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Sally estaba con un ojo encima de él, podía notarlo todo el tiempo en sus espaldas

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Sally estaba con un ojo encima de él, podía notarlo todo el tiempo en sus espaldas.

Aunque la chica ya estuviese un poco más cariñosa con él nuevamente -Juan no sabía por qué- la sentía extraña. Golpeenlo si quieren, pero Juan tenía ese sexto sentido que las mujeres decían tener y que presentía cuando había algo mal y el la hacia llamar Luly

Terminó de preparar granizados de frambuesa para un grupo de chicos y empaquetar galletas de avena y chips de cacao para una señora, cuando se vió la cafetería vacía.

Soltó un suspiro, sus dedos estaban algo acalambrados y comenzaba a hacer más frio ya estando a finales de octubre, y a una semana y media de comenzar a salir con Spreen. Este último estaba algo atareado con la universidad, por lo que no lo había visto en los últimos dos días y eso le tenía algo deprimido.

No es como si se fuese a morir, pero el hibrido realmente alegraba sus días y le hacía sentir mejor, fuera de la forma que fuera, Spreen sonreía hacia él y el día parecía volverse de color rosita y saber a azúcar.

Si, Juan estaba bastante mal, él mismo lo confirmaba pero nadie se compara a su amor propio y ego.

Revisó por si tenía algún mensaje, y luego de aquello, se agachó por detrás de la barra para comenzar a ordenar el poco desorden que tenía de infusiones, hierbas e ingredientes para hacer tantas cosas que Juan se mareaba. Comenzó a tararear alguna canción que escuchó recientemente en la radio intentando distraerse un poco, actualmente se sentía más cansado de lo normal y no entendía el por qué.

Escuchó el tintineo de la campana que indicaba que un cliente nuevo había llegado, y terminando de ordenar un par de frascos, se levantó con una sonrisa dispuesto a recibir al cliente, pero pegó un grito en el cielo al ver el rostro de Drako con una mueca de querer romperle la pierna a quien primero se le cruce, el cabello despeinado y la cara tan roja como la de un tomate.

—¡ALAVERGA QUE PUTAS TE PASO!—, Juan se llevó una mano al pecho dramáticamente, su hermano no le dijo nada, y Juan supo que estaba demasiado molesto como para disculparse o si quiera saludarle. —¿Qué haces aquí?¿No deberías estar en clases aún? Mierdaaa te ves de la verga

—Debería—, farfulló molesto, sentándose en una de las sillas vacías que allí habían y dejarse caer derrotado. Ahora el mayor entre ambos se veía como un pequeño perrito desamparado y por un momento Juan pensó que alguien lo había molestado pero no le entraba lógica porque drako también podía ser una mierda y devolverlo con un poco de magia.

—¿Qué pasó wey?—, Juan cruzó sus brazos y se apoyó en estos mismos frente a su hermano para escucharle. El chico ocultó su rostro entre sus brazos y se resfregó con estos mismos.

—Me han suspendido por una semana completa en el instituto, papá va a matarme—, se lamentó, y Juan le miró sorprendido.

—¿Qué?¿por qué te han expulsado? ahora con quien te metiste pendejo?

Drako levantó la vista, con un puchero inocente como si se sintiera ofendido por esa acusación que Juan se hubiese creído si no fuera porque conocía a su hermano desde que todavía tomaba mamadera. Algo malo había hecho, así que Juan resopló y le miró con reproche, dispuesto a escucharle. Pero antes de que si quiera el pelinegro abriera la boca, la campana volvió a sonar. Juan levantó la vista del derrotado Drako , topándose con la sonrisa de Zorman acercándose suavemente hacia él.

Zorman era un hombre agradable con personalidad algo curiosa, podía ser feliz, tranquilo y bromista pero lo contrario en segundos, tenia cabello un poco largo castaño, gafas grandes sobre su cabello revuelto y unos lentes con aumento puestas, llegando con un característico traje de científico.

Juan suspiró con una pequeña sonrisa, hacía tiempo que Zorman no se pasaba por la cafetería desde que terminaron la universidad y el de ojos esmeralda comenzó a trabajar en un laboratorio, le gustaba pasar tiempo conversando con él. El peli castaño llegó hacia la barra y le dedicó una mirada extrañada a la pequeña masita oculta que era Drako ahora mismo, pero luego volvió hacia Juan .

—Hola, Juan , dame lo de siempre, por favor—, pidió con una amable sonrisa, y Juan hizo rechinar sus dientes y asentir, para luego volverse hacia Drako y golpearle la cabeza con la mano.

El chico enseguida se quejó, levantando la cabeza hacia el enano que le había golpeado y a punto de maldecirle.

—Saluda pendejo —, le dijo Juan antes de cualquier cosa, señalando a Zorman , —pendejo, él es Zorman, un amigo que a veces me acompaña aquí o bueno, antes cuando era un foráneo jugador de lol lo hacia—, luego miró a el de ojos color verde, que volvía a mirar a su mejor amigo, pero esta vez de forma más extraña, —Zorra, él es Drako, Mi hermano y con quien vivo y soporto todos los días de la semana.

Juan recibió lo que parecía ser el sonido de una serpiente de parte del mayor, antes de que sus dos amigos se quedasen viendo por un par de segundos curiosamente entre ellos. Y esos segundos se fueron alargando, y alargando, y alargando de tal forma que el silencio se hizo sumamente incómodo para el hechicero. Formó una mueca al ver como los dos especímenes frente suyo se escaneaban hasta los sesos el uno al otro, hasta que Zorman abrió la boca y dejó salir algo que descolocó tanto a Juan que casi se cae de hocico nuevamente.

—Que lindo eres, Drako—, Juan se atoró con su propia saliva al escuchar aquello, abriendo los ojos como plato y comenzando a toser al ver como su hermano también abría los ojos sorprendido y se sonrojaba. ¡Drako jamás se sonrojaba!

Su vista se volvió algo borrosa por las lágrimas que se comenzaron a acumular en sus ojos por la falta del aire al toser. Y comenzó a mover las manos pidiéndole ayuda a cualquiera de los dos chicos frente suyo que aún no parecían querer dejar de mirarse. ¿Pero qué pasó? Juan fue ignorado olímpicamente y se quedó ahí, muriendo sonoramente detrás de la barra y maldiciendo internamente a esos dos pendejos.

Cuando Juan finalmente pudo respirar lo suficientemente bien y quitarse todas las lágrimas que nublaban su vista, Roier y Sally le miraban confundidos desde la puerta de la cocina, y Zorman con Drako ahora se sonreían coquetamente.

¿Qué mierda estaba pasando aquí?

¿Qué mierda estaba pasando aquí?

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For me? [] Adaptación SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora