Querida Alma

Capitulo 7

Al día siguiente

Todos los noticieros pasaron la noticia del Doctor muerto.

-Notición, ¿no?-dijo Ian

-Es la idea, quiero que Benjamín se vaya dando cuenta que hay alguien que le está siguiendo los pasos.-dije y me arrecosté al sofá

-Estas un poco estresada, ¿no te parece?-dijo Ian mientras se acercaba

-Mucho.-lo miré

Ian puso su mano en mi pierna y fue subiéndola un poco mientras su cara se acercaba a la mía. Le miré a los ojos y subió su mano a mi entrepierna, no pude evitar abrir un poco las piernas para que le quedara más fácil. Sus labios y los míos chocaron, su mano empezó a acariciarme suavemente. Yo puse una de mis manos en su pelo y lo arrastré más hacia mi, el se subió encima mío y empezó a quitar mi blusa, agarró mis pechos y fue besando mi cuello, agarré su cabeza y lo subí a la altura de la mía. Lo empuje hasta atrás hasta que quedara sentado y me subí encima suyo. Me besaba los labios y bajaba hasta mi cuello. Quité su camisa y me levantó con el. Me cargó hasta la habitación.

***
Acostada en su pecho podría escuchar su corazón y su respiración. Repiquetee mis dedos en mi estomago mientras el pasaba una mano por mi cabello. Su calor hacía que me diera escalofríos por todo mi cuerpo. Me sentía a gusto estando con el.

-¿Que tanto piensas?-preguntó

Voltee mi cara hacia el y lo miré a los ojos fijamente

-Me siento bien contigo.

-Quedémonos así toda la vida.-dijo mirándome fijamente

-Yo no tengo ningún problema.-dije y me acerqué

Nuestros labios estaban muy cerca pero en ese momento llegó una notificación a su celular. Llevamos la mirada hacia el celular y el extendió la mano para verlo.

-¿Pasó algo?-prregunté

-Benjamín está en Colombia.-me miró

-¡¿Que?!-me aparté

-Vino a cerrar un negocio con Elias Parker.

-Claro-me incorporé-Sacó a mi padre del juego y el quiere hacer ese negocio con el.-hice una pausa-Ian, no lo podemos permitir.

-Por supuesto que no, en este momento voy a sacar una cita con Elias para hacerle una contra oferta.

-No, lo voy a hacer yo.-me levanté de la cama

-Alma, ¿estas segura?-preguntó

-Si. Yo voy a seguir los pasos de mi papá y voy a continuar con su negocio. Mucho menos voy a permitir que ese cucho logre su objetivo.

Me vestí y agarré mi celular. Nerviosa marqué al número de Elias. Mientras timbraba mi mente maquinaba si estaba bien lo que hacía, estaba muy nerviosa, pues era la primera vez que me involucraba en algo así y con un socio tan importante de mi padre.

-¿Hola?

-Señor Parker, ¿cómo le va? Le habla Alma Prandi.

-¿Alma, la hija de Carlos?

-Si señor, ella misma.

-Alma, lo siento mucho por la muerte de tu padre, realmente era un buen amigo y un gran socio. ¿En que puedo ayudarte?

-Señor Parker, me gustaría poder reunirme con usted para hablar de un negocio.

-¿Tu, de negocios? Suena interesante, viniendo de la hija de Carlos Prandi.

-Le aseguró que es interesante y es algo que nos conviene a los 2, ¿que dice? ¿Me regala una cita?

-Pero por supuesto. En este momento estoy en una reunión importante, pero que te parece si nos vemos en 2 horas, en el malecón de Sara, ¿te parece?

-En 2 horas está Perfecto.

-Una última cosa, ven sola por favor.

Colgó la llamada y yo miré a Ian algo confusa

-¿Que te dijo?-preguntó

-Que nos vemos en 2 horas en el malecón de Sara, pero que vaya sola.

-¿Sola? No, ni por el berraco vas sola con el.

-Ian, es la única oportunidad que tenemos para quitarle ese negocio a Benjamín.

-Alma, no. Es muy peligroso que andes sola, no puedo permitir que te pase nada.

Me acerqué a él y puse mis manos en sus mejillas.

-No me va a pasar nada.-junté mis labios con los suyos

-Vamos a hacer algo para que me quede tranquilo. Vas a poner tu localizador de tu celular en el mío y de paso, vas a llevar un reloj, también es un localizar. Lo utilizo mucho en casos como estos.

-Bien, dámelo.

El rebuscó en sus cosas hasta que encontró uno.

-Toma, llévate a Filos por favor.

-Claro.-le di un beso-Ya vuelvo

Filos y yo nos subimos a una camioneta y nos dirigimos hasta el punto de encuentro, al llegar los hombre de Parker ya estaban afuera.

-Solamente usted puede pasar.-dijo uno de ellos

-Filos, quédate aquí.-le ordené

-Si señorita, estoy acá por cualquier cosa.

Al entrar estaba completamente vacío y solamente Elias estaba en una mesa esperándome. Al verme se levantó

-Es un gusto saludarla señorita Prandi.-extendió su mano

-El gusto es mío.-sonreí

-Toma asiento por favor

Ambos nos sentamos y me miró fijamente

-¿A que se debe esta reunión?-añadió

-Tengo entendido que mi padre cerró un negocio muy importante con usted el día que desafortunadamente falleció. Mire soy su hija y me gustaría poder continuar con esa sociedad.

-¿Tu?-rió

-Si señor, yo.-dije seria

-Alma, para esto hay que tener agallas, esto es un negocio serio. No puedo poner en riesgo todo mi dinero en manos de una inexperta como tu.

-Lo entiendo señor y créame que esa era la respuesta que esperaba de su parte. Le explico: Yo tuve la oportunidad de trabajar con mi padre, pero el quería algo diferente para mi. A pesar de que no me hacía partícipe de sus negocios como tal, aprendí muchísimo de él, pues desafortunadamente uno sabe que este día algún día iba a llevar. No tengo la experiencia, pero tengo todo aquí.-señalé mi cabeza con mi dedo índice-tengo inteligencia, un socio muy importante y sobre todo, muchas ganas de seguir los pasos de mi padre.

-A diferencia de ti, yo no esperaba esa respuesta. Cuéntame, ¿quien es tu socio?

-Ian Smith.

Sus ojos se abrieron de par en par al escuchar el nombre de Ian. Sabia que el tenía muy buena reputación y era muy respetado por los demás carteles. Sabia que su nombre le iba a retumbar y que no se iba a negar.

-No me esperaba eso la verdad.

-Lo se, entonces ¿podemos pasar a los negocios? Yo necesito dinero y usted necesita alguien que le pueda lavar su dinero tal y como lo hacía mi padre.

-Eres igual a tu padre, tienes el poder de convencimiento en la sangre mija. Vas a llegar muy lejos en este negocio.-hizo una pausa-Perfecto, con tu padre tenía un trato cerrado, ¿te parece si lo continuamos?

-Me parece muy bien.