IX. Terminando una vida

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El peli negro de ojos rojos esperaba una respuesta rápida a su pregunta, puede que tuviera mucho trabajo por hacer pero sabía cuando un humano se transformaba a demonio, lo sabía porque el solía ponerles nombre.

-. Akaza. El señor te hizo una pregunta.- sonrió Douma queriendo echarle más leña al fuego.

-. Creí que usted ya sabía. - respondía el de ojos amarillos rezando para que nada malo le pase al chico, agradecía haberse librado de la maldición de Kibutsuji para que no lea siempre sus pensamientos.

-. Mi señor. Que le parece si traemos a ese muchacho, talvez sea útil.- Douma no estaba ayudando en nada.

-. Silencio Douma. La razón por la que estamos aquí es porque Gyutaro y Daki han muerto.-

Con razón la reunión había sido "tranquila" hasta ahora, normalmente Daki siempre estaba haciendo o diciendo algo estúpido, era molesta hasta cierto punto.

-. ¡Oh! Lo lamento señor, me siento avergonzado sabiendo que yo fui quien les trajo a ellos. ¿Quiere uno de mis ojos, o los dos?-

-. ¿Para que necesitaría tus ojos?- Muzan volvió a concentrarse en las mezclas que estaba haciendo.

Sus ojos rojos se fijaron en la mujer del biwa. La mujer de cabellos largos entendió a los que se refería y tocó fuertemente el instrumento.

Giyuu se había molestado con Akaza, lo había estado buscando, intentado localizar su presencia pero nada había resultado, pensó que era una jodida broma del pelirosa

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Giyuu se había molestado con Akaza, lo había estado buscando, intentado localizar su presencia pero nada había resultado, pensó que era una jodida broma del pelirosa. No le gustaban mucho las bromas, podrían llegar a ser muy crueles.
De estar buscando se le había quitado el hambre y ahora solo quería descansar.

Se sentó en el suelo cruzando las piernas sujetando sus pies con sus manos.
Cerro los ojos un segundo y al abrirlos estaba en otro lugar.

Una energía realmente pesada y escalofriante lo bombardeo al instante. Su respiración se agito y se puso nervioso, aquella energía se sentía mas fuerte arriba suyo, no quería voltear, no quería moverse.
Sus manos apretaron sus pies en busca de que la molestia lo calmase.
Analizó su situación, al igual que inconscientemente aprendía las presencias de las "personas" atrás suyo, una de ellas era Akaza.

Volteo rápidamente chocando su ojo azul con los ojos amarillos brillantes.

-. ¡Akaza! ¿Puedes decirme dónde estoy?- el rostro del pelirosa era neutral pero Giyuu sabía que en el fondo estaba preocupado.

-. Así que tú eres el chico que acompaña a mi querido amigo Akaza ¿Mhn? Eres realmente lindo de cerca.- Douma acercó su mano al rostro de Giyuu acariciándolo con su pulgar.

El sonido seco de un golpe y seguido de sangre cayendo llamo la atención del de ojos rojos.
Giyuu debido al miedo y la sorpresa reaccionó como cualquier persona hubiera reaccionado en una situación así, con violencia.

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