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El timbre de mi puerta sonó y yo caminé hasta ella, la abrí sin mirar quien era quien se encontraba detrás de esta creyendo que eran Fede, Mina y Beni.
— perdón por no saludarlos, es que aún tengo los fideos en la olla —murmure caminando hacia la cocina— pero cuéntenme, como están?
— yo estoy bien —una áspera voz sono a mis espaldas—
Me pare en mi sitio y gire rápido encontrándome a Vinicius, fruncí el ceño con confusión y sorpresa.
— pero creo que vos no estás muy bien, porque como vas a abrir la puerta y dejar pasar a alguien sin siquiera ver quién es? —pregunto serio, mirándome a los ojos— poderia ter sido qualquer um —señalo en modo de regañó—
— abrí la puerta sin fijarme porque se suponía que serían Fede, Mina y Beni, no tú o cualquiera! —señale yo, obvia—
— pero no eran Fede, Mina y Beni! —gruño— no deberías confiarte de suposiciones!
— no me confío de suposiciones! —exclame enojada— yo ni siquiera sabía que tú sabías dónde vivo!
— y eso que tiene que ver con qué abrieras la puerta sin fijarte quien era antes? —pregunto él, aún serio—
Suspiré, sabiendo que en realidad el tenía razón.
— que haces aquí, Vinicius? —pregunte, ahora más tranquila—
— tenemos que hablar —dijo él también más tranquilo, pero aún serio—
De repente ya no estaba confundida o enojada, si no que bastante nerviosa.
— no hay nada de que hablar —dije—
Volví a caminar hacia la cocina, sabía que venía detrás mío.
— yo creo que sí, tenemos varios temas pendientes —dijo, insistente—
— pues yo no —murmure cruzando mis brazos, con enojo—
— quiero a la Evelyn adulta, no a la niña caprichosa —dijo serio, me volví a mirarlo—
— pues, esto es lo que soy —dije con enojo— soy ambas y si no te gusta te invito a irte.
El rodó los ojos y camino más cerca de mí.
— no dije que no me gustará, es más me vuelve loco cada versión tuya que conozco —murmuro, mirándome a los ojos— bueno, no todas, la de dejarme solo no me gustó.
