POV. KARAMe desperté lenta y perezosamente, estiré todo mi cuerpo esperando sentir mis músculos doloridos o resentidos pero nada de eso pasó, mi cuerpo se sentía descansado y liviano, no había dolor de ningún tipo, levanté las sábanas para mirar y en efecto tenía un par de vendas en mis brazos, hombros y una en mi pie izquierdo. Toqué mi cara encontrando un parche en mi mejilla, fue inevitable pensar en que eso dejaría una marca bien fea si no lo cuidaba debidamente. No entendía muy bien cómo era posible que no sintiera dolor en ninguna parte de mi cuerpo, ni por el estrés, ni por resentimiento de lo experimentado, ni las heridas o golpes... Nada... ¿Que clase de píldoras toman estos "Chupa sangre"?
Volví a estirarme y me senté en la cama mirando a mi alrededor. Estaba en una amplia cama, esta era mucho más grande que las dos plazas de mi departamento, la suavidad de las sábanas gruesas y frescas y el plumón, ambos blancos, eran un sueño. Las almohadas eran exquisitas, mi pijama era un traje corto de dos piezas en el mismo color... ¿Quién carajo me vistió? Un tono rojizo subió a mi rostro inmediatamente... Dejé esa duda para después, volviendo a tocar la suavidad de la cama, te hace entender porque descansaste tan bien. El cuarto era grande también, empedrado antiguo blanco, ventanales de techo a piso, la decoración era minimalista y verdaderamente hermosa, una extraña mezcla entre lo antiguo y rústico del castillo con un estilo escandinavo.
Me levanté y me percaté de un par de pantuflas suaves blancas dispuestas a los pies de la cama para mi. Tome la bata que estaba doblada en el sofá al lado de la cama y me moví por la habitación, ingrese al baño para asearme al menos en lo más básico y necesario y luego volví a sentarme a los pies de la cama. En cuanto fui consciente de todo lo ocurrido en los últimos dos días un pánico gigantesco se aferró a mí.
Primero : ¡Lena! ¿Dónde está Lena? ¿Estaba bien? Por supuesto que no con todo lo que sufrió Necesitaba encontrarla, necesitaba verla, debía comprobar que estaba bien.
Segundo : ¿Qué día es hoy? ¿Qué hora es? ¿Cómo es que no recuerdo nada desde que subimos al auto de Dimitri.
Tercero : Mi trabajo... ¡Dios! Tendría suerte si no me despiden, no había llamado, no había avisado porque me ausenté, de seguro nadie sabía nada. ¡Que tragedia! ¿Cómo arreglaré esto?
Cuarto : Alex... De seguro llamo y mensajeo un millón de veces a estas alturas... ¿Qué demonios le diré? ... Hola hermana, si mira... Estuve desaparecida porque los chupa sangre enemigos de mi novia vampiro me secuestrador y luego a ella, nos retuvieron, golpearon, a ella la torturaron durante horas frente a mí para luego escapar de la forma más irreal posible y ella se batiera en una golpiza épica con los tres saliendo ilesa al menos de esa parte de todo el desastre en el que estoy metida... Claro... Vaya que explicación.
Quinto : ¿Cómo se supone que salga de aquí? ... No conozco a nadie, no sé cómo moverme aquí... ¿Qué se supone que hago? ¿A quien le hablo? ¿Cómo se si todos están al tanto de la parte sangrienta? ¡Dios! Esto se me está yendo de las manos. Apoyé mi cabeza entre mis manos pensando en una salida cuando alguien tocó la puerta. Mi corazón se aceleró al máximo, miré a mi alrededor pensando si era correcto que siguiese ahí o si mejor me volvía a meter a la cama para taparme. Opté por lo más sensato que fue pararme y abrir la puerta, al otro lado apareció una mujer, alta, morena de pelo del mismo tono y bellos ojos castaños.
