Capítulo 8

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Valentina:

Habían pasado ya seis días des de que vi al castaño por última vez. Mañana iniciaban las clases y yo estaba demasiado nerviosa, no podía parar de pensar en todo lo malo que mañana podía suceder, y de imaginarme todos los posibles escenarios que a mi cabeza se le ocurrían.

Ahora me encontraba organizándome todo para la mañana siguiente. Al terminar, me acosté a dormir, tenía que estar descansada, no podía permitirme tener ojeras.



Me levante a la vez que mi prima, me puse el outfit que planee el día anterior; una falda tejana junto a una blusa rosa pálido, que era algo ceñida, por lo que me favorecía mucho. Para el pelo no me hice nada, lo llevaba suelto y lacio, como casi siempre. De maquillaje iba muy natural, un poco de corrector, rubor y rímel. Al parecer Mari se ducha por las mañanas, por lo que yo termine antes que ella, así que aproveché para desayunar. Comí solo una manzana, no quería estar hinchada, tenía que estar perfecta. Una vez las dos estuvimos listas, me puse mis deportivas blancas, agarré la mochila ya preparada, y salimos hacia la escuela.


Mientras caminábamos vi a lo lejos a Carlitos y a Danilo, la morocha también notó su presencia, así que los llamó. Nos acercamos y seguimos el camino los cuatro juntos.

- Che Valen- me llamo Carlitos- ¿vos a qué clase vas?

- En el B.

- Pues vas a mi clase, rubia- me habló ahora Danilo.

- Bueno, no estaré sola por lo menos...- dije fingiendo que no le daba importancia.

Él soltó una pequeña risa negando con la cabeza. De reojo, pude ver cómo Mari observaba la situación con cierta gracia, ya que conocía el contexto que había entre nosotros. Y en ese momento me pregunté algo; ¿Danilo le explico algo de todo esto a Carlitos? A lo mejor no lo hizo porque él no le daba importancia y yo lo exageré todo...

Continuamos nuestro camino, hasta llegar a la escuela, donde la morocha se separó de nosotros, ya que iba a un curso menos, al igual que las otras dos chicas las cuales aún no habían llegado. Yo tenía su misma edad, pero como mi antigua escuela era más "avanzada" académicamente, consideraron que era mejor que fuera a un curso superior, que era el de los chicos.

Yo solo les estaba siguiendo hasta que llegamos al Segundo piso, y al final del pasillo se detuvieron. Carlitos se despidió deseándome suerte y entró a la clase que teníamos enfrente. Me giré para ver al castaño, el cual ya me estaba mirando fijamente. Me hizo una señal con la cabeza, para seguirle y así pasar por la puerta de al lado.

Al entrar vi que aún no había casi nadie, y que solo se encontraba un grupo de cuatro chicas sentadas en primera fila. Danilo fue directamente al final y se sentó en la penúltima fila. Cada mesa era de dos personas, por lo que sin pensarlo mucho me senté a su lado. Mientras lo hacía pude notar como él me miraba de arriba a abajo analizándome. Y aquello, debo admitir que me puso algo nerviosa, pero recordé que estuve 10 minutos frente al espejo asegurándome de que no hubiera ni un solo error en mi imagen, por lo que la preocupación se me pasó.

- Rubia, esa blusa te queda ridícula- me susurró en mi oído.

Me giré para verle a los ojos, quedando muy cerca, y pude ver que dijo eso con su típica sonrisa ladeada, por lo que me calmé y supe enseguida que era una broma, que no lo pensaba de verdad, así que decidí seguirle el juego, pero subiendo el nivel...

- Ay boludito, yo sé que te mueres por quitármela- le susurre acercándome aún más a él, estando ahora a cortos centímetros de su rostro.

Él se quedó en silencio unos pocos segundos sin apartar la vista de mis ojos. Finalmente se alejó, recargándose en el respaldo de la silla, a la vez que negaba con la cabeza mientras soltaba su ya típica risa irónica.

Second Chance(Danilo Sánchez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora