Promesa

334 49 46
                                    


 — ¿Tomioka-san?  —

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

 — ¿Tomioka-san?  —.

Su tono de voz, cargado de confusión, lo hizo retroceder. No había reflexionado sobre lo que acababa de hacer. Fue como si una oleada de adrenalina lo hubiera invadido, una sensación ardiente que ya no podía seguir ocultando.

 — Se que tu también puedes recordar... Kochou  — dijo, mirando al suelo.

Ella comenzaba a cerrar la puerta, asegurándose de que nadie de su familia estuviera cerca. Un destello cruzó su mirada al escuchar las palabras de Giyuu. 

— Ne~ Tomioka-san... ¿Quieres decir que.. realmente...sabes quien soy?  — preguntó con un toque de temor, acercándose a él, como si la respuesta que él diera fuera crucial para su vida.

Giyuu retrocedió — Recuerdo más de lo que quisiera... — su vista ahora se clavó en ella, como angustiados mares embravecidos — Esa noche.. ¿me ignoraste a propósito verdad? Sabías que ya no.. — Las manos de Shinobu lo silenciaron al cubrirle la boca.

— Por favor, Tomioka-san — dijo con una sonrisa nerviosa, invitándolo a alejarse de la entrada de su casa — conversemos de esto en otro lugar... —.

Suspiró, pero aceptó en silencio, y se dirigieron a una banca dentro del condominio, junto a un pequeño estanque iluminado por luces en el suelo.

Una vez sentados, él comprendió que podía continuar.

— Esa noche... sabías que no tendría otra oportunidad para hablar contigo, ¿verdad? —.

Aquella tarde, justo antes de la misión que pondría fin a todas sus batallas, volvió rápidamente a su memoria. El Pilar del Agua estaba a su lado, nervioso, intentando confesar sus sentimientos. Ella, serena, mantuvo la compostura mientras lo enviaba a casa con la falsa promesa de hablar después de la misión, donde supuestamente escucharía todo lo que él tenía que decir.

Sujetó una mano con la otra para calmar sus emociones — No había otra forma... Tenía que ser así... —.

— Entonces si lo hiciste a propósito — murmuró él, firme. 

— Tomioka-san si me dejas que te explique... — el silencio se apoderó de su voz al ver como lágrimas se habían acumulado en los ojos de quien fue su compañero — To...mioka-san?—.

Él, que había estado mirando al piso, la observó fijamente, sin importarle que ella lo viera en ese estado. La amargura que sentía no podía ser contenida.

— ¿Puedes imaginar lo desgarrador que fue cuando el cuervo anunció tu muerte? — finalmente se abrió, revelando una tristeza que había llevado consigo desde antes de renacer — Me habías hecho una promesa. ¿Entiendes realmente la esperanza que me diste y luego sentir cómo todo en lo que creía se desmoronaba a mi alrededor? —.

Koi no Yokan [GiyuuShino] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora