CAPÍTULO 4 = Viejos hábitos.

249 35 17
                                    




POV. LENA

El camino de vuelta al castillo fue más difícil de lo que pensé. Había sido un grave error, no debí haber besado a Kara, no debí acercarme así a ella... Diablos, no debí contarle nada sobre las malditas jolgoriadas de Lex... ¡Mierda, no debí mencionar a Lex!¿Qué demonios tiene esa humana que comienzo a hablar como si recitase una ópera italiana?... ¡Por supuesto que sabía que tenía! ... Tiene una mirada dulce hasta el alma, una mirada vivida, curiosa, noble y bondadosa, los ojos azules más suaves y transparentes que he visto en mi sórdida y longeva existencia ¡Demonche! Es todo un primor con ese flequillo rubio cayendo por su frente y esos enormes y sonsos lentes...  Lo peor, es que tiene tiene pendejisima idea de lo que provoca. ¿Qué carajos te ocurre Lena? ¡Usa tu puta cabeza, demonio!... Calma Luthor... Calma...


[...]

En cuanto llegue al castillo subí a mi oficina sin querer ser vista ni molestada.
Comencé a dar vueltas alrededor de mi escritorio como bestia enjaulada. Era consciente absolutamente de un buen par de cosas.

PRIMERO : El aroma de Kara había quedado grabado a fuego atizado en mi olfato, en mi mente y en todo mi cuerpo.

SEGUNDO : Necesitaba alimentarme, tenerla cerca, sentir su esencia, sentir como su sangre fluye vigorosamente por sus venas es una jodida tortura

TERCERO : Debía encontrar la forma de arrancarme los deseos incontrolables, los pensamientos perversos y lujuriosos que navegaban sin ninguna vergüenza en mi mente de tomarla, romper sus prendas y empotrarla contra cualquier superficie disponible y hacerla mía, dominarla, domarla, marcarla, aprender como complacerla, tomarla violenta y rudamente, dejar mi esencia en ella, que todos sepan que tiene dueña, quiero morderla... quiero morderla con desespero al punto de doler... El hormigueo en mis colmillos es insano y un completo martirio.

CUARTO : ¿Quiero fumar? ¿De nuevo? Dejé el hábito hace muchos años... habían sido épocas complicadas... Pero, esto no se compara a las desgracias, penuria y sufrimiento de ese entonces. ¿Por qué quiero fumar? Creía haber superado esa etapa... Ya no tienes cien años, Lena ¿que ocurre contigo? Necesito un whisky.

QUINTO : No existía forma alguna de alejarme de Kara. Podría reconocer el latido de su corazón a kilómetros, podría saber que es ella en la más absoluta oscuridad, podría reconocer su piel solo por haber tocado su mano y sus mejillas, no hay forma de no reconocer esos ojos, su olor... su olor... ¡Por los mil demonios del maldito Dante! Podría reconocer su olor, su sangre en cualquier parte, da lo mismo cuántos años pasen. Estoy frenética, necesitaba alimentarme. ¡No!... La necesito a ella, no quiero sangre, quiero su sangre, no quiero carne, quiero su carne, es lo único en lo que quiero insertar mis colmillos. ¿Qué carajos voy a hacer? No puedo simplemente morderla... morderla ¿y ya? Como una puta bestia.

Me moví hacia los cajones en busca de algún milagro, comprobando nuevamente la nula existencia de estos al no encontrar ninguna cajetilla de cigarrillos. Bufé feroz y presione el botón sobre el mueble del escritorio. A los segundos tocaron la puerta. - Entra.

Mi señora adjudicadora, ¿qué desea? - Merlin entró a mi oficina con cuidado, era un desmadejado inmortal para muchas cosas, sin embargo, era leal y fiel a mis comandos y deseos. Su desaliñado pelo negro mostraba marcas del trabajo del día.

¿Cuántos han sido hoy, Merlin?
Quince mi buena señora.
Que tragedia.
Es naturaleza... Mi buena señora.
Es demasiado, tienes que decirle a Lex que controle a su conglomerado de sabandijas licenciosas ó comenzaremos a llamar la atención de la mesa alta... ¡Merlin! Yo NO quiero a la mesa alta en mi hotel... ¿Está claro?
Si mi señora adjudicadora, está claro.
Otra cosa... Necesito que me traigas cigarrillos, los mismos de ese entonces... lo antes posible y más whisky, el de la reserva de Speyside... ¡Ahora Merlin... Muévete!
Si mi señora.- Salió corriendo de mi oficina, cerrando la puerta por fuera.

