Promo

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Chiara llegó al hotel y se dejó caer en aquella enorme cama que tenía solamente para ella, se permitió cerrar los ojos unos segundos y no pudo darse cuenta de cuando comenzó a llorar silenciosamente.
El día había sido muy largo, había estado desde las 7 de la mañana haciendo promoción de su último single, sin parar de ir de un lado de la ciudad a otro, respondiendo preguntas monótonas o incómodas.

Pensó que no se atreverían, pero un par de periodistas habían querido saber sobre él tema estrella del que se hablaba desde que salió de la academia. Había intentado desmentir una y otra vez la verdad, aunque fuese doloroso y una situación muy incómoda de manejar.

Eran ya las siete de la tarde y le quedaba una importante cena con su representante y su equipo. Eran, por lo general, personas muy amables, pero la morena no podía evitar sentirse abrumada, la presión, el estrés, la soledad, el estar lejos de su familia y sobre todo, la distancia con Violeta, estaban matándola aquellos días.

Llevaba más de una semana de promo intensa en la que apenas tenía tiempo para respirar, y lo último que le apetecía después de ese día tan duro, era tener una cena en la que debatir el futuro de su carrera. Sabía que también saldría el tema de siempre, tenían que hablar sobre como manejarlo y como actuar frente a nuevas preguntas, pero Chiara solamente quería dormir y dejar de pensar.

Mientras se intentaba limpiar las lágrimas acumuladas, escuchó dos golpes suaves en la puerta y tuvo que poner su mejor cara.
Abrió sin demasiadas ganas de enfrentar una visita, y la cara de su representante fue la primera que vio. "Todavía estás así? Tienes que bajar en una hora, tienes que ducharte y arreglarte, que van a venir un par de periodistas" Comentó la chica, a pesar de ser una buena persona, era muy nerviosa y muy frenética, lo cual no le venia nada bien a la cantante.

"Periodistas? No era una cena tranquila?" Frunció el ceño Chiara que había sido embaucada para ir a una pequeña cena entre "amigos". "Van a venir a hacerte un par de preguntas, y unas fotos. Así que ponte las botas de Doc Martens, y haces la colabo" Pidió la mujer mientras revisaba que todo estuviese bien en la habitación.
"Me dijisteis que era una cena relajada, pensaba ir en chándal... y ahora tengo que ponerme formal?" Suspiró la morena sin gana ninguna de ponerse a buscar entre su maleta algo decente que ponerse, no tenía energía ni motivación.

"Va a ser relajada, pero no puedes venir en chándal. Ponte aunque sea una camisa" Pidió antes de abandonar el cuarto de la morena. "Ah, y me ha llamado Martin preguntando por ti, llámale" Añadió haciendo fruncir el ceño a la otra.
"No quiero hablar con nadie, quiero relajarme" Suspiró la chica sintiendo dolor de cabeza por la cantidad de estímulos que había recibido en aquel día.
"Bueno, tú llámale cuando quieras. Pero dúchate, ahora suben unas maquilladoras" Se encogió de hombros haciendo a Chiara pegar un grito de frustración cuando salió de la habitación.

"I don't wanna go to a fucking dinner, I wanna SLEEP" Se quejó para ella misma mirándose al espejo, tenía unas ojeras marcadas que se habían ido notando más a medida que pasaba el día. "Joder..." Suspiró desanimada, pensó que iba a ser mucho más fácil y divertido hacer promoción de su canción, pero le estaba consumiendo poco a poco. No estaba sabiendo gestionar la presión, estaba superando a la morena.

Fue a meterse en la ducha tal y como le habían indicado pero su teléfono sonó con aquel característico tono que le había puesto a Violeta, para responderla solo a ella cuando quisiese. Cogió la llamada porque era a la única persona a la que quería oír, y quería tener al lado.
"Vio" Saludó con una pequeña sonrisa, había estado esperando su llamada toda la tarde, aunque estuviese trabajando. "Kiki! Que tal hoy? Que tal la promo?" Se interesó la chica que había sido informada el día antes, por la propia Chiara, del ajetreado día que tendría.

Confía - One Shots KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora