"La ex de la jefe" (Historia G¡P)

Capítulo 12: Oliver CHANKIMHA

— ¡Maldita sea, Becky, teníamos dos semanas, dos semanas para que frenaras esto!—me reclama Joanne cuando viene a la casa y le cuento que fallé estrepitosamente en mi misión—. Ya estamos a veinticuatro de febrero, mañana es la boda.

—No ha sido culpa de Becky—me defiende Margaret, quien está sirviendo el té—. De verdad es que nadie ha querido escucharla, y tampoco se ha dado la oportunidad.

—Todo en la empresa es un caos por el lanzamiento de la aplicación nueva—le explico de forma tranquila—. Hubo algunos problemas técnicos, y se nos ha ido la vida en tratar de lidiar con los reportes. Freen ni se para por la empresa desde que llegó de su viaje.

— ¡Entonces hay que ir a buscarla a su casa!—exclama desesperada.

— ¿Para qué Nita sospeche?—pregunto con ironía, y Joanna suelta un suspiro. Parece muy preocupada, pero en realidad dudo que lo esté más que yo. No puedo dormir por las noches de la desesperación que siento.

—Envíale entonces una carta o correo, pero haz algo—me pide—. Esto va a terminar en una tragedia.

— ¿Crees que no lo intenté ya?—contesto con frustración—. Ya intenté mil maneras de decírselo, pero se niega a escucharme. Se está vengando por lo que yo le hice.

—Podrías hablar con Anna, me comentaste que ella quería decirte las cosas—me sugiere Margaret.

—Hoy intenté agotar ese recurso, pero Kirk me amenazó con ponerme una orden de restricción si intento acercarme a ella o incluso llamarla. Están siendo demasiado extremos—murmuro, y Margaret enfurece.

— ¡¿Qué rayos les pasa?! Mi hija sí me va a escuchar a mí.

—Ni lo intentes, se fueron a pasar la noche a casa de Freen, donde será la boda—le digo de inmediato.

—Entonces ya está, dejemos que la tragedia ocurra—responde Joanne antes de tomar un sorbo a su té.

—Todavía tengo otra opción, aunque no sé si vaya a resultar—hago una mueca. En realidad, es la última carta que me habría gustado jugar y es bastante probable que no resulte. El padre de Freen no veía con buenos ojos nuestra relación debido a mi nacionalidad; nunca me trató mal porque es respetuoso con las decisiones de sus hijos, pero no hay un cariño de por medio. La madre, por desgracia, no es una posibilidad, pues hace años que murió y nunca la conocí; sin embargo, supe que era una buena persona. Seguro ella me habría apoyado.

— ¿En qué estás pensando?—pregunta ansiosa.

—Iré a hablar con Oliver CHANKIMHA, el padre de Freen—respondo con determinación—. Solo espero que él sí me escuche.

Cuelgo el teléfono sin salir del shock en el que estoy. Después de media hora de discutir con la secretaria del señor CHANKIMHA, logré alzar la voz y decirle que de esto depende la vida y la integridad de la hija de su jefe y, aunque quizá fue un poco dramático, funcionó. Chankimha se puso al teléfono y me citó en su oficina que está en la sede de AutoNation Autos.

—Lo lograste—susurra Joanne, sin podérselo creer.

—Ahora solo esperemos que nos crea, porque tú vendrás conmigo...

— ¡¿Qué...?! Pero...

—Tienes que venir, si voy yo sola va a pensar que solo me interesa volver con su hija, y no quiero eso, quiero que me crea. Tal vez así nos ayude.

—Está bien, pero por favor que Nita no se entere de esto. Ya bastante peligro corro por haber hablado contigo.

—Ella no te hará daño—prometo decidida—. Si todo esto sale bien, seremos todos contra ella.