El rostro de Chiara volvió a iluminarse. No sabía muy bien qué contestar. La pequeña presión que se había instalado en su pecho y el cosquilleo en su estómago no le estaban ayudando a pensar rápidamente. Por suerte Manu entró a clase en ese preciso momento y Chiara pudo salir de la situación. Me falta tiempo para hacer el ridículo, se dijo a sí misma. Aunque se esforzaba por escuchar a su profesor y tomar apuntes, su cabeza no dejaba de dar vueltas a la conversación que acababa de ocurrir.

A pesar de no tener respuesta, Violeta se dio por satisfecha con ver el cambio en la expresión de Chiara. La pequeña sonrisa de su compañera le alegró un poco a ella también. No dejó de observarla de reojo durante el resto de la clase. Veía como entornaba ligeramente los ojos cuando intentaba concentrarse, como cada pocos minutos sus facciones se relajaban cuando empezaba a divagar por sus pensamientos y como trataba de volver a ponerse al día con sus apuntes cuando volvía a la realidad. Parecía estar estresada.

- Puedo pasarte lo que te falte cuando acabe la clase - le susurró cuando volvió a verla escribir frenéticamente. Chiara dio un respingo antes de mirarla.

- Muchas gracias - no estaba acostumbrada a que la gente le hiciera favores. Ambas mantuvieron la mirada unos segundos. Violeta fue la primera en volver a mirar a la pizarra ligeramente sonrojada. ¿Qué estaba despertando en ella esta chica?