Kivi

4.1K 325 23
                                    

Violeta había aprovechado que Chiara estaba ensayando para el inminente comienzo de su primer tour por España, y fue a por algunas cosas para decorar la casa que todavía estaba algo vacía.
Necesitaban comprar aún un armario, remodelar toda la cocina, y comprar una mesa además de sillas. Y eso que llevaban viviendo allí ya más de dos semanas.
Es por eso que, la pelirroja estuvo todo el día perdida entre los enormes pasillos de aquel almacén de muebles y decoraciones.

El teléfono de Violeta sonó cuando estaba estresada midiendo una estantería, y bufó antes de cogerlo. "Que?" Respondió con mal genio, bruscamente y un suspiro.
"Amor? What's going on?" No había ni leído el nombre que aparecía en la pantalla y cogió aire en cuanto escuchó su voz.
"Hola Kiki, perdón. Estoy harta de la mudanza, odio comprar muebles, pensaba que todo sería de color rosa y no" Explicó el origen de su frustración.

"Como mi tour" Soltó una pequeña risa Chiara, que hizo sonreír muy levemente a su chica. "Eres de lo que no hay" Respondió frotándose la frente sintiendo la migraña comenzar a hacer mella en su estado.

"Sorry, love. Que ocurre? Ha habido algún problema?" Quiso saber dejando a parte las bromas. "La maldita estantería mide demasiado, no nos cabe. Y el color que queríamos solo lo hay en esa medida" Se quejó sintiendo que todo era mucho trabajo.

Chiara se quedó en silencio y la pelirroja no entendió porque. "No quería hablarte mal. Necesitas algo? Terminaste los ensayos?" Quiso saber intentando relajarse.
"Si, terminé hace ya un buen rato. Estaba esperando a que vinieses" Escuchó que le decía, notó cierta culpabilidad en su voz, y no quería que pensase que la había irritado. "Ahora en un ratín voy, Kiki. Puedes hacer algo de cena, porfi?" Pidió sin ninguna gana de cocinar al llegar.

"Si, mi amor. Que te apetece?" Asintió rápidamente la morena.
"Lo que tú quieras, algo rápido. No quemes la cocina, que aún no hay muebles y se queda en los azulejos" Bromeó Violeta con algo más de humor. "No lo haré. Besos" Colgó y Violeta pensó que su tono se veía algo culpable todavía. No quiso darle mucha importancia, pero su intuición no solía fallarle, y menos cuando de Chiara se trataba.

Chiara colgó el teléfono sintiendo su corazón latir con fuerza, la había cagado monumentalmente, y lo sabía.
El tono de Violeta no había ayudado a relajarla, iba a decírselo, pero se echó hacia atrás al ver que no era el mejor día de su novia. Dejó el teléfono en la encimera, resopló y rezó porque al llegar a casa, Violeta no decidiese coger la maleta e irse.

Miró hacia abajo, donde la miraban unos ojos diminutos en un cuerpo diminuto, lleno de pelo blanco y anaranjado.
"I know, mate... She's gonna kill me" Suspiró Chiara agachándose para coger al pequeño gato entre sus manos, le cabía en la palma. El pequeño se subió sobre la encimera, y comenzó a jugar con el cordón de la sudadera de Chiara.

"Y si te escondo?" Intentó solucionar el problema que se le avecinaba. Miró al pequeño animal, que jugaba hiperactivo total sin parar ni un segundo.
"No, no es buena idea..." Negó al verle saltar y correr de un lado a otro.

"Está bien, me enfrentaré a ello como una adulta. Pondré ojos de gatito abandonado" Acabó por decidir Chiara, abrió los ojos y miró hacia el gato con tristeza.
"Fuck, shit... No quería decir eso, es solo una expresión" Comentó intentando darle explicaciones al gato, pensando que estaría dolido. Él, simplemente bajo de la encimera y se fue corriendo hasta el salón.

"I am insane" Suspiró Chiara antes de ponerse a hacer una cena digna, una tortilla de jamón y queso, lo mejor que podía salirle en aquellos momentos.
Abrió una botella de vino para relajar el ambiente, en caso de que Violeta estuviese estresada, y se encargó de recoger la habitación al máximo, para no añadir leña al fuego.

Confía - One Shots KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora