ɪᴠ. ᴏᴄᴜᴘᴀᴅᴏ

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Prólogo:Enzo se vuelve muy olvidadizo al estar tan ocupado con su trabajo.

Advertencia:No.
Word count:1223

En los últimos días Enzo había Estado muy, en serio, muy, ocupado con su trabajo

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En los últimos días Enzo había Estado muy, en serio, muy, ocupado con su trabajo. Tanto, que antes nos veíamos demasiado, día y noche, y siempre que llegaba de trabajar, el ya estaba esperandome en el sofá con una sonrisa.

Y ahora, llegaba a casa y una hora, dos horas, tres horas, cuatro horas, CINCO horas, y nada. Su horario de llegada había cambiado drásticamente, ahora la costumbre era llegar a las 10 pm, o más.

Mi horario cambiaba también para mi, intentaba llega un poco más tarde de lo normal, ya que odiaba llegar a casa y no verlo.

Era psicóloga, y me quedaba un poco más tarde, para poder terminar cosas, lo que hacia que mi agenda no fuera nada ocupada por el Día.

Eran las 7:30 pm, hice lo posible para quedarme más tarde, pero el paso del tiempo me aburrió y decidí ir a casa.

Metí la llave y abri la puerta, colgué mi abrigo y bolso en el perchero. Mi perro corrió hacia mi, lamiendome la mano. Vi a las gatas saliendo del cuarto, estirandose y buscando a Enzo.

-Ey, ¿Ustedes porque no me dan amor?. -Agarre a Ada y le di besos en la cabeza, dejándola en el sofá. -Todavía no llega papá, ¿No?.

Hice una mueca, revisando el cuarto, y la cama vacía, sin rastros de Enzo.

Suspire y fui a la cocina, tenía mucha hambre, y quería algo sencillo.

(3 horas después).

Escuche la llave entrando en la cerradura, y el aroma a cigarro y menta, se posaron en mis fosas nasales, sonreí inconscientemente, mire la hora, 10:30, debe estar muerto.

Lo vi entrar por el pasillo, vio la televisión al frente del sofa, frunciendo levemente el ceño, dirigió su mirada a mi, estaba acostada, viendo “La casa de papel”, por cuarta vez.

Sin decir nada, fue hacia el sofá y se tiró encima de mi, dejando su brazo colgando y el sobrante debajo de mi cuello, lo abrace de igual forma.

-¿Dia pesado?. -Pregunte acariciando su cabello.

-No tenes idea. -Dijo con voz cansada.

-Pobrecito el nene. -Di unos besos en su cabeza.

La gata se acostó en su espalda. -Quiero dormir un siglo. -Se acomodo.

-¿Queres algo de comer?. -Pregunte intentando levantarme.

-Nooo. No te muevas, quédate así, por favor, te necesito, eres lo unico que necesito. -Sonreí enternecida.

-Ve y descansa en la cama, yo ya voy. -Negó con la cabeza.

-Que noooo. -Dijo en tono de carraspeo.

ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs ||ᴱⁿᶻᵒ ⱽᵒᵍʳᶦⁿᶜᶦᶜ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora