For me? [] Adaptación Spruan

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Een-Dmc:
Juan, ¿dónde estás boludo ?
¿Estás en la cafetería?
Dime que no, decime que no
Contestame lo más pronto posible gafotas

boludo contesta o te reviento a piñaaas

Juan miró su celular con una ceja arqueada, sin entender los mensajes de Spreen y sintiendo un poco de miedo ante lo preocupado y desesperado que lucia el azabache.

Yo:
Estoy acá, ¿qué sucede?¿Oso?

Een-Dmc♡:
Mierda, misrda mierda y msa mierds
Vpy de camino

Yo:
Hey¿Acaso estás en la motocicleta mientras me escribes?
SPREEN NO TE PASES DE PENDEJO !

Juan frunció el ceño y se mordisqueó el labio, Spreen no le siguió contestando y ya tenía el suficiente nerviosismo en el estómago como para llevarse un dedo a la boca y chuparlo.

Se pasó una mano por el cabello, y caminó de allá para acá en su espacio de trabajo mientras pensaba y creaba películas en su cabeza de lo que sea que pudiese estarle pasando a Spreen y lo que tenía que ver con él. Agradecía que la cafetería estaba a punto de cerrar y no había ningún cliente, si no seguramente lo estaría mirando raro por lo completamente angustiado que se veía.

Volvió a mirar su teléfono, Spreen le había dejado el visto y habían pasado 6 minutos desde que le mandó el último mensaje. Tampoco quería llamarlo, si el hibrido de verdad estaba conduciendo su motocicleta no iba a arriesgarse a marcarle, lo que menos quería es que el oso sufriese un accidente o le parara la policía por infringir la ley automovilística.

Colocándose un poco de puntitas, observó a Roier desde la ventana ordenando no sabe que cosas mientras conversaba con el chico auxiliar de cocina de quien sabe que cosa.

Een-Dmc♡:
Estoy en un semáforo, ¿no ha pasado nada boludo?

Yo:
Por los dioses pendejo
me tienes con la verga en la boca tu
¿de qué me estás hablando? Tengo culillo
no se que te pasa, no ha pasado nada, ¿me puedes explicar, shi?

A Juan ya no le salía el ser formal con Spreen, y maldijo en voz baja mientras dejaba caer su celular a la barra cuando Spreen volvió a dejarle el visto, y se desconectó del chat. Se pasó las manos por la cara y suspiró, iba a golpearlo cuando llegase.

De pronto, sintió un auto pararse afuera del local. Por lo que se arregló el pelo y se alejó las manos de la cara por si llegaba a ser un cliente desesperado que llegaba cuando estaban a punto de cerrar. Pero en cambio, se descolocó al ver a una furiosa Sally roja de cólera bajar del auto y caminar echa una furia hacia la cafetería.