MenorcaGate II

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"Voy bien así?" Chiara asomó la cabeza a través de la puerta del baño, cepillándose el pelo mientras Violeta seguía eligiendo un outfit para el día. "Vio, estás bien siempre" Suspiró repasando el outfit sin encontrar ninguna pega. Estaba guapísima con un simple top negro, unos vaqueros anchos rotos y unas gafas con cristales anaranjados. "Me maquillo, no?" Reflexionó mientras se ponía unos aros y se miraba el rostro en el espejo.

Chiara pensó que se trataba de una pregunta retórica, ya que no le pertenecía aquella decisión. "Kiki! Hazme caso que quiero ir guapa" Se quejó con un puchero, la morena se acercó ya preparada y abrazó su cuerpo, apoyando su barbilla en el hombro de Violeta, aspirando el aroma a coco que desprendía su melena.
"Haz lo que quieras, Vivi. Estás guapísima ya, pero si quieres maquillarte está bien, estarás guapísima también" Opinó con total sinceridad antes de ponerle a Violeta la gorra que había elegido para complementar su outfit vaquero.

"Tú vas muy guapa" Sonrió Violeta dándose la vuelta para acariciar las mejillas de Chiara y admirar el conjunto de chaleco y pantalón que se había puesto.
"Te gusta?" Preguntó la chica con una sonrisa inocente, había comprado aquel chaleco hacia unos días.
Violeta tardó unos segundos en responder, los que quedó enganchada en el escote de Chiara. "Vio... no me hagas repetir lo del clip de la academia" Pidió la morena elevando una ceja para que Violeta entendiese la referencia.
La granadina carcajeó y se alejó, había tomado una decisión.
"Vamos" No le apeteció maquillarse, se veía muy guapa aquel día y le apetecía salir al natural.

"Os vais ya?" Preguntó Emma desde el salón cuando escuchó los pasos y las risas de las dos chicas. "Si, vamos a dar una vueltecita por el centro" Comentó Chiara cogiendo las llaves del coche mientras Violeta se hacia una foto en el espejo de la entrada. "Guapísima" Halagó Chiara desde un lado, sin querer interrumpir.
"Keeks, acuérdate de la cena" Quiso recordar Emma antes de que se fuesen.

Chiara volvió hacia el salón con el ceño fruncido. "Cena?" Preguntó sin atar cabos.
"You never listen, don't you?" Bufó la mujer sin creerse el despiste de Chiara.
"I don't know what are you talking about" Se excusó mirando hacia Violeta que se había acercado para despedirse.
"La cena con la familia de Pau, vienen hoy aquí. Te lo dije ayer por la noche cuando volvisteis" Recordó Emma refrescando la memoria de Chiara.

La morena miró hacia Violeta y dudó unos segundos. "Es la familia de la que te hablé... somos amigos de toda la vida. Pero si no te apetece podemos ir a cenar a algún sitio tu y yo" Propuso Chiara sin querer que Violeta se sintiese fuera de lugar o incómoda con gente que no conocía.
Sin embargo, la pelirroja era consciente de que Chiara no pisaba la isla desde hacía tiempo, y que sus seres queridos merecían tener un poco de ella.

"No seas tonta, yo me adapto a todos los planes. Me parece genial, seguro que son majísimos" Sonrió Violeta sin conocer el dato que Chiara tenía en la punta de la lengua. "Claro que lo son, un amor de familia" Determinó Emma mientras devolvía su atención al libro que sostenía.
"Seguro que te apetece?" Susurró Chiara en la entrada mientras abría la puerta.
"Claro, Kiki. Por qué no me iba a apetecer cenar con tu amiga y su familia?" Preguntó sin ninguna ironía, realmente no sabía nada de nada.

"No sé... es que hace mucho que no nos vemos y no sé si será muy cómodo" Explicó la morena sin querer sacar el tema de la relación que mantuvieron.
"No seas tonta, seguro que todo sigue igual" Quitó importancia Violeta con una sonrisa, contenta de poder hacer turismo por Menorca con aquel tiempo soleado.

Chiara suspiró y decidió que sería mejor no añadir una chica más a la lista que Violeta odiaba tanto, solo la haría sentirse mal como había ocurrido cuando vio a Gemma o se mencionó a Laia.

Las chicas se pasaron casi todo el día visitando cada rincón del casco antiguo de Ciudadela, Chiara iba contando anécdotas sobre sitios específicos y Violeta escuchaba con atención mientras se imaginaba a una Kiki diminuta caminando por las calles.
Se pararon en mitad de una calle muy transitada, donde sonaba una voz acompañada con una guitarra acústica.

Confía - One Shots KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora