30. EL AMOR

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CARLOS LOMBARDI

Ayer, después de la reunión, me quedé con Abraham en la casa del pastor tomando café. Es mi parte favorita. Hablar con él mientras bebemos café es lo mejor. Su sabiduría es impresionante, algún día seré así.

-Pastor, ¿Qué piensa del amor? -le preguntó Abraham.

-Dios es amor -le dijo con su tono de voz grave y mucha seguridad-. El amor todo lo sufre, todo lo espera, todo lo soporta... Pero también se renuncia por amor.

-¿Cómo es eso? -inquirí, interesado.

-Jesús renunció a su trono por amor, murió en la cruz por amor renunciando a su vida humana. Pero la buena noticia es que resucitó y vendrá por nosotros.

-Entiendo -murmuró Abraham.

-Conozco a una persona que ha renunciado a la chica que ama -dijo sonriendo, nosotros dos nos quedamos viendo.

-¿De verdad? -dije, sorprendido -eso debe ser difícil. Digo, amar a alguien y luego renunciar, yo no sé si podría hacerlo -admití.

-Es renunciar al amor por amor. Cuando eres hijo de Dios -empezó a explicarnos -y te enamoras de la persona incorrecta, debes decirle adiós por amor a Dios. Incluso a veces de la correcta. ¿Recuerdan la historia de Abraham renunciando a Isaac?

Asentimos.

-wow -musité después de que finalizara el relato y nos explicara.

-Jamás lo había visto así -continuó el pelinegro.

-¿Es necesario hacerlo? -volví a hablar. Mi amigo se mantenía en silencio, analizando la conversación.

-si -asintió

-¿Por qué? Si Dios ya sabe todo de nosotros, incluso si le amamos de verdad, ¿Por qué hay que demostrárselo?

El pastor sonrió por lo que dije, en ese momento me pregunté si lo que dije fué tonto.

-No es eso, Carlos -le dió un sorbo a su taza de café-. No renunciamos a cosas o a personas para mostrarle a Dios que le amamos, bien dijiste que El lo sabe todo. Renunciamos a lo que sea y Dios permite que así lo hagamos para demostrarnos a nosotros mismos qué tanto le amamos, porque nosotros necesitamos saber a qué nivel estamos dispuestos a llegar por amor a Dios. El ya lo sabe, somos nosotros los que necesitamos saberlo.

Todo lo que el pastor nos dijo fué sorprendente, hoy, rumbo al orfanato de menores, sigo pensando en eso.

Algo curioso que pasó, cuando salimos, fué que Abraham murmuró la palabra "renunciar", dos veces seguidas. No quise indagar por qué lo hizo.

Me bajo del auto para dirigirme a recepción. Está la misma chica de la otra vez, al verme se sonrojó.

Me hizo pasar por los pasillos, incluso me acompañó. Me había negado cuando me lo ofreció, pero la chica es intensa.

Clara, así dijo que se llama, me dejó cerca de la puerta que da al patio trasero, donde se encuentra Matías.

Me paré en el umbral y divisé a Silvia jugando con el pequeño. No hay dudas de que Silvia será una buena madre, en el futuro.

Me acerqué aún con la vista fija en ellos, es un cuadro hermoso.

Como una especie de flashback, recuerdo el día que llegué a la empresa para hacerme cargo de ella mientras Noah estaba en Italia, Silvia fué mi asistente en ese tiempo. Un día escuché que le decía a Ruby que era mucho mejor trabajar conmigo porque Noah era un mounstro o algo así. Pasó hace tanto tiempo que no recuerdo bien si lo dijo así literalmente.

¡𝕊𝕠𝕪 𝕖𝕤𝕡𝕠𝕤𝕒 𝕕𝕖 𝕞𝕚 𝕛𝕖𝕗𝕖! © ✵Amores inesperados #2✵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora