Capítulo Cuatro - Opciones

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Después de que Junpei escribió el nombre de Minato, la escena volvió al joven que habían conocido antes. De manera inquietante, dijo mientras cerraba el cuaderno: "Nadie puede escapar del tiempo. Nos lleva a todos al mismo fin". Llevó el cuaderno a la altura de los ojos mientras la pantalla mostraba una toma de sus ojos taladrando profundamente el alma de la audiencia. "No puedes taparte los oídos y los ojos". Giró la mano y el cuaderno desapareció. Las brillantes luces amarillas que una vez iluminaron la habitación se apagaron, permitiendo que regresara el monstruoso y vil verde de la Hora Oscura.

Luego, el niño extendió su mano, la oscuridad lo envolvió y, de manera premonitoria, marcó el tono de esta miserable experiencia que a todos les esperaba.

"Y así comienza..."

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Yukari se movió en su asiento, muy incómoda por lo... espeluznante que el chico había hecho todo. A pesar de haber luchado contra el fin del mundo personificado, todavía se encontraría buscando con cautela debajo de su cama cada vez que la amenaza de fantasmas o criaturas sobrenaturales invadiera su mente. Las sombras existían, ¿quién podía decir que no existían los fantasmas? Sin embargo, no le gustaba insistir más en ello, así que no lo hizo.

Junpei no lo dijo. No quería decirlo, pero estaba seguro de que todos los demás en la sala pensaban lo mismo; El chico había dirigido su declaración a Minato... pero fácilmente podría haberse aplicado a ellos también. El juego ya se había burlado de ellos más de cien veces y, sin embargo, solo eran los primeros minutos de la primera escena. Realmente, ¿fue esto siquiera justo? Por supuesto que no.

Si había algo que Junpei había aprendido de su pasado era que la vida no era tan justa como el mundo quería que fuera.

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Un acorde atravesó el aire, mientras Minato miraba el espacio vacío en el que había estado el chico. Y de repente, una voz asustada gritó: "¿¡Quién está ahí!?"

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Bueno, conozco esa voz.

Junpei giró su cabeza hacia Yukari, quien estaba siendo el objeto de la atención de todos en ese momento, porque todos conocían esa voz también. La propia Yukari se encogió ligeramente en su asiento, sus ojos enfocados en la pantalla y su rostro contorsionado en una mezcla de vergüenza y ansiedad.

Entonces, así es como se conocieron...

Junpei se negó a hacer un comentario, ya que este... realmente no era el momento. Pero estaría mintiendo si dijera que descubrir que así fue como ella había entrado en contacto por primera vez con su viejo amigo no fue ni siquiera un poco divertido.

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Una niña apareció en escena. Llevaba un cárdigan rosa y se puso en posición de batalla al ver al protagonista principal. Su respiración era pesada y parecía como si estuviera contemplando la muerte misma. Minato la miró fijamente como un ciervo ante los faros, pero se horrorizó al ver que tenía una pistola atada a su muslo.

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Yukari no pudo evitar sentirse realmente incómoda con esto. Básicamente, todos asistieron a su primer encuentro: un momento de su antigua vergüenza. Ella no estaba acostumbrada a la perspectiva de luchar contra las Sombras, y por eso, cuando él entró repentinamente al dormitorio, en medio de la Hora Oscura... le habían dicho que asustarse fácilmente era un síntoma de despertar a tu potencial, pero eso no la había hecho sentir mejor. Había reaccionado de forma exagerada y todavía se sentía tonta por haberlo hecho. Y ella nunca había imaginado que él terminaría siendo el hombre que ella...

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