Ya paso la etapa que más disfrute de mi vida, el mundial. Llore, reí, sufrí, bardee a todo el mundo y sobre todo me quedé afónica.
El partido en el que más sufrí fue contra Holanda y obviamente en el que menos fue contra Croacia. El primero me partió en 2 el corazón y el último partido lo termino de curar.
Fue uno de los mejores veranos, hasta el mejor que viví en mi vida se podría decir. Es que en todo me fue bien, la escuela, los partidos, me junte con más personas pero las más importantes siempre van a ser, mi familia y los aborígenes que tengo como amigos.
Hoy voy a salir porque soy re vaga y porque More me insistió.
- A la, ya son 16:15 - Calculen que yo a esa hora tenia que estar pero en la plaza, y yo vivo a 7 km del centro, así que estaba llegando tarde otra vez.
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Apague mi teléfono, agarre mis cosas y salí corriendo hasta la avenida para agarrar un taxi.
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Después de llegar a mi respectivo lugar, le pague al taxista y me baje caminando hacia la senda peatonal. Siempre que puedo voy pisando las líneas blancas pero supuestamente la pintaron ayer a la senda y por precaución preferí caminar por las negras. El semáforo estaba de color rojo por lo que pasé tranquilamente. La primera mitad de la calle la pasé bien pero mientras pasaba hasta el otro extremo una moto de color negro casi me choca, si no hubiera frenado el conductor no estaría contando el cuento.
- Que mierda te pasa, no ves que esta en rojo? - Conecte miradas con el chico. Al mirar sus ojos a través de la visera del casco los pude notar con arrepentimiento, pero... de algún lado los conocía, ese color verde se me hizo familiar, supuse que simplemente los familiarice con los de More, así que simplemente lo miré con mi mejor cara de ojete y seguí mi camino.