- Hola, me alegro que estés despierta. Permíteme que me presente. Mi nombre es Samantha Arias, soy lo que tú conocerías en el mundo humano como la asistente personal de la Adjudicadora y también su más cercana amiga.
- Hola, mi nombre es Ka... - Si querida, sé muy bien quién eres... ¿Puedo pasar?
- Claro... - Le abrí el paso para que ingresara y cerré la puerta.
- Cuéntame... ¿Cómo dormiste? ¿Te sientes mejor?
- Honestamente, me siento muchísimo mejor de lo que cualquiera podría estar después de lo que fue ayer.
- Me imagino que si. Fuiste tratada con la mejor medicina disponible. La tecnología y medicina de vampiros es bastante más fuerte y efectiva que la de los humanos. Principalmente tomando en cuenta al tipo de riesgos físicos que pueden verse expuestos nuestros cuerpos.
- Específicamente ¿que me hicieron?
- Te inyectaron dos veces de forma intravenosa un aglutinogeno de O RH - ya que es tu grupo sanguíneo, eres donante universal ¿lo sabías? Ella también lo es... Bueno lo era... Te administramos dos dosis de 6ml separadas en 6 horas cada una. Te curamos y tratamos tus heridas, se aplicaron pomadas relajantes en todas las zonas importantes y reconstructoras de tejido para acelerar la regeneración celular. Te dimos dos relajantes musculares de 50mg, es más deberías tomarte una dosis justo ahora. - La vi mirar la hora en su reloj y acercarse al escritorio para servir un vaso de agua para entregarme las pastillas. - Aquí tienes.
- ¿Qué hora es?
- Son las 16 horas del domingo.
- ¡No puede ser! ¿CUÁNTAS HORAS DORMÍ?
- Pues si son... Y dormiste desde las 11 de la mañana del sábado.
- ¡Dios! .- Caí sentada sobre la cama... Esto era aún peor.
- No te preocupes por tu trabajo. Una de nuestras Ghouls llamó a tu trabajo informando que habías sufrido un choque automovilístico cuando ibas en tu bicicleta camino a la universidad el viernes en la mañana y tu teléfono había quedado destrozado como para avisar. Una tal Doctora Irma Ardeen llamó un par de veces el día de ayer pero no le di gran información esperando que tú accedieses a darla una vez despertarás.
- Muchas gracias. Eso me deja un poco más tranquila.
- Me alegro, Kara. Ahora toma tus píldoras por favor.
- Gracias... - De pronto me golpeó el que ella debía saber de ella
- ¿Lena? ¿Cómo está ella? ¿Dónde está? ¿Puedo verla? ¿Se pondrá bien?
- Tranquila, Kara... Lena se pondrá bien, está descansado, está despierta, pero su recuperación tardará un poco más que la tuya, tomando en cuenta que sufrió daño cerero en sus piernas, espalda, brazos y cuello, las heridas de cuchillo ya están cien por ciento curadas, la perforación en su estómago casi no tocó zona muscular y orgánica importante así que dude seguro mañana o pasado eso también estará bien pero, la parte ósea más dañada tardará unos dos días o tres.
- ¡Wow! Eso es veloz
- No creo que me corresponda y ella te dará toda la información necesaria del porque tiene la capacidad de sanar más rápido que incluso muchos otros de nosotros.
- ¿Puedo verla?
- Por supuesto, ha preguntado por ti unas 200 veces desde que las separamos para atenderlas cuando llegaron.
- Déjame confirmar que siga despierta y esté en condiciones de verte y vendré por ti en unos minutos ¿si?
- Claro aquí te espero.
- Muy bien. Me retiro. - Salió de la habitación cerrando la puerta por fuera. Me recosté nuevamente en la cama, dándole vueltas nuevamente a todo lo vivido desde la noche del jueves. Comencé a sentir los efectos de las pastillas pero no quería dormir, necesitaba verla, necesitaba saber que estaba bien, necesitaba ver por mis propios ojos que se recuperaría, necesitaba hablar con ella también. Pensé en muchas formas de sacar el tema cuando Samantha volvió a tocar. Me levanté a abrir la puerta para ella.
