Koi no Yokan [GiyuuShino]

Tormenta

Habían permanecido caminando en silencio por las calles de aquel lugar. Solo el viento hacía sonar las bolsas donde Giyuu llevaba los apuntes y la compra que había realizado minutos atrás.

La pequeña mariposa tenía mil preguntas en mente ¿Por cual debía comenzar?.

Quizás debía preguntar donde se había metido todo este tiempo, o mejor cual era el tipo de relación que mantenía con Yae, quien le había enfrentado con mucha autoridad. Aunque en realidad era mejor comenzar con un...

—Ne~ Tomioka-san.. ¿Cómo has estado? —.

El mencionado no volteó a verle, seguía caminando a aproximadamente un metro delante de ella — No me quejo.. — susurró mientras hacía sonar un juego de llaves en el bolsillo de su pantalón.

La situación se tornaba tensa, pero Shinobu no tenía planeado en lo más mínimo rendirse. No después de por fin volver a encontrarle. Seguiría caminando tras él hasta que este se lo impidiera.

Estaban a punto de llegar a la esquina de la cuadra cuando Giyuu se detuvo.

— ¿Por qué estabas siguiendo a Yae? — preguntó sin titubear volteándose, se encontraba muy cerca de ella.

¿En que momento Giyuu había crecido tanto? Ahora resultaba ser un poco intimidante, extrañaría los días en que ella le logró ganar en altura.

Shinobu aclaró su voz — Yo.. Estaba preocupada por ti — suspirando veía como este desviaba la mirada — Estas actuando muy extraño, tus respuestas son frías y cortantes ¿Incluso has dejado de ir a la academia? Sabes que siempre me he preocupado por ti Giyuu-kun~ —.

El detuvo sus palabras en seco — Ya no soy un niño Kochou — murmuró mientras alzaba su vista para observarla fijamente — Y las cosas ya no son como antes, todo ha cambiado, en tu vida, en mi vida... Y sobre todo entre nosotros. —.

Unas gotas de lluvia comenzaban a mojar el ambiente que les rodeaba, sus ropas y cabellos no eran la excepción.

— Vaya.. — susurró Shinobu mientras extendía su mano dejando que las gotas se deslizaran por ella — Hoy hizo buen clima ¿Ne~ Quién diría que comenzaría a llover? — una falsa sonrisa decoraba su rostro, aquellas a las que tanto estaba acostumbrada, pero que él tanto odiaba.

—Tsk— carraspeó mientras apretaba la bolsa entre sus manos, la verdad es que no sabía que hacer. Se sentía atrapado en muchos sentidos, como si una oscura nube cubriera sus pensamientos sin dejarle tener claridad.

— Sabes... Tomioka-san...— la lluvia comenzaba a ser mas fuerte, pero parecía no molestarles en absoluto — Hay algo que he estado pensando decirte desde hace mucho tiempo, pero.. ¡Si tan solo pudiéramos ser amigos otra vez! No pediría nada mas —.

Ante esas declaraciones Giyuu permanecía observándola en silencio.

— La verdad me siento frustrada cada vez que hay cosas que no entiendo, y últimamente no entiendo muchas cosas de ti — sus miradas conectadas parecían danzar bajo la lluvia — Si estás de acuerdo con esto, a mi tampoco me molesta... Poder... volver a ser amigos —.