¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❦ ════ •⊰𓆗⊱• ════ ❦
Estoy sentada a horcajadas sobre él, mis piernas a cada lado de su cuerpo, mientras nos besamos con pasión, nuestras lenguas unidas en una guerra exitante y sus erráticas manos recorriendo mi espalda por sobre su camiseta, bajando de ves en cuando a mi culo para dejar leves apretones.
Mis caderas se mueven frotándose contra él, sintiendo su erección creciendo contra mí, sus besos bajan a mi cuello, dónde además de besar, lame y succiona suavemente, casi con delicadeza y es justo cuando toca un punto dulce para mí, entre mi clavícula y el inicio de mi cuello, haciéndome jadear.
El me saca la camiseta, recorriendo mi espalda descubierta con suaves caricias, al mismo tiempo que regresa a besar mis labios.
De repente siento como aferra sus manos a mi cintura, tomándome con fuerza pero sin llegar a ser brusco para pararse y recostarme sobre la cama.
— eres la mujer más hermosa que he visto, minha beleza —dice, en un susurro ronco y exitante, mientras me recorre con la mirada, deteniéndose en mis ojos— hermosa y solo mía.
No pude evitar que mi cuerpo temblará eróticamente ante ese comentario, sintiendo mi centro humedecerse al notar el tono posesivo en él.
Con aquel último susurro, guía sus dedos a mi centro, tocandome por sobre el encaje de mis bragas y lo veo sonreír mientras me mira, observando mis reacciones a sus acciones.
Y se que le encantan, se que le fascina verme hecha un desastre para él, por él.
Sus dedos se meten debajo de mí ropa interior y me acarician, jugando conmigo por unos segundos antes de enterrarse en mí, justo cuando el se posiciona sobre mí, volviendo a besarme.
Él pasa su mano libre por debajo de mí espalda, haciendo que eleve un poco está misma para que él con una increíble maestría desprenda mi bra, me lo saca y lo tira por algún lugar de la habitación.
Mi espalda se curva justo cuando él agrega un segundo dedo en mi interior, al mismo tiempo que su boca encuentra uno de mis pechos, el cual besa.
Gimoteo debajo suyo, sintiéndome desfallecer ante él.
❦ ════ •⊰𓆗⊱• ════ ❦
Narra Vinicius
Juro por Dios que ella es mi perdición, en todo sentido y momento, soy débil ante ella, ante su risa, su personalidad, sus ojos y la forma en la que me mira, sabiendo que con una sola mirada yo estaría de rodillas ante ella, débil a su olor, a su carisma, su pelo, su cuerpo.
Y más, cuando solo lleva mi camiseta del Real Madrid y unas bragas blancas.
