BISSED • Hyunlix [ Libro #1 ]

🌹 ; 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖘𝖊𝖎𝖘.

Con la caída de la noche en Bukchon, Felix se encontraba en su habitación, hojeando uno de los libros que había mantenido ocultos solo para tratar de distraer su mente y no acercarse a la ventana, mucho menos pensar en lo sucedido en la plaza, pero le fue casi imposible.

Desde su llegada a esa aldea, muchas de las cosas que se habían estado presentando, terminaron siendo aclaradas, pero otras solo aumentaban el misterio y las ganas de saber más acerca del pasado y por qué el alcalde parecía estar tan obsesionado con algo que desconocía por completo.

Continuar pensando en eso, solo le provocaba mucha más incertidumbre y, al mismo tiempo, las dudas incrementaban. La confesión de Lee Minho y la plática con la anciana de la librería lo dejaban pensando de más.

¿Podría ser que el alcalde estuviese buscando venganza por lo que le hicieron a su familia? Pero no tenía ningún sentido porque terminó utilizando a su propio hijo; aquel que nunca le importó.

Felix cerró el libro de golpe y lo dejó a un lado suyo. Su cabeza había comenzado a punzar al tratar de pensar en una razón del por qué el alcalde Park estaba actuando de esa forma. Si buscaba proteger la aldea, no era necesario; no había más ataques, por ahora.

Se levantó de la cama, luchando consigo mismo para no acercarse a la ventana, pero fue inevitable. Desde que se ocultó el sol, pensó en que Hwang Hyunjin aparecería en el límite del bosque para llevarlo con él.

Dormir podría haber sido una buena opción porque, si ese enigmático vampiro aparecía de nuevo en sus sueños, no estaba dispuesto a despertar y regresar a su desastrosa realidad en la que él no parecía figurar.

Llevó a su cajonera el libro que había estado leyendo para volver a esconderlo bajo su ropa y, antes de que se diera la media vuelta para disponerse a salir de su habitación, un golpe en la ventana hizo que se sobresaltara.

Permaneciendo en su lugar, se mantuvo en silencio y observando con atención hacia aquella zona para verificar que no había sido producto de su imaginación porque, hasta hace poco, consideraba que estaba comenzando a perder la cabeza.

Sin embargo, el ruido volvió a repetirse así que, con pasos firmes se encaminó hacia la ventana y la abrió bruscamente, encontrándose con el sombrío paisaje del bosque.

Negando ligeramente, trató de convencerse de que aquello era una completa locura mientras se apartaba al ver que no había nada extraño, pero, en ese momento, una pequeña roca cayó dentro de su habitación.

Extrañado, Félix entornó los ojos para tener una mejor visión hacia el límite del bosque y, en ese instante, su corazón pareció dejar de latir por un segundo.

Con el reciente acontecimiento, la duda comenzó a quemarlo por dentro y se preguntó si realmente estaba viendo al príncipe de los chupasangres, o se trataba de aquel otro chico cuyo nombre era Yang Jeongin.

Sus pensamientos fueron irrumpidos cuando un graznido a la lejanía llegó a sus oídos y Hyunjin se deshizo de la capucha que cubría su rostro. Al no poder contenerse más, cerró la ventana y se dirigió a apagar las velas para abandonar su habitación con cautela después de ponerse su capa.

Una vez afuera en la huerta, el característico cántico de un cuervo volvió a llamar su atención. Felix alzó la mirada hacia el cielo nocturno y vio cómo el ave volaba hacia uno de los árboles cercanos a la valla.

Al seguirlo con la mirada, el rubio visualizó el pálido rostro de Hwang Hyunjin entre las sombras, pero no se atrevió a moverse de su lugar. Permaneció con el semblante relajado y, a pesar de que estaba hecho un desastre por dentro al tenerlo esa noche ahí, la duda todavía persistía.