CAPÍTULO 23 = Burbuja de amor

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POV. KARA


( Una vez termino la reunión Lena nos condujo hasta su habitación, sé que teníamos una conversación pendiente que era importante, también debíamos hablar de Alex y... ¿Que fue eso del viaje a Londres?  Y a eso ahora había que sumarle el tema de Lutessa. )

- ¿Deseas tomar un baño?
- Mmm... Len, necesito volver a mi departamento.
- ¿Por qué? Kara, no hay lugar más seguro para ti en este momento que el hotel. ¿Es por mi madre o por Carmilla?
- No no no, no tiene nada que ver con eso...
- ¿Te sientes ahogada aquí en el hotel?
- No, cariño...
- ¿Necesitas espacio?
- Mmm... No, no es precisamente por eso en esta oportunidad.
- ¿Qué ocurre?  No entiendo.
- Si me dejas terminar lo sabrás.
- Disculpa.
- Se que el hotel es seguro y no forma alguna de que logre sentirme más a salvo y protegida que cuando estoy contigo pero, yo no vivo aquí en el hotel, mi departamento lleva demasiados días solo, todas mis cosas están allá, mi espacio también lo está... Pero, puntualmente lo que necesito es... Ropa... Mis cosas. Llevo muchos días aquí y ya no tengo recambio de ropa ni de útiles de aseo, tengo carpetas importantes del trabajo... Necesito Pijama, extraño mi mantita favorita, es mi mantita de confort, tengo que revisar el correo... Necesito mi bicicleta, no puedo depender de ti para moverme por la ciudad, tengo que lavar mi ropa también.  ( Guardé silencio y la miré mientras asumo estaba asimilando lo que acababa de decir. ) - Cariño por favor di algo.
- Podrías... ¿Sabes?
- ¿Podría que?
- Podrías... Tu... Tu podrías vivir... Aquí en el hotel... Si así lo deseas... Yo... Yo sería muy feliz... Muy feliz de que fuese así. ( Dijo casi en un susurro tímido, uno que esperaba rechazo por mi parte, su mirada fue lo que terminó de matarme, era anhelante casi con una súplica implícita, que hacía imposible no derretir el más frío de los corazones. )
- ¿A ti... A ti te gustaría que yo... Que yo viviese aquí?
- Más que cualquier otra cosa. Nada me haría más feliz... Kara, nada le entregaría mayor gozo, deleite y orgullo a mi corazón  que saber que cada noche cuando salgo de mi oficina, cuando vuelvo de cazar, tú estarás aquí. Nada podría compararse con el sublime nirvana de dormir a tu lado, de despertar a tu lado, de ser tú el mejor regalo y lo primero que vean mis ojos cada mañana. Kara yo anhelo despertar cada alborada, entrelazadas en el suave abrazo de los primeros rayos de sol, sintiendo el calor de tu presencia acariciar mi alma, mientras el mundo despierta a nuestro alrededor... Pero lo único que es importante es nuestra burbuja personal. Deseo que cada amanecer sea una danza etérea entre tus susurros y latidos, uniendo nuestros destinos en un lazo cósmico de amor eterno que perdure hasta el último suspiro de nuestras vidas. Que ese lazo se renueve cada día y en el suave murmullo de la aurora, anhelo fundirme en el santuario de tus sueños, navegando juntas por los mares de la imaginación y la fantasía, tejidos en la melodía de nuestras respiraciones entrelazadas. Quiero que cada despertar sea una poesía susurrada al oído del universo íntimo y privado que hemos creado, donde nuestras miradas se encuentren como estrellas en el firmamento, estrellas que se prometen tácitamente amor inmortal en cada destello de luz que compartimos.
- No es justo. ( Susurre embelesada por sus palabras. )
- ¿Qué no lo es, mi quimera, mi tierra prometida?
- Que digas cosas tan lindas... Así, de la nada... Es imposible resistir cualquier impulso de lanzarme a tus brazos y unirme con pegamento a ti por el resto de mi vida.
- Entonces no los resistas. La felicidad sería mi más fiel acompañante si pudiese tenerte pegada a mí siempre, en un recorrido infinito de los días que nos aguardan.
- Te aburrirías.
- Ni en un millón de años.
- No lo sabes.
- Tengo mejor sentido del paso del tiempo que usted, señorita mía.
- Es verdad... Pero, yo he convivido más tiempo conmigo misma que tú.
- Vaya privilegio ese. Espero poder decir aquello algún día.
- Te amo, Luthor.
- Yo te amo a ti, princesa. (Me besó suavemente mientras me abrazaba a ella como un koala. )
- Dime que sí.
- Es muy pronto.
- ¿Dijo quien?
- Las normas de convivencia sociales.
- ¿Y a mí qué? ¿Te importa lo que diga el resto?
- No.
- Entonces...
- Llévame a mi casa a buscar ropa y algunas cosas... Déjame meditarlo en el camino.
- Como ordené su majestad.


Sauces y lazos de Sangre - SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora