Olivia

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ADVERTENCIA: ABUSO SEXUAL, EL PROPÓSITO DE ESTE CAPÍTULO ES CONOCER UN POCO LO QUE VIVIÓ OLIVIA Y ENTENDER EL LAZO TAN ESTRECHO QUE TIENE CON MARCO EL CUAL SE IRÁ MOSTRANDO A TRAVÉS DE LA HISTORIA

- Olivia es un hermoso nombre, yo soy Marco pero prefiero que me digan Mar.

La pequeña niña sonrió, sólo un poquito pero fue suficiente para robarse un cachito de mi corazón, en la habitación había un baño así que fui y moje un poco una toalla, volví con ella y me acomodé a su altura, no quería lucir intimidante, con cuidado limpie un poco su carita, una de sus mejillas estaba roja y tuve que contenerme para no soltar mi ira, tenía que calmarme. Limpié también su cuello y para ser sinceros salió bastante suciedad, me pregunto cuando fue la última vez que se bañó la pobre niña

- Me parece que esos rizos tan hermosos necesitan algo de atención

Dudo que sea bueno para peinar, después de todo mi único hijo es un hombre y de su cabello siempre se a encargado él así que opté por cogerle una colita de cabello solamente para que no estuviera como una pequeña leoncita, lo hice con la mayor delicadeza que pude y aunque no salió tan bien estaba un poco más decente pero cuando la volví a tener de frente, me di cuenta que estaba llorando

- Pequeña, siento mucho si te hice daño yo no soy muy bueno en esto y..

- Mi abuelito solía peinarme igual cuando no estaba mi mamá

Suspire conmovido, me pregunto donde está la familia de la niña y al ver que su llanto se intensificaba supuse que los extrañaba más que a nada

- Dónde está tu familia ahora Olive? Por qué terminaste viviendo aquí? Entiendo si no quieres hablar del tema, no tienes que contestarme

- Solíamos ser mis abuelos y mamá, ella era hija única así que no tengo tíos o primos, hace un año los 3 m-murieron en un accidente de coche por mi culpa

La niña empezó a llorar con más dolor, no sabía si podía tocarla pero en ese momento no lo pensé y la atrapé entre mis brazos, para mi sorpresa se aferró a mi aún llorando, era bastante liviana por lo que pude levantarme con ella así, acomodé mejor la cobija que la envolvía y di suaves cariñitos en su espalda, no sabía que decir por lo que guardé silencio un par de minutos eligiendo bien mis palabras

- Dudo mucho que haya sido tu culpa Olive y no sabes cuánto lo siento pequeñita, aún más sabiendo donde llegaste a parar

- ¡Si fue mi culpa! Ellos iban a recogerme al colegio y~y ahí se chocaron, si yo nunca hubiese existido ellos estarían vivos

Fruncí el seño ante sus declaraciones  ¿Cómo podía echarse la culpa de eso? ¿Cómo podía desear no haber existido? Es apenas una niña y el último de sus pensamientos debería de ser ese

- Olivia, eso no fue tu culpa, dudo mucho que tu hayas planificado el accidente ¿A caso tú lo planeaste? ¿tú sabías que iba a pasar y los mandaste ahí? Por supuesto que no, entonces no es tu culpa, son cosas incontrolables princesa

Ella simplemente se quedó en mis brazos, aún lloraba pero ya estaba mermando, le pregunté algunas cosas que no tenían nada que ver para ver si podía distraerla aunque casi se me cae la mandíbula cuando dijo que tenía 11. Si pesaba menos que Daniel y se veía casi de la misma edad de él, incluso un poco menor si nos ponemos a hacer comparaciones. Poco a poco su llanto se calmó pero no se veía con muchos ánimos de bajarse, la nona trajo unas ropas bastante desgastadas y viejas, incluso reconocí aquella camiseta, había sido mía de cuando vivía aquí. Decidí que a eso prefería ponerle la muda que había traído para Daniel, se trataba de unas bermudas con una camisa  negra, María votó que era mejor que llevará eso a lo que tenía antes y volvió a irse para acompañar a mi bebé, debo admitir que me sentía un poco mal por eso, él acababa de conocer a su abuelo y descubría que abusaba de una niña, escucho tantos gritos y tantas cosas que desearía estar con él para consolarlo, pero sabía que la niña que se aferraba a mis brazos me necesitaba más.

Las 9 promesas de un MonroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora