Ya estaba anocheciendo, hoy iba a ser la primera noche con mis niñas en casa, iban a dormir conmigo y mañana les acomodariamos algo, la verdad si sentía algo de miedo, no sé muy bien cómo actuar con ellas y eso me estaba poniendo los pelos de punta. Lo primero que tenía que hacer según mi lista mental era revisar la espalda de Alison y en general todo su cuerpo, al igual que con su hermana pero no sabía como hacerlo, no quiero que se sientan inseguras o temerosas por mi.
Olivia y Daniel se quedarían un rato con Abbi porque aún no sé manejar muy bien lo de tener a dos pequeñitas al mismo tiempo, no sé cómo cargar a ambas o algo así, por lo que mientas estaba mejor con la ayuda de mis hijos.
- Muy bien estrellita necesito que me dejes quitarte la ropita ¿Si? No te voy a hacer daño preciosa, solo tengo que revisar cómo estas y si necesitas alguna curación
La niña me quedó mirando y agachó su cabecita, movió su piecito para después hablar
- Mi mami dice que s~si nos catiga ed poque nos ama y~y si nod duele depues o tenemos pupa ed pada que ecodemos lo que hicimo mal
( tra:Mi mami dice que si nos castiga es porque nos ama y si nos duele después o tenemos pupa es para que recordemos lo que hicimos mal)Sus palabras sé metieron en mi corazón, ¿Pupa? ¿Cómo dejaba a mis niñas después de castigarlas?, me senté encima de la cama y la acomode en mi regazo
- No sé cómo haya sido con ella cielito, pero recuerdo que antes de que se fuera te dijo que tenía que curarte, a demás yo no soy así, si te tengo que castigar, apenas se acabe el castigo estarás perdonada y tendrás muchoos mimos y caricias.
POV ALISON
Mamá se había cansado de nosotras, yo le había advertido a Abigail... Pero teníamos hambre y aunque sabíamos que no podíamos comer porque estábamos castigadas mi pancita rugía con fuerza, quería aprovechar que estábamos solitas por lo que cogí un pedacito de Pan de la mesa, fue un cachito chiquito, lo juro, pero en ese momento mamá entró a la casa, sentí mucho miedo, vino hacia mi y se quitó la sandalia, me agarró del pelito y empezó a pegarme, mi espalda ardía y dolía, intenté decirle que solo fue poquito pero tenía tanto dolor que no era capaz de hablar.
Abigail intentó ayudarme pero mamá la empujó y se cayó con fuerza. Me dolía mi cabecita, no había soltado mis cabellitos en ningún momento y sentí por última vez la sandalia marcar mi espaldita. Ella se fue al baño a encerrarse, y cuando volvió revisó como me había dejado, yo no dije nada, solo podía llorar, me dolía todo.
Ella me recogió el cabello en una colita, agarró a Abigail e hizo lo mismo, no entendía que pasaba pero ella repetía que nos llevaría con un nuevo papá, yo no quería un papá, yo la quería a ella... Pedí perdón todo lo que pude, mami decía que las disculpas siempre eran importantes pero esta vez no lo fueron.
Antes ya tuve un papá, mami decía que lo era, aunque nunca hablabamos con él porque siempre llegaba enojado, teníamos que correr a encerrarnos y después de unos minutos escuchábamos llorar a mami, cuando salíamos tenía el cuerpito dañado. Por eso no quería uno nuevo, me daba miedo y no quería que nos dejará con nadie, ella se iba a quedar solita...
Todo el camino ella habló con Abigail sobre el increíble hombre que nos esperaba, yo no decía nada y después de media hora caminando y que mis piecitos dolieran paramos en una casa bastante bonita, no parecía demasiado grande pero tenía un jardín precioso y se veía como de la televisión donde salían niños felices, parecía que no había nadie pero mamá no dejó de tocar la puerta hasta que un señor bastante alto abrió, me escondí detrás de ella y comenzaron a hablar, todo iba bien hasta que mi hermana tuvo que interrumpir, trague en seco, a mami no le gustaba eso, temí que se sacará la sandalia de nuevo pero solo le dió 3 palmadas, a veces se me olvidaba que a Abbie si la quería, segundos después el hombre alto la agarró y empezó a mecerla,no pude evitar llorar, yo también quería que me abrazaran y me quisieran pero eso no pasó, mi mami me llamó y me pidió disculpas, definitivamente era la mejor mami del mundo... Me había perdonado! Tuve la ilusión de que me llevara con ella, pero antes de nada me mandó dentro de la casa donde Abigail se había metido en brazos de una niña muy bonita con cabello rizado. Cuando entré ambas estaban sentadas en un sofá muy lindo, era realmente grande, la niña palmeo el asiento que quedaba al lado de ella así que fuí, era bastante cariñosa, tenía a mi hermanita en sus piernas mientras me acariciaba las mejillas, eso se sentía bonito pero al ver que mi madre se iba me dolió mucho en el corazoncito, intenté que no se fuera pero todo era en vano, apenas el grandulon me cargó, ella corrió lejos de mi, no pude aguantar mi llanto aunque entre sus brazos no dolía tanto, se quedó Haciéndome caricias hasta que me calmé y lo selló con un besito en la frente, hace mucho no tenía uno de esos pero nada podía hacerme pensar en otra cosa que no fuera mi mamá. A veces retomaba el llanto pero después de escuchar por partes la conversación que tenía con los niños grandes nos dijo a mi hermanita y a mi que sería nuestro papá... El no parecía como el que había tenido antes, quizá mamá tenía razón y nos iba a querer mucho, deseaba con todo mi corazoncito que eso fuese verdad.
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Las 9 promesas de un Monroe
RandomMarco Monroe nunca quiso ser padre, quizá por el mal ejemplo del suyo y su miedo a repetirlo, quizá porque quería una vida sin restricciones ni tapujos, quería ser libre y no tener que pensar en niños o en que está llegando tarde a casa para hacer l...