Me moví hacia el ventanal apuntando mi vista hacia la dirección en la que se llega a su morada, su hogar, el lugar en donde debe ser más libre, el lugar en donde reposa, donde su olor está clavado, impregnado en cada jodida esquina. ¡Que puto deleite!... que puta condena. Suspire quejumbrosamente ante la idea de buscar tener su vida a mi disposición sabiendo que es imposible. ¿Quién arruinaría su propia vida por una como yo? Nadie, Lena. Nadie lo hará nunca.

La puerta volvió a sonar. Sabía que era Merlin de vuelta.

Entra.
Mi gran señora adjudicadora, lo que ha pedido. He traído 6 botellas para dejarlas en su reserva personal y también un par de cartones de 20... Lucky Strike Toasted. Mi buena señora, también le traje una dosis solo por si llegase a ser imperativo que se alimente.
Gracias Merlin, siempre tan leal y cumplidor. - Acaricie su cabello mientras él agachaba la cabeza para recibir la caricia como el perro faldero de su ama que era. - Ya puedes retirarte. No olvides darle el mensaje a mi hermano, es urgente.
Si mi señora adjudicadora, de inmediato, mi señora.

Vi como se iba mientras tomaba una cajetilla y sacaba un cigarro, abrí una de las botellas y serví dos porciones de whisky, busqué el encendedor de mi madre en la caja central y encendí mi primer cigarro en más de 60 años.

Me acerqué al ventanal, miré al cielo. ¿Que se supone que debo hacer con Kara? ¿Por qué la cruzaron en mi camino? ¿Por qué ella? ¿Por qué justo ahora? ¿Qué debía hacer con lo que estaba sintiendo? ¿Qué esperan? ¿Que la cortejé, la busque y la enamore, para después quitarle la vida? ¿Que la transforme? Ya hay demasiados como los nuestros, el proceso es lento, complejo y se necesita la aprobación de la Mesa Alta para realizarlo. No puedo arrebatarle su vida, su juventud, solo tiene 26 años, aún tiene tanto por descubrir. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no fui consciente de que tocaban la puerta.

Lena Luthor fumando luego de 78 años.
Lex, creí que habíamos acordado ser discretos y cuidadosos.
Fue solo un festín que se salió de las manos, no volverá a ocurrir, no te preocupes, no suelen ser tantos.
No quiero llamar la atención de la Mesa Alta, Lex. No quiero irme de aquí.
Lo sé hermanita, yo tampoco quiero irme de aquí. No creí que pasaría pero, ya le tome cariño a esta ciudad y al hotel.
Motivo más que de sobra para ser cuidadosos.
No volveré a permitir que las cosas se descontrolen así.
Perfecto.
¿Qué ha ocurrido?
¿A qué te refieres?
Lena... no te hagas, estás fumando ¿qué ocurre? Y no me digas que es por los quince de hoy porque tú y yo sabemos que no es así.
Solo... tengo muchas cosas en la cabeza.
Ajam.. ¿qué cosas? - Tome una profunda calada de mi cigarro antes de mirarle con desaprobación.
No me molestes, Lex.
¡Oh vamos, Lena! ¿Desde cuando tenemos secretos?
No guardo secretos.
Entonces...
No puedo...
Secretos...
¡Diablos, que dolor de culo que puedes ser!
Pero así me amas, hermanita.
¡Soy tu hermana mayor, hermanita nada! - Comenzó a reír como un niño pequeño que acaba de hacer una travesura.
Vamos... dime.
Anoche...
Anoche... ¿Qué pasó anoche?
¡Ya no me interrumpas! - Respondí exasperada al tiempo que daba la última calada al cigarro y terminaba de beber el Whisky. - Anoche... Conocí a alguien. Y ya vio mi rostro.
Okey... no entiendo.
Que conocí a alguien, Lex. Alguien... Alguien como no había visto antes. Alguien... que hizo que cada fibra de mi ser se derritiera en un cálido torbellino de emociones e impulsos varios...
¡Oh por los benditos infiernos... Lena, estás enamorada!
Por supuesto que no, idiota.
Claro que sí, basta verte la cara de pendeja que pusiste al recordarle. - Lo miré fijo con una advertencia silenciosa. - No es lo peor.
¿Qué es lo peor?
Ella... es una humana.
... - Lo miré esperando alguna reacción volátil... simplemente se dejó caer en la silla con la boca abierta.
¡Ay hermanita, sí que estás bien jodida!

.
.
.
.
.
.
.
.
.

CAPÍTULO 5 = Benditos sean los sauces

.
.
.
.

Nos vemos la próxima semana con un par de capítulos romanticones

Ojalá estén disfrutando la historia

Athena ✨

Sauces y lazos de Sangre - SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora