CAPITULO 2

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Después de escuchar como un auto frenarse de golpe, a continuación escuche disparos pero no venían dirigidos a mi, si no a las cosas que estaban detrás de mi que estaban a punto de devorarme, no mire hacia arriba hasta que se detuvieran los disparos, estuve todo el tiempo agachado cubriendo los oídos de Santi, ya que al estar tan cerca de los disparos hacían doler el oído. Una vez que se detuvieron los disparos alguien me hablo.

-Hey niño ¿te encentras bien, ninguna de esas cosas te mordió?- alce la vista lentamente para ver quien me salvo de ser devorado, cuando al fin pude ver bien, me di cuenta que eras unos soldados, venían en una camioneta grande de color negro, uno de ellos, abrió la puerta de la camioneta y pude ver que en su interior se hallaban mas personas, me extendió la mano en señal de que me levantara, pero no pude ya que me seguía doliendo el tobillo. Al final termine respondiendo.

-No no me mordieron por suerte, no me puedo levantar me acabo de doblar el tobillo y duele mucho.-No me di cuenta cuando Santi se levanto del piso y salió corriendo hacia la camioneta, una mujer salió de dentro también y extendió sus brazos para a continuación abrazar al pequeño Santi, empezó a llorar la señora mientras lo abrazaba y su puse que era su mamá, no me equivoque.

-Mi pequeño estaba muy preocupada por voz, pensé que no te volvería a ver.-Lo dijo llorando para después abrazarlo mas fuerte, sonreí de lado.

-Que bueno que hallas encontrado a tu madre.- dije, la señora me miro.

-Gracias por cuidar de mi hijo, muchas gracias.- lo único que pude hacer fue sonreír, después vi como ambos madre e hijo entraban a la camioneta.

Uno de los soldados se acerco a mi y trato de ayudarme a levantarme, puso uno de mis brazos al rededor de su cuello, como pude me puse de pie obviamente sin a poyar mucho peso en el pie herido, me estaba llevando hacia la camioneta, rápidamente trate de buscar a mis padres y hermano, en toda esa gente que estaba adentro, pero por desgracia mía no los encontré, un saldado se abra percatado de mi cara de decepción.

-¿Buscas a alguien en especifico?- lo mire y asentí.

- A mi familia.- vi como el soldado sacaba una libreta y me pregunto.

-Nosotros estamos evacuando a las personas para llevarlos a una zona segura, en esta libreta están anotados a todas las calles que ya fueron evacuadas y en esta otra lista están los apellidos de las personas,-Mire la libreta-dime como se llama tu calle y apellido a lo mejor ya los evacuaron.

-vivo en la calle xxxxxxx 305, y el apellido es kaulitz.-se puso a buscar en la libreta rápidamente.

-Encontré la calle pero no el apellido lo la mentó mucho.- sentí una punzada en el corazón y empecé a hiperventilarme, trate de calmarme.- Hey tranquilo igual esta es una de las listas que tenemos, a lo mejor ya los evacuaron pero todavía no los anotaron.

- Me pueden llevar a mi casa porfa, a lo mejor siguen hay escondidos.-aceptaron, al ver en el estado que estaba.

una vez que llegamos me baje como pude, les hice una señal para que se vallan, me quería quedar aquí, al principio se reusaron ya que tenían la orden de evacuar a todos no podían dejar a nadie, después de tanto rogarles, accedieron sin antes dejarme 2 armas y un mapa donde indicaban donde era la zona segura. Me despedí de ellos y del pequeño Santi. 

-Buena suerte niño, espero que los encuentres y vallan a la zona segura, descansa el pie por ahora, nos vemos.-Vi como se marcharon dejándome hay.

Busque en mis pantalones mi llave, cuando las encontré abrí la puerta y me sorprendió lo que vi, había un charco de sangre, me imagine lo peor seguí el rastro de sangre, que me llevo a la sala de estar, mis ojos se empezaron a cristalizar y mi corazón dolía, tirado en el piso estaba mi Papá con un disparo en la cabeza y con una mordida en su brazo derecho semi arrancado, la persona que tanto quería, admiraba  y me enseño un montón de cosas estaba muerta. Caí de rodillas al piso y comencé a llorar, no se cuanto tiempo estuve llorando, pero me empezaron a doler las rodillas por la forma en la que estaba sentado, rápidamente me vino el recuerdo de mi mama y hermano, me levanté no me importo el dolor de mi tobillo los empecé a buscarlos primero por la planta baja al no encontrarlos subí las escaleras que llevaba a las habitaciones no los encontré por ningún lado, no estaban, me senté en la cama de mi hermanito y cuando estaba por volver a llorar, vi una pequeña nota en la mesita de mi hermano, donde decían que estaban bien que unos saldados los rescataron y se los llevaron a una zona segura. Eso me alivio por lo menos sabia que estaban bien.

Mire por la ventana y ya estaba empezando a oscurecer, vi como algunas de esas cosas se estaban acercando a mi casa y me acorde que la puerta no estaba cerrada, rápidamente baje a la planta baja y antes de que algunas de esas cosas entrara la cerré y le puse seguro, empecé a escuchar como esas cosas empezaron a golpear la puerta y como movían el picaporte tratando de entrar, puse un estante en la puerta para mas seguridad, fui a cerrar todas las demás puertas, ventanas y cortinas, a mi papá lo cubrí con una manta, me prepare algo para comer y luego me dirigí a mi cuarto, me sentía cansado a si que me fui a dormir, descansaría en lo que se me recupere mi tobillo y luego empacaría todo lo necesario para dirigirme a la zona segura, sin antes enterar a mi padre.

Después de 2 días aliste mi mochila con comida, en un pequeño bolso mi ropa y otras cosas que necesitaría, salí temprano sin antes fijarme que no avía nadie de esas cosas merodeando por mi casa, ya que la zona segura no quedaba tan cerca como creía, tomé la llaves del auto de mi padre, lo bueno es que no se lo llevaron sería más fácil transportar me por ahí.
Cargue mi mochila y mi bolso en el asiento trasero, me senté en el asiento del conductor, me acomode y abroche mi cinturón pero había un pequeño problema, es que no sabía manejar tan bien que digamos, recién estaba aprendiendo, trate de acordarme todo lo que me enseñó mi padre, así que después de estar batallando un rato logré encenderlo; pero Sebe que hice mucho ruido que atraje a esas "cosas" venían una gran cantidad y no caminando si no corriendo a dónde yo me encontraba, rápidamente cerré las ventas y puse seguro a todas las puertas, empecé a entrar en pánico ya que como no se conducir bien, no sabía cómo empezar a manejar, cada vez estaban más cerca de mi, cerré los ojos y tratando de pensar en como me enseñó mi padre, cuando un golpe en la ventana me hizo sobre saltar en mi asiento, una de esas cosas estaba en la ventana pegando tratando de romper la para poder entrar.

De golpe me acordé lo que me enseñó, pise el acelerador y tome el volante, rápidamente salí de hay. Solo espero no tener un accidente.












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