★ 05

455 24 0
                                    




Los días pasaban con constancia estas ultimas semanas, lentos solo en los momentos de soledad. Ahora mi hermano y yo jugábamos a las cartas sobre la mesa del sofá, disfrutando de una pizza y una gaseosa bien fría.

Benjamin era una persona muy parecida a mi padre; sociable y gracioso, pocas veces lo vi enojarse o estar triste. Incluso en el funeral de mi madre, el y mi padre armaban escudos delante de mi para protegerme del dolor.

Aunque sabia que a mis escondidas, ambos sufrían juntos.

–Te quería decir algo, pero no te burles. –Dijo, tirando una de sus cartas vagamente por la mesa.

Se arrodillaba sobre el piso entretenido con su cigarrillo y ojeando los cartas, veía que de vez en cuando miraba su teléfono, eso era raro en el.

–Que?

–Salgo con una tipa hace como cuatro meses, y somos bastante como el dulce de batata y el queso.

–Eh? –Largué una carcajada.

–Se llama Irene, es la hermana de un amigo mío. –El me contó, lanzando su carta, dando por finalizado el juego con su victoria.

–Que pedazo de marmote! –Reproche, realmente no me la veía venir.

–Pues, cuestión que Irene esta afuera.

Abrí los ojos con sorpresa, no me esperaba conocerla ahora. Benja jamas había traído a una chica a casa, no es como que yo lo haga, pero me sorprendió.

Lo ví dirigirse descalzo hasta la puerta de la casa. Me giré tratando de ver algo pero fue imposible, la pared me cubría.

Escuché unos susurros cuando se cerró la puerta, una risa tonta de mi hermano que me hizo querer burlarme. Los pasos empezaron a escucharse mas cerca y me giré a mezclar las cartas con desinterés.

–Hola.

Me giré con nervios al ver a una rubia-castaña que alcanzaba por muy poco la altura de mi hermano. Era bronceada pero rojiza, tenia una sonrisa resplandeciente que encandilaba y unos ojazos clarísimos como el mar.

Se la veía simpática, cosa que me encantó desde el primer momento. Se acerco a saludar, agachándose un poco mientras yo me levantaba del sofá.

–Que tal! –Salude eufóricamente, amaba las primeras impresiones. – Nina.

–Irene.

Se quitó un cabello de la cara, escondiéndolo detrás de su diminuta oreja.
Se veía como se sonrojaba mientras sonreía.

Mi hermano se sentó en frente de mi, y yo le pedí a Irene que se siente a mi lado, para jugar otra partida de cartas.

–Si vamos a hablar de relaciones, puedo contarte que yo también me estuve viendo con un amigo tuyo? –Dije después de un rato.

Irene lanzó una risita tímida, mientras mi hermano alzaba la ceja.

–Pero si son todos unos bananas y feos. –Dijo Benja con un ceño confuso.

–Bueno, no es tanto tu amigo. –Explique. –Es mas un conocido.

–Cuenta. ¿Quien es?

Sonreí ante el interés de mi hermano, mientras lanzaba mi casi ultima carta, estaba por ganar el juego.

–Hector.

–Fort? Hector Fort? – Preguntó mi hermano, arrugando su nariz.

Asentí con una mueca, viendo como se remataba el partido entre mi hermano y yo.

Tattooed Heart • Hector FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora