August II

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"Fuck! Sorry!" Exclamó Chiara abriendo los ojos y sintiendo la vergüenza apoderarse de su cuerpo aún caliente.
"Chiara Oliver Williams! Te puto mato" Gritó Martin cerrando la puerta de golpe y volviendo al rellano, suspiró intentando borrar aquella imagen de su mente y decidió ir a darse una vuelta para darle tiempo a su compañera de piso.

Según bajaba las escaleras cogió el teléfono para ponerle un mensaje, no era la primera vez que aquello ocurría por desgracia para ambos, pero más para el chico.

Vuelvo en quince minutos, quiero todo en su sitio. El sofá lo puedes quemar

"Perdona Martina, pensaba que no llegaría hasta las nueve" Se defendió mirando el reloj, había llegado media hora antes de lo normal. "María" Corrigió la muchacha mientras recogía su sujetador del suelo y se comenzaba a vestir a toda prisa.
"Sorry, María si" Asintió como si hubiese sido un despiste, cuando ni siquiera se había molestado en aprendérselo.

"No pasa nada, otro día podemos rematar. Te viene bien quedar el sábado? Quizá podemos ir a cenar o dar un paseo" Propuso la chica abrochándose los pantalones, Chiara colocó los cojines del sofa aún en ropa interior.
"No creo que pueda, los sábados salgo" Se excusó sin tener demasiadas ganas de hacer planes tan formales con aquella chica con la que había hablado cuatro palabras por Instagram.

"Bueno, tienes mi insta... háblame" Propuso la rubia sintiendo que aquella chica de ojos verdes no estaba interesada en ninguna relación. "Claro, ya si eso te digo" Comentó Chiara abriéndole la puerta en ropa interior para que se fuese.
"Nos vemos entonces, chao" Se despidió rápidamente la chica tras coger sus cosas.

Chiara fijó su mirada en la vecina que había salido al escuchar los gritos de Martin por el pasillo, la mirada de la señora se cruzó con el cuerpo semidesnudo de la morena y Chiara saludó con la mano y una sonrisa. "Hola Eugenia" Habló con algo de vergüenza pero con una sonrisa divertida, aquella señora parecía a punto de convulsionar.

"El diablo..." Murmuró la señora cerrando la puerta lentamente y mirando mal a la chica. "Pues se ha quedado buen día" Suspiró Chiara con los brazos en jarra, se metió dentro de nuevo al notar el frió y comenzó a recoger todo.

Puedes subir, se ha ido

Escribió con rapidez al chico antes de meterse en la ducha algo frustrada, se había quedado sin polvo aquel día por un mal cálculo del tiempo.

La morena había conseguido entrar en una academia musical de mucho prestigio, y daba pequeños conciertos en la isla que la permitían ganar dinero con lo que amaba.
Tan pronto como comenzó a ser independiente económicamente, propuso a Martin coger un humilde piso a medias en el centro de la ciudad.

El espacio de aquel hogar era muy reducido, lo que se podía pedir con las condiciones económicas de ambos, pero habían logrado crear un ambiente cómodo y sencillo gracias al sentido de la decoración del chico.

"Perdón" Murmuró la chica metiéndose en la cocina con el pelo aún mojado y secándolo con una toalla.
"No es la primera vez Keeks... contrólate un poco, no?" Suspiró el chico cansado de encontrar a Chiara en situaciones comprometidas con distintas chicas, o de oírla, en el caso de muchas noches.

"Pensé que llegarías más tarde, se nos ha ido el tiempo volando" Se excusó haciendo fruncir el ceño a su amigo que se servía la cena. "No si ya... Chiara, estoy muy contento de que te vaya tan bien sexualmente pero te agradecería que dejases de dejar tu sello en todos los rincones de la casa" Murmuró consciente de todo lo que hacía la morena.

"Intentaré follar menos entonces" Bromeó la morena mientras se servía algo de comer también. "Podrías intentar conocer a alguna de las chicas" Propuso inocentemente el moreno calentando su plato y apoyándose sobre la encimera de brazos cruzados.

Confía - One Shots KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora