Confía - One Shots Kivi

El Plan

"Te lo estoy dando en bandeja" Ruslana insistía a Chiara de camino a la universidad, era demasiado temprano como para escuchar las locuras de la chica. "Ruslana, estás fucking crazy. No voy a hacer eso" Determinó sin plantearse si quiera hacer caso a su amiga.

"Piénsatelo al menos, no tienes nada que perder, estás desesperada" La intentó hacer ver, Chiara gruñó frustrada. "No estoy desesperada!" Mintió con el ceño fruncido mientras suspiraba pensando en ella.
"Por dios Kiki, estás tan enamorada de ella..." Suspiró Ruslana mientras apoyaba su argumento, escuchaba a la morena hablar de esa chica todos los días.

"Y que hago? Ella no me ve así, me tengo que aguantar" Se frustró la menor que había estado rondando en eso durante meses, no se podía sacar de la cabeza a una persona en concreto que ocupaba cada rincón de ella. "Es que no sabes si te ve así o no, tú misma me has dicho que a veces parece que es mutuo" Continúo Ruslana.

"Solo a veces" Confirmó Chiara acordándose de las palabras, miradas y roces que compartían de vez en cuando. "Necesita un ultimo empujón, y yo te estoy echando una mano" Se sentó al lado de su amiga que se lo pensó, finalmente descartó la idea, era penoso. "No necesita ningún empujón" Determinó negando mientras entraban en la facultad.

"Hi, I'm home" Habló Chiara después de un día entero metida entre libros y apuntes, necesitaba descansar igentemente, darse una ducha y no pensar en nada más.
"Kiki! Estoy en la cocina" Gritó la chica haciendo que Chiara sintiese que había mejorado su día al oírla, se acercó con una sonrisa enorme y se apoyó contra el marco de la puerta al ver a la pelirroja cocinando algo.

"Que tal ha ido tu día?" Se interesó la cocinera apartándose de la vitrocerámica para acercarse a Chiara y darle un cálido abrazo, la morena se permitió aspirar el aroma de la chica recién duchada.
"Agotador, creo que me voy a ir a dormir" Admitió frotándose los ojos.

"Sin cenar? He hecho algo rico, deberías de comer algo... has merendado? Y comido?" Se preocupó la chica haciendo sonreír a Chiara que soltó una pequeña risa.
Como no me voy a enamorar si me trata así de bonito, pensó mirando aquellos ojos.
"Huele de maravilla, Vio" Admitió evitando las otras preguntas, Violeta supo entonces las respuestas.

"Kiki amore, tiene que comer durante el día... normal que llegues tan cansada" Suspiró acariciando la cara de la menor con un cariño que la hizo temblar, la euforia se apoderó del cuerpo de Chiara que se sintió con ganas de coger a Violeta y abrazarla con fuerza. "Lo sé, es que se me pasa" Admitió con un puchero que se la antojó adorable a Violeta, la pelirroja quitó sus manos de donde las tenía carraspeando.

Cada vez que Violeta utilizaba un apodo cariñoso con ella, se le revolvía hasta la última mariposa de su estómago, se le alegraba el día con una maldiga palabra, ese era el nivel de enamoramiento que manejaba la morena desde que conoció a la granadina.

"Si quieres darte una ducha antes de cenar te espero" Violeta amaba cenar con Chiara, era su momento preferido del día, ese y cuando salían después a fumar y hablaban largo y tendido hasta que el sueño las vencía. También amaba cuando se despedían en el pasillo antes de que cada una fuese a su habitación, se abrazaban unos segundos y la pelirroja dejaba una caricia en la nuca de Chiara deseándole que descansase.

"Eres la mejor Vivi, I love you" Soltó con toda la verdad que albergaba su cuerpo, aunque supiese que Violeta lo captaría desde otro punto de vista.
"I love you Kiki, ve que te espero" Sonrió mientras Chiara salía de la cocina con una sonrisa llena de significado.
Ojalá me amases como yo te amo, pensó.

Chiara se permitió aquella ducha reflexiva en la que el único pensamiento que ocupaba su mente tenía nombre y apellidos, Violeta Hódar.
Desde que se conocieron hacía meses, habían creado una relación basada en una conexión implacable y repentina, de esas que solo ocurren una vez, quizá dos.