- Esta despierta, se puso muy contenta de saber que ya estás despierta y está deseosa de verte. Te acompaño a su habitación. Está en el ala opuesta, es la última habitación en la torre más alta.
Caminamos por los pasillos y a pesar de lo poco que pude admirar en la arquitectura y el diseño sin duda era un lugar hermoso, me encantaría poder recorrerlo con calma junto a Lena en un futuro. Sería algo lindo... Al menos por esta parte del castillo.
- Llegamos. - Tocó la puerta y escuché a Lena al otro lado.
- Entra. - Samantha abrió la puerta y se dirigió a Lena con un tono completamente diferente al que había tenido conmigo.
- Mi señora, Kara está aquí para verla.
- Por favor hazla pasar, Sam.
- Si, mi señora. Kara, pasa por favor. - Entre tan rápido como pude y en cuanto la vi corrí hacia ella, fue más fuerte que cualquier otro impulso, que cualquier otro sentimiento, que el decoro, la educación. Necesitaba tenerla cerca, necesitaba tocarla, comprobar su estado, olerla. Dios mi necesidad por Lena solo crece sin importar que estemos hablando de una vampiro que podría desnucarme con un chasquido. Escuché a Samantha decir que se retiraba y cerró la puerta por fuera.
- Buenas tardes mi hermosa Kara. - Susurro suavemente mientras tomaba mi mano y la acercaba a sus labios para besarla.
- Hola... ¿Cómo te sientes? ¿Cómo dormiste?
- Mucho mejor, sanó rápido, la parte ósea es la que da más batalla pero mañana ya estaré entera otra vez.
- Samantha dijo que podrían ser dos o tres días.
- Sam exagera, Sam se preocupa. Además es parte de su trabajo mantenerme viva.
- Creo que la parte personal es la que inspira más preocupación y cariño por su parte.
- Es una buena amiga.
- ¿Por qué te trata de "Mi señora" o de "Adjudicadora"?
- Voy a responder todas y cada una de tus preguntas quimera mía pero, primero quiero saber cómo te encuentras tu. ¿Pasaste buena noche? ¿Sientes algún malestar?
- Yo creo que sabes de sobra que me siento perfectamente bien. Solo tengo un tirón al caminar en el pie y mi cabeza a ratos se abomba pero, es nada comparado con lo que pensé que sentiría.
- Fuiste cuidada y tratada con especialistas, la medicina usada en ti es la usada en nosotros.
- Si, algo así me dijo Samantha cuando fue a indicarme que me tocaban pastillas.
- Muy bien.
- Lena... Gracias.
- Oh mi preciosa hechicera, no existe en esta tierra fundamento ni pretexto alguno por el cual tú tengas que presentar agradecimiento ante mi.
- Lena, expusiste tu vida, te ofreciste a ser torturada en mi lugar, me rescataste, me protegiste de esos... Esos animales, me trajiste a un lugar seguro... Te debo mi vida.
- Kara, tú no me debes nada, más bien es lo opuesto. Tu vida, tu preciosa existencia, fue puesta en el más letal de los peligros por mi displicencia, fui irresponsable, ingenua incluso, creyendo que estarías a salvo después de haber sido avistada por Edge. Todo es mi culpa, Kara.
- No me interesa eso, Lena. Entiendo que ellos querían vengarse de ti, no sé porque pero, entiendo que era su gran vendetta. Me salvaste. Alguien a quien apenas conoces...
- Kara, mi hermosa y fuerte Kara. Tú volviste a dar sentido a mi longeva existencia solo con aparecer en mi sendero de sauces. No subestimes jamás la importancia de tu presencia, en mi vida. No importa el tiempo, no importa las dificultades que puedan haber, has transformado siglos de incertidumbres y oscuras dudas existenciales en la experiencia más beligerante y placentera para hacerme llegar a ti. Todo valió la pena, cada día, cada minuto ahora luce como algo sublime si cuyo fin era encontrarte hechicera mía. Haces que todo tenga sentido para mí ahora.
- ¡Oh Lena! .- No pude evitar lanzarme a sus brazos, necesitaba abrazarla necesitaba tocarla, sentir su olor, acurruque mi rostro en su cuello y aspiré sin vergüenza alguna su perfecto aroma.
- Demonios, no sabes cómo extrañaba tener tu figura pegada a mi, Kara. - Aferro uno de sus brazos a mi cintura.- El brazo izquierdo aún está fuera de servicio... Kara... No puedo evitar cuestionarme el que no sientas miedo
- ¿Miedo de estar en un castillo rodeada de vampiros o miedo de que tú lo seas?
- Ambas.
- No, Lena. No temo de ti. Esto es nuevo para mí y tengo muchas dudas y preguntas, hay mucho que debemos hablar pero, por motivos obvios y otros tantos que mi cabeza aún no logra descifrar, no puedo sentir miedo contigo. Sigo sintiendo todo lo opuesto, tal vez ahora más fuerte. Nunca he dejado de sentirme cuidada, protegida y segura contigo. - Ella apretó aún más el abrazo con su vendado brazo derecho y yo me aferré aún más a ella con ambos.
- Lo siento... ¿No te hice daño al lanzarme así?
- No. Tenerte conmigo jamás será un daño de ningún tipo. Ahora estoy más tranquila, sé que es normal que descansaras varias horas pero, no poder moverme de aquí e ir por ti me tenía como una loca frenética.
- Lena...
- Dime hermosa.
- Creo que las píldoras que me dio Samantha están haciendo efecto.
- Yo tomé mi dosis antes de que llegaras. ¿Quieres volver a tu cuarto a dormir?
- Nu.- Susurre con voz de niña pequeña consentida. - Quiero quedarme contigo. Lena no quiero separarme de ti. Quiero... Quiero cuidarte, sé que puede parecer una locura, una humana cuidando a una vampiro pero, sea lo que sea que necesites quiero poder hacerlo para ti.
- Kara, solo con respirar me das todo lo que podría llegar a necesitar. Y si, puedes quedarte aquí. No es lo más ortodoxo para mí saltar etapas y más aún cuando solo llevo un par de días cortejándote pero, dados los eventos recientes creo que podemos pasarlo por alto.
- Entonces... ¿Podemos... Podemos dormir juntas?
- Si preciosa, ven entra, no quiero que te de frío. - Hice lo que me indicó y volví a abrazarme a ella como si mi vida dependiera de eso y honestamente así comenzaba a creerlo.
- ¿Tú también dormirás?
- ¿Te molestaría?
- No, es eso lo que quiero, descansar contigo.
- Entonces... - Se movió para tomar un comando y oscurecer la habitación bajando las persianas y apagando la iluminación diaria. Se acomodó en uno de los almohadones y me ofreció el otro. Pronto terminamos abrazadas, enredadas entre nuestras piernas y brazos mientras mi cabeza descansaba en su pecho, ella besó mi frente y acomodó su mentón sobre mi cabello. No podía imaginar algo más cómodo, más perfecto, más seguro que estar en sus brazos, en su cama, envuelta en su olor, cubierta por las suaves sábanas y mantas. Dormir se transformaría en una aventura espeluznante la próxima vez que tuviese que hacerlo sin ella a mi lado. Suspire lenta y plácidamente y al cabo de unos momentos fui consciente de que empezaba a caer en un sueño pleno y confortable entre los brazos de mi calamitosa y hermosa vampiro...
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Sauces y lazos de Sangre - SUPERCORP
FanfictionLa Adjudicadora de la sede Dublín del Hotel The Continental era una de las más temidas y respetadas por sus pares y el resto de su especie, era una mujer organizada y centrada en su trabajo, por extravagante, peligroso y violento que fuese, ella lle...