30 - Cotidianidad

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Chiara se despertó con un peso sobre el pecho que no le permitía respirar. Abrió los ojos lentamente para encontrarse con que Violeta se había dado la vuelta mientras dormía, aferrándose a su cuerpo con tanta fuerza que estaba casi subida encima de ella. Intentó colocarla sobre el colchón con cuidado, pero la pelirroja se despertó en cuanto la separó un mínimo de ella.

- Perdón Vivi - le dijo nada más verle abrir los ojos. Violeta se asustó al escucharla tan ahogada.

- ¿Estás bien amor? - se alejó casi de un salto para quitarse su peso de encima.

- No.

- ¿Qué pasa? ¿Qué necesitas? - preguntó preocupada.

- Que vuelvas a abrazarme - respondió riendo.

- Chiara eres gilipollas - se quejó pegándole en el brazo. La menorquina recibió los golpes sin quejarse y nada más Violeta dejó de revolverse la abrazó con todas sus fuerzas. - Casi me matas del susto y no me has dado ni los buenos días.

- Buenos días amor - le dijo lo más cariñosamente que pudo.

- Así no - Chiara se quedó un par de segundos extrañada. Sin embargo, en cuanto la pelirroja puso morritos captó la indirecta y unió sus labios en un dulce beso. - Ahora sí, buenos días - le dijo al separarse, haciéndola reír.

- Deberíamos bajar a desayunar antes de que Joey se despierte. Desde que viniste la última vez no deja de preguntarme por ti, así que no te va a soltar en cuanto te vea.

- Adoro a tus hermanos, de verdad.

- Yo estoy deseando conocer a tu hermana.

- ¿Te quedas en Navidad?

- Ojalá. Me voy a Newcastle a ver a la familia de mi madre y luego unos días a Menorca.

- Entonces ven en semana santa.

- Done, babe. Y ahora vamos a desayunar.

- ¿Y no te gustaría aprovechar para otras cosas? - le preguntó bajando las manos peligrosamente por su cintura.

- Me encantaría, pero mi madre seguro que está despierta y I don't want to risk a que nos escuche o nos interrumpa.

- Que ganas tengo de que me dejen el piso vacío.

Chiara se limitó a besarla con mucha más intensidad que antes. Se separó en cuanto la dejó sin aliento y se levantó para coger algo de ropa cómoda del armario, lanzándole algunas prendas a una aún atontada Violeta. La pelirroja se vistió sin apartar la mirada de su novia, que se puso completamente roja al percatarse de que la estaban observando. Bajaron a desayunar cogidas de la mano, sin percatarse de lo obvio que resultaría ese gesto para la familia de la menorquina. Como esperaba sólo Emma estaba ya despierta, así que se prepararon el desayuno y se sentaron a disfrutarlo. Cuando ya estaban terminando escucharon unos pasos acelerados por la escalera y a los pocos segundos el hermano pequeño de Chiara apareció por la puerta. Al principio se quedó congelado al ver a la pelirroja, pero cuando Violeta se acercó a él, se agachó a su altura y le saludó se le fue toda la vergüenza y le dio un abrazo. No quiso separarse, así que la granadina lo cogió en brazos y lo sentó sobre ella mientras terminaban de desayunar. Jasmine también bajó al poco rato y se fue directa a saludar a Violeta. Las dos chicas hablaron un rato hasta que Joey volvió a reclamar la atención de la pelirroja, obligándola a que saliera al jardín a jugar con él, seguidos por Chiara. Acabaron jugando a fútbol con el niño, que hacía de portero mientras las otras dos intentaban chutar con poca fuerza pero sin hacer el ridículo y Jasmine observaba el panorama. Por mucho que la pelinegra trató de tomárselo en serio acabó retorciéndose de la risa cuando Violeta se resbaló intentando darle una patada a la pelota y se cayó estrepitosamente. Joey se acercó corriendo a ayudarla a levantarse mientras las dos hermanas intentaban recuperarse.

Kivi - I Belong Here (AU Instituto